domingo, 26 de marzo de 2017

También en la cultura hay fuego amigo


“Cuando desciende el sol de la cultura, hasta los enanos proyectan grandes sombras”
-Anónimo
Desde que tenemos memoria, el ICED ha sido algo así como “el obscuro objeto del deseo cultural”, recordando el título de la película de Luis Buñuel. ¿Será por eso que pocos han podido manejar al Instituto de Cultura del Estado con autonomía del Ejecutivo para acabar cediendo al final ante los grupos de amigas y amigos del gobernador en turno o de su círculo cercano, que influyen para la toma de decisiones. Mientras el ICED siga funcionando de manera vertical con sus políticas culturales, nadie estará seguro en una relación laboral, incluyendo a directores y directoras, por la sencilla razón de que los que toman decisiones saben de todo, menos de políticas culturales, y acaban haciendo lo que otros quieren.

Los problemas del Instituto de Cultura no se van a resolver quitando al director de Difusión Cultural, Víctor Hugo Galván, para poner en su lugar a Danilo Hernández, el que en su momento soñó con ser el director del ICED, pero ahora asegura que será el responsable de difusión cultural porque tiene amigos y amigas en el Bicentenario. De Danilo se sabe que pertenece a una familia dueña de uno de los mejores negocios de Durango, y que ahora han incursionado con éxito en la industria restaurantera, pero no le conocemos carrera en la cultura, al menos que vivamos en el Durango equivocado. No sería malo recordarle al influyente Danilo que el puesto que deja Víctor Hugo tiene muchas tiradoras y tiradores que andan sin chamba, y
que si estos no reúnen el perfil eso no importa, porque hoy está de moda eso en la alternancia. ¿Y el servicio civil de carrera? Bien, gracias. Eso es para los discursos de los políticos cuando no andan en campaña. Por supuesto que no vamos a defender a Víctor Hugo Galván, porque él no necesita que lo defienda nadie. Así lo ha demostrado por más de 21 años que ha recorrido los laberintos del poder y de la burocracia cultural.

Comenzó su carrera cuando fue presidente municipal Jorge Mujica, ahí estuvo con él tres años, en el IMAC con Luis Ángel Martínez Diez y después con Elia María Morelos. Con el tiempo Luis Ángel se convirtió en director del ICED durante el sexenio de Hernández Deras, que por cierto sería bueno recordar que lo corrió del Instituto, pero tuvo que regresarlo después, cuando se dio cuenta que Martínez Diez nunca debió irse. Víctor Hugo Galván trabajó en el IMAC seis años, en el ICED ha estado más de 12, en los sexenios de Hernández Deras y Herrera Caldera, y los primeros 6 meses del gobierno de la alternancia. En sus ratos libres le ha dedicado al TecMilenio 22 años de su vida como director de teatro, y es honesto reconocer que Víctor Hugo Galván, junto con Luis Ángel Martínez Diez, son las dos figuras más importantes del Festival Revueltas; Luis Ángel como director y Víctor Hugo como organizador. Esto hasta sus enemigos, críticos y detractores se lo reconocen. Algo debe tener el nativo de Miguel Auza, Zacatecas, que tendrá mucho que contar de las historias que vivió al lado de Martínez Diez, Corín Martínez, Juan Antonio de La Riva, Rubén Ontiveros, y la poeta Socorro Soto Alanís.

Hasta el día de hoy, se sabe que la directora del ICED, Socorro Soto Alanís, de manera verbal le dijo a Víctor Hugo que dejaba de ser
director de Difusión Cultural, y como todo lo hacen en lo oscurito, no se ha hecho público de manera oficial. Esto trae como consecuencia que el hoy exdirector de Difusión Cultural ya nada tendrá que ver con la organización del Festival Revueltas, el Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango y otras muchas actividades del Instituto. En fin, Víctor Hugo Galván no será ni el primero ni el último que se vaya, víctima de la aplicación de las políticas culturales de la alternancia. ¿Esos serán los cambios que se anunciaron hace unos días?, ¿Y hasta cuándo se irán los que le están fallando al gobernador?

