viernes, 6 de noviembre de 2015

El pasado Festival Revueltas, el último del sexenio


“Si nunca se habla de una cosa, es como si nunca hubiese sucedido”
-Oscar Wilde
La característica del ICED durante el gobierno de Jorge Herrera Caldera es que tuvo dos directores. Los primeros años estuvo al frente Corín Martínez, cuyo nombramiento como directora fue cuestionado por la comunidad cultural de Durango, a la cual el tiempo le dio la razón. Porque más allá de ser Corín una buena cantante, carecía de antecedentes de políticas culturales y el círculo cercano que la apoyó le hizo mucho daño porque carecían de pericia y de experiencia en promoción cultural, a excepción de algunos como es el caso de Víctor Hugo Galván, que “haiga sido como haiga sido” siempre ha salido ileso de los problemas del ICED, ya que desde que se cruzó en el camino de Luis Ángel Martínez Diez se hizo experto en difusión y promoción cultural, conoce al Instituto al revés y al derecho, sin que esto signifique que sea monedita de oro.

El segundo director del ICED en el gobierno de Herrera Caldera es Rubén Ontiveros, que teniendo conocimiento de la problemática de la comunidad cultural, aceptó el reto de ser director de cultura, y aunque para algunos no ha sido una perita en dulce, es porque para los artistas e intelectuales esa pera no existe. Pero hay que reconocer que le dio estabilidad al Instituto, no lo grillaron como a Corín o a Juan Antonio de La Riva, lo que podría significar que cuando deje la dirección del ICED será bien calificado. Es a Rubén Ontiveros y a su equipo a quienes les tocó organizar el último Festival Revueltas de la actual administración y les tocará también dejar organizado el Festival Revueltas 2016 a la siguiente administración de gobierno 2016-2022,  sea gobernadora o gobernador y del partido que sea, porque la cultura no tiene que tener colores ni partido, y hasta donde sea posible hay que evitar contaminar la actividad cultural del Estado. El Festival Revueltas, después de 11 años, es conocido a nivel nacional y algunos países en el extranjero. El festival ya está listo para crecer en el corto y mediano plazo, para que sea tan famoso como los festivales de Zacatecas, Tamaulipas, Chihuahua o el de la Riviera Maya. Al Festival Revueltas si no lo hacen crecer más será por falta de voluntad política, y también por carecer de recursos financieros. Y ya lo dice el refrán: con dinero baila el perro.

Desde Luis Ángel Martínez Diez hasta Rubén Ontiveros, los duranguenses y visitantes de diferentes partes del país han asistido a la plaza IV Centenario convertida en el espacio masivo más importante del Festival Revueltas, donde se han podido presenciar espectáculos de primer nivel. Han desfilado por ese escenario artistas que sin el Festival no podríamos haber visto, ahí están los testimonios de poetas y cantautores como Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, también mujeres artistas como Lila Downs, Concha Buika, nuestra Susana Zavaleta o Eugenia León. Música popular interpretada por artistas como Celso Piña, Carlos Vives, Juanes, Miguel Bosé, entre otros. No olvidar la subsede del Revueltas, el teatro Ricardo Castro con sus sinfónicas, conciertos, óperas, ballet, teatro y muchos otros espectáculos que ahí se han presentado y los expertos los califican como la cereza cultural del Festival Revueltas. Creemos que nuestro Festival ya necesita pasar a una segunda etapa, sentimos que el Revueltas ya está consolidado y el crecimiento de los próximos festivales será responsabilidad de la próxima administración, en su momento tendrán que sentarse con quien corresponda para establecer una estrategia encaminada a que el Revueltas sea cada vez un mejor festival.

En ocasiones, cuando hemos podido hablar con los responsables del Festival, nos han dicho: “no estamos pobres por falta de ideas”. Para darle al pueblo de Durango un festival cada vez mejor, es muy sencillo, que nos den al menos 50 millones de pesos para organizarlo y así sería no solo uno de los festivales más importantes de México, sino de calidad internacional. Solo hay un pequeño problema con este objetivo: a los diputados, que son los que aprueban cada año la Ley de Ingresos y de Egresos, no les interesa la cultura, los políticos desconfían de todo lo que huele a inteligencia. Prefieren darle al IEPC todo el dinero que les pidan para lo que se ofrezca en su momento. Hay dos maneras de utilizar el dinero: la primera es gastarlo en el OPLE y la otra invertirla en el Festival Revueltas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales

Mi foto
Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.