Ahora los chapulines son legales gracias a la reforma a la Ley Electoral. También están de moda las candidaturas independientes, no importa que hayan militado más de 30 años en el PRI, PAN o PRD y por arte de magia, de un día para otro, nos dicen que son ciudadanos libres. Los hay también quienes fueron presidentes de un partido político, lo dejan y se autonombran presidentes municipales y gobernadores ciudadanos. Aquí en Durango y en el país se ha pasado de la democracia autoritaria porfirista a la dictadura perfecta a la que una vez se refirió el escritor Mario Vargas Llosa. En nuestra callada y extranquila ciudad colonial, los partidos se andan peleando para seguirse sacrificando por los otros, ya sea por el Senado de la República, Cámara de Diputados o ya de perdido en el Congreso Local, por aquello de que vivir fuera del presupuesto es vivir fuera del error.
De acuerdo a un clásico, no hace mucho el PRI exportaba o prestaba candidatos a los partidos, pero ahora, de acuerdo a Enrique Benítez Ojeda, son algo así como basura, porque son “pepenados” por algún instituto político. Es de sabios cambiar de opinión: hace unos días Enrique Benítez Ojeda afirmaba que el PRI es la casa de toda la militancia, que nadie se iría del hogar tricolor, que por cierto, aprovechando el comercial, sería bueno que se le informara a la sociedad si los terrenos donde está ubicado el edificio de ese partido, como se comenta, es propiedad del Gobierno del Estado o es patrimonio del otrora invencible tricolor. Por lo pronto, Héctor Vela dejó la famosa casa y es posible que se enfrente a su exfamila en estas elecciones. Pero viéndolo bien, en ocasiones no es necesario
abandonar el hogar para estar en contra del tutor en turno del PRI. El ejemplo, José Rosas Aispuro, es muy ilustrativo. Habría que preguntarle a Benítez Ojeda si en su momento Rosas Aispuro fue exportado, prestado o lo enviaron para que lo “pepenara” el PAN, PRD y la sociedad civil duranguense, pues resultó que un caballo de ese corral les arrebató la gubernatura aquel domingo negro de junio de 2016.
Siguiendo con la idea de Enrique Benítez, vayamos al escenario político nacional. ¿La unción de Meade como el virtual candidato del PRI a la Presidencia de la República cómo se explicaría? El propio señor Meade se define como un ciudadano que aspira a ser presidente de México. Esto nos recuerda a José Ramón Enríquez cuando en su campaña afirmaba que era un ciudadano que quería convertirse en el presidente municipal de todos los ciudadanos del municipio de Durango, claro, con el logo del PRD y del PAN, porque la realidad es que ningún “candidato ciudadano” puede llegar al poder si no es cobijado por la partidocracia y Meade no es la excepción. Dice el refrán que el pez por su boca muere. Al PRI no le quedó otro remedio más que “pepenar” a Meade para hacerlo su candidato, al que pretenden disfrazar como miembro de la sociedad civil. La clase política mexicana nunca ha podido entender que los mexicanos somos nobles, pero no tontos, y que no nos chupamos el dedo. Ya que hablamos de uno de los negocios más grandes del mundo, como lo es la industria de la basura, ¿el PRI “pepenó” a Javier Lozano hace unos días o el PAN lo exportó?
Es posible que las palabras de Enrique Benítez se conviertan en una profecía y en los días siguientes veamos a otros distinguidos priístas
pepenados por algún partido local. En lo que no ha pensado la inteligente cúpula priísta local es posible que llegado el momento miles de votos tricolores sean pepenados por el candidato del otro partido, sin tener que irse de su casa tricolor, tanto a nivel local como nacional. Y ya que hablamos de mujeres y traiciones, cheque usted lo siguiente: Iván Ramírez dijo que MORENA es la muchacha guapa que andan buscando algunos militantes del PRI para chantajear a su partido. Benítez Ojeda le revira: MORENA no es la mujer bonita que afirma Iván, más bien es la muchacha bonita que se vende ¡Órale! Ese es el nivel del discurso político de aquellos que dirigen los partidos.