viernes, 24 de marzo de 2017

El nuevo rostro de la Secretaría de Salud y el Sindicato


“No puede haber política sanitaria sin política social”
-Ramón Carrillo, médico argentino
No hace mucho tiempo, César Franco Mariscal, a raíz del fuego amigo, cuando un intermediario entre él y Martín Rocha, el actual Secretario General de los trabajadores de la Secretaría de Salud, como buen aprendiz de Maquiavelo, hizo todo lo posible para que Franco Mariscal se fuera de la Secretaría de Salud Pública del Estado, para que dicho personaje se quedara en su lugar. Pero lástima, Margarito, tendrá que ser en otra ocasión. El Dr. Franco Mariscal superó esa crisis, salió fortalecido y se cumplió aquello de que golpe que no tumba, fortalece.

Con la llegada de Raúl González se vino abajo el “compló” en contra del Secretario de Salud, y aunque el ideólogo de esta operación sigue en la Secretaría de Salud, ya no representa un peligro para desestabilizar la Secretaría y sus relaciones con el sindicato. Raúl ha resultado ser un excelente operador político en el círculo cercano de Franco Mariscal. Sin embargo, el camino a la estabilidad no ha sido sencillo. El secretario heredó muchos de los vicios de los últimos dos sexenios, entre ellos el tráfico de influencias a la hora de asignar plazas a profesionales de la medicina que se dedicaban a la política, ya que algunos de ellos han visto en esta Secretaría un trampolín político para intentar ser candidatos a gobernadores, o mínimo presidentes municipales. Por cierto, ya encarrerado el gato, la sociedad espera que pronto se haga el anuncio de que están concluidas las auditorías y las investigaciones correspondientes para
saber de cuánto es el daño patrimonial que se le hizo al sector salud, sobre todo el sexenio pasado, del que se dijo hubo fraudes millonarios y hasta ahora no sabemos dónde quedó la bolita. Más bien sí, solo falta que sea confirmado.

Las promesas de campaña del llamado gobierno del cambio, quien las hizo tiene el compromiso político y moral de que las cosas sean diferentes, o al menos, como diría José Alfredo Jiménez, no caer en los mismos errores. Del pasado sexenio recordamos, por ejemplo, cuando salió a la luz pública que algunos médicos del hospital 450, en lugar de tratar a los pacientes por alguna enfermedad, les decían que este carecía de todo, de lo más elemental, que lo mejor era que recurrieran a los consultorios privados, donde con mucho gusto serían atendidos por ellos. Práctica que por cierto en el ISSSTE y en el Seguro Social se sigue haciendo, testimonios abundan. En este contexto hay un tema pendiente: en Durango, desde el sexenio pasado tenemos una Ley de Comisión de Arbitraje Médico, pero como somos muy buenos surrealistas, no tenemos esa Comisión para tener, cuando la ocasión lo amerite, un arbitraje médico cuando hay una omisión o una diligencia médica en contra de un usuario de los servicios de salud social y de los que practican la medicina privada.

Sabemos que los problemas de salud pública en el país y en Durango son muchos. En ocasiones crece la infraestructura hospitalaria, pero se carecen de instrumentos de tecnología y, por supuesto, de médicos y enfermeras, porque no hay recursos para plazas de nueva creación. Lo mismo sucede en muchas ocasiones que se carece de las medicinas para los usuarios. Agregue usted lo que hacen los
grandes proveedores nacionales y extranjeros para satisfacer la demanda de medicamentos. Ya no queremos pensar cuando funcione un día al 100% eso que llaman el Seguro Universal de Salud. De acuerdo a fuentes cercanas a los círculos del Doctor César Franco Mariscal y Martín Rocha, de un momento a otro harán un anuncio muy importante a los duranguenses. Ojalá que en este mensaje se incluya que las diferencias entre patrones y trabajadores son cosas del pasado. Que tienen la voluntad política de que lo que suceda en este sector se refleje en todos aquellos que dependen de la Seguridad Social.

domingo, 19 de marzo de 2017

Para muestra basta un botón, los demás a la camisa: la CNC


La CNC ya tomó una decisión: que no se repita la historia del 5 de junio del año pasado en Durango, y para ello el viernes pasado ante Anabel Fernández como testigo, los cenecistas locales le mandaron un mensaje a todos los sectores y militantes del tricolor: que puede haber diferencias, aspiraciones políticas personales o de grupo, pero si se entiende que no hay espacio para todos, y que estos más bien se ganan construyéndolos, sirviendo a la militancia y, en este caso, a los campesinos, se puede llegar a ocupar cualquier puesto sin importar quién los represente en determinado momento o circunstancia. En el auditorio donde se celebró el encuentro de los cenecistas de Durango, no sobró ni faltó nadie. Toda la CNC del estado estuvo representada, y si esto se reflejara en 2018, cada vez más cerca, no habrá quien le quite a este sector el distrito 03 federal. Con la unidad que demostraron ese día, sea quien sea el candidato por ese distrito, ganará.

Hay algunos factores políticos que, por paradójico que parezca, la CNC aprendió de la derrota. Han demostrado madurez política y ya se dieron cuenta que en este oficio, como en todo, hay que darle vuelta a la hoja. Rubén Escajeda Jiménez, como siempre: discurso político, pero sin salirse de su estilo conciliador. Diciendo que aquí solo hay un líder y se llama unidad, y esa la representan los cenecistas reunidos en este lugar. Eso sí, mencionó el encargado de la CNC nacional, siempre habrá responsables al frente de nuestra organización, como es el caso de Carlos Matuk al frente de la CNC y que le ha representado resultados al sector. Rubén le hizo un reconocimiento a Óscar García Barrón como uno de los cuadros más importantes del sector campesino que gestiona recursos no solo
para su Unión Ganadera Social, sino para todo el campo duranguense. No fue una sorpresa que el líder nacional mencionara a Paco Ibarra Jáquez y le reconociera su larga trayectoria en la CNC. Y, por supuesto, como su compadre Martín Urieta, habló de mujeres, de las mujeres que por muchos años han sido pilares de esta organización, como Coco Ramírez y Nancy Ríos, y en ellas reconoció a todas las mujeres campesinas del campo duranguense.

Si los priistas locales se llegaran a hacer el harakiri con el problema de la dirigencia estatal, nadie podría culpar a la CNC, allá ellos si no se ponen de acuerdo, y de ello quedó enterada Anabel Fernández. Se nota, sin lugar a dudas, que el cenecismo local trae proyecto político. En voz de Rubén Escajeda reconocen que el PRI vive un momento político difícil. Como si el sector campesino, quisiera parafrasear a José López Portillo: “ya nos ganaron, no nos volverán a ganar”. Tal vez por eso anunciaron que cientos de cenecistas duranguenses están trabajando para sacar adelante en Nayarit a Manuel Cota Jiménez, el candidato a gobernador del PRI por ese estado. Aseguran que el senador con licencia no solo es el candidato de la CNC de la tierra de Amado Nervo, lo es también de cada uno de los cenecistas del país, de ese tamaño es el apoyo con el que cuenta el senador por Nayarit. Con el sector campesino, el PRI puede estar tranquilo, la CNC nunca ha perdido el distrito 03, y no se ve por donde les puedan ganar, y en los tiempos de Vicente Fox y Felipe Calderón, ni con el llamado efecto presidencial pudieron vencerlos. La soberbia es mala consejera, ya ve lo que les pasó el pasado 5 de junio, fue el factor principal para que perdieran la gubernatura. Si los cenecistas no cometen ese pecado, tienen mucha tela de donde cortar. Hoy, como nunca, parece que la CNC se puede hablar con los demás sectores de tú a tú, porque llegado el momento, habrá piso parejo, y si esto no fuera así estarán como dijo el poeta: fui el arquitecto de mi propio destino. Moraleja: ¿si la CNC ya le dio al
priísmo local una lección de unidad, por qué no hacen lo mismo llevando a un priísta con estas condiciones a la presidencia de su partido?

viernes, 17 de marzo de 2017

¿Festival Internacional de Cine o Muestra Internacional de Cine?


“¿Qué es en el fondo actuar sino mentir? ¿Y qué es actuar bien sino mentir convenciendo?”
-Sir Laurence Olivier, actor
También la cultura se presta para engañarnos. Como diría Martín Urieta: ¿qué de raro tiene? Decimos lo anterior porque una vez más el hombre más culto del gabinete municipal, Claudio Herrera Noriega, pretende que los duranguenses confundamos la gimnasia con la magnesia. Para hoy viernes, el IMAC, a través de Juan Antonio de la Riva al frente de eso que llaman Cineteca, que no es más que el auditorio de la CTM remodelado, arrancará lo que las autoridades culturales del municipio han llamado el Primer Festival de Cine Internacional de Cine en Durango, que si lo comparamos con el que se está llevando a cabo en estos días en Guadalajara, Jalisco, nos podremos dar cuenta de la diferencia abismal que existe entre un Festival y otro, sencillamente porque el de la Perla Tapatía sí reúne las condiciones para ser llamado un Festival Internacional de Cine.

No dudamos que De La Riva haya seleccionado las mejores películas extranjeras premiadas en Festivales de Internacionales de Cine, y qué bueno que así suceda. Los duranguenses no podemos estar atento solo a canales de televisión como Televisa o TV, viendo cómo repiten las novelas de hace 40 o 50 años, o telenovelas como “La Candidata” para impulsar a una señora que el único mérito que tiene ser la esposa de un expresidente de México. O “La Fiscal de Hierro”, que solo existe en la imaginación de los mexicanos o en la ciencia
ficción del Poder Judicial mexicano. Por eso aplaudimos al director de la Cineteca, por traernos películas premiadas en el extranjero. Sin embargo, y con el riesgo de equivocarnos, lo que hoy comienza en Durango está muy lejos de ser un Festival de Cine. Será, eso sí, una buena ocasión para reconocer el enorme trabajo de Don Ignacio López Tarso, por sus actuaciones en películas como Macario, Los Albañiles, Pedro Páramo, El Hombre de Papel, entre muchas otras. Bien merecido ese reconocimiento. En el caso de Alfonso Arau, que será recordado en la historia del cine mexicano por haber dirigido Como Agua para Chocolate, pero también por dirigir la que se considera la peor película del cine nacional: Zapata, con Alejandro Fernández, el eterno candidato al Óscar de la Academia y al Ariel.

Una política cultural requiere, entre otras cosas, de honestidad intelectual de los tres órdenes de gobierno para llamar por su nombre a las cosas que se hacen. Una muestra de cine, como ya mencionamos, es presentar en una sala películas presentadas en el extranjero. Un festival de cine es otra cosa: por ejemplo, el Festival del Nuevo Cine Mexicano de Durango. En dicho Festival compiten películas, y la que resulta ganadora se lleva un premio en efectivo. Se premia al mejor director, actor, actriz, mejor largometraje, mejor película, cortometraje, asisten los directores, productores, actores principales y guionistas. Esto nos da una idea de lo que sucede en torno a un festival de cine, sea nacional o internacional. Basta mencionar al cineasta de origen duranguense Amat Escalante, premiado en el Festival de Cannes como mejor director y en el Festival de Cine de Venecia. Y claro que Amat se merece el reconocimiento que se le hará en esta muestra, y hasta se estaban tardando. Qué decir de Diana Bracho, que pertenece a una de las
familias duranguenses que tanto le ha dado al cine mexicano, comenzando por Julio Bracho.

Otra pregunta, ¿por qué Centauro de Oro para reconocer a tan distinguidos hombres y mujeres del cine mexicano? Ojalá que el Centauro fuera de oro, lo decimos en serio. Hasta en este tipo de detalles nuestros políticos reflejan su estilo personal de gobernar. Todos tienen sus héroes nacionales, unos a Benito Juárez, Morelos o Zapata. En el caso del presidente municipal, todos sabemos que es admirador del General Francisco Villa. Usted lo puede constatar en todos los logos donde aparece el General, ¿será por aquello de que también se le conocía como Centauro del Norte? Nos da la impresión de que alguien de los organizadores de este flamante Festival se le ocurrió esa idea del “Centauro de Oro”, para quedar bien. De entrada, es una lástima que no hayan pensado en Dolores del Río en vez del “Centauro de Oro”, y ya de perdido en Andrea Palma, Julio Bracho, Jorge Martínez de Hoyos, Ramón Novaro o Hernando Name. La razón: estas figuras del cine de Durango no son los ídolos de ningún político local.

domingo, 12 de marzo de 2017

Ni modo, en este sexenio no habrá “Durango te quiero con FENADU”
ÁLVARO SANJUÁN
Cuando recién empezó José Ramón Enríquez su responsabilidad al frente de la administración pública municipal, se le preguntó si la feria de Durango regresaría a manos del municipio. Declaró a los medios que en su momento trataría ese tema con el gobernador José Rosas Aispuro, para que la Feria fuera organizada por el municipio. No sabemos si en los laberintos del poder estatal se discutió el asunto de la FENADU, entre el gobernador y el presidente municipal. El hecho es que Rosas Aispuro tomó la decisión de que sea el gobierno del estado quien siga organizando nuestro carnaval, como ha sido desde Ismael Hernández Deras hasta la fecha. Y todo apunta a que así será el resto del sexenio. La feria es, sin duda, un escenario perfecto para que cualquier político promocione sus ansias de novillero rumbo a 2018, buscando ser senador de la República, o como cuando Esteban Villegas Villarreal quiso convertirse en gobernador. 

Creemos que el gobernador, aunque un poco tarde por los tiempos, tomó la decisión correcta. Que ningún político se aproveche de la FENADU con fines personales para hacer campañas, buscando una reelección, una candidatura a diputado federal o senador, pensando en la gubernatura de 2022 y, en un descuido, aspirar a una Secretaría de Estado. O es una feria o es un espacio para hacer proselitismo político. Como dice el refrán: al pan, pan y al vino, vino. Da gusto que la Dirección de la Feria no haya sido para pagar facturas al PAN o al PRD o a los que se autodenominan aispuristas, para un todólogo de esos que abundan en la clase política local. Por eso no deja de ser una sorpresa que el gobernador haya designado a un perfil empresarial en la persona de Julio Muciño como director de la FENADU. Al recién estrenado director de ferias se le recuerda como un jugador profesional de fútbol, defendiendo la camiseta de los rayados del Monterrey. Su familia, desde hace muchos años se dedica al negocio de la radio en varias ciudades del país. Se sabe que llegó a Durango en los años ’90 a dirigir una importante estación de radio local, y después, varios años estuvo haciendo lo mismo en Mazatlán, Sinaloa, hasta que fue llamado a colaborar con el Gobernador José Rosas Aispuro. 

Sobra decir que Julio Muciño conoce el teje y maneje de los artistas y espectáculos en el país, así que no viene a tomar el curso como director de la FENADU o a aprender como algunos otros que lo antecedieron, porque eran amigos de los gobernantes en turno. La tarea de Muciño no será fácil: año con año, la Feria es sumamente controvertida, sobre todo en el tema de las utilidades, que en el pasado a nadie ha dejado contento. Recientemente se manejó que la feria era solo con un fin social, que la gente la pasara bien, se divirtiera y estuviera contenta, que eso era lo más importante. Pero para ser sinceros, nunca hubo cuentas claras o lo que hoy se conoce como transparencia. El nuevo director de la FENADU, si aceptó el reto de organizar la Feria, sabe que está obligado a dar resultados, demostrarle a los duranguenses que se pueden combinar la diversión y los espectáculos con buenos resultados económicos para ayudar, por ejemplo, a la Benemérita Cruz Roja, que cada día amanece con una mano atrás y otra adelante. Ah, pero eso sí, no deja de acudir a donde se le necesita. 

Desde hace mucho tiempo los empresarios locales pedían a gritos que quedara al frente de la Feria un empresario y no un político. Y ya que hablamos de los empresarios de Durango, ellos son de la idea de un día formar un Patronato para que la Feria no dependa de las políticas sexenales del gobierno en turno. Hoy que la dirige una persona con el perfil empresarial, y que pueden hablar el mismo idioma, no sería descabellado que esta idea tomara forma, para que tengamos un patronato como el de la Feria de Aguascalientes, por poner un ejemplo. De aquí hasta el día que arranque la Feria, los reflectores estarán pendientes de Julio Muciño. 

viernes, 10 de marzo de 2017

Ahora sí, AMLO más cerca que nunca de ganar la presidencia
ÁLVARO SANJUÁN
Hoy todavía queda la duda de si en 2006 y 2012 Andrés Manuel López Obrador perdió la presidencia de México. Sobre ello se ha escrito mucho, que Elba Esther Gordillo operó con los gobernadores priístas de aquella época a favor de Felipe Calderón, que no escuchó o logró acuerdos con Patricia Mercado. Eso contó, pero no fue definitivo, porque al final, haiga sido como haiga sido, solo el fraude pudo derrotar  a Andrés Manuel en 2006. En 2012, hubo otro fraude, pero esta vez, más sofisticado. Solo así el poder representado por el PRI, PAN y los poderes fácticos, entre ellos la iglesia, todos juntos pudieron impedir la llegada de AMLO a la presidencia de la República. Pero como dice la canción, nada es eterno en el mundo, incluyendo los fraudes. En 2018, los enemigos del tabasqueño necesitarán algo más que una acción fraudulenta de las que saben hacer muy bien, para detener su llegada a Los Pinos, porque este representa la única alternativa que tiene este país sumido en la peor crisis de su historia económica, social, política y moral. 

En esta ocasión, la estrategia de López Obrador va más allá de ser el candidato de MORENA o de una posible alianza con otros partidos. Ahora le apostará también a caminar al lado de cientos de organizaciones de la sociedad civil que no simpatiza con los partidos políticos, pero sí con su figura y proyecto de nación. Tanto es el miedo a López Obrador, que el mismo Enrique Peña Nieto abrió fuego el día que el PRI cumplió 88 años de haber sido fundado, con un discurso muy trillado para descalificar al dirigente de MORENA, discurso que, por cierto, utilizan Enrique Ochoa Reza y Ricardo Anaya, a los que nadie les cree. Y como dijo Don Teofilito: no se trata de sacar al PRI de Los Pinos a patadas, como decía Vicente Fox. El país necesita una transición democrática y no una simple alternancia de un partido por otro, o de una especie de bipartidismo, o la clásica: tú me das ahora y yo te doy mañana. El sistema político mexicano está agotado. Un tiempo funcionó, y eso hay que reconocerlo, pero los sistemas económicos y los regímenes políticos tienen sus propias leyes, y estas se cumplen de alguna manera. México pasó del modelo del desarrollo estabilizador a los populistas y  nepotistas del PRI. De Miguel de Madrid en adelante al modelo neoliberal, que ha sido una fábrica para hacer pobres a la mayoría y ricos a unos cuantos. 

Si el fraude ha sido el único recurso para detener a AMLO, después de mucho tiempo el tabasqueño entendió que únicamente el voto masivo de millones de mexicanos es la forma de acabar con el fraude, y de paso al INE y a los Tribunales Electorales, que nunca han dejado de poner su granito de arena. En este contexto, parafraseando a Karl Marx, un fantasma recorre al país: #AMLO2018EsperanzaCiudadana. Esta estructura de ciudadanos cansados de más de lo mismo, no tendrá nada que ver con el partido MORENA, solo con López Obrador. En el país, mujeres y hombres de todas las edades y condiciones sociales, ya tomaron la decisión de acompañar a AMLO rumbo a 2018. Aquí en Durango ya se está trabajando en este tema. Hace unos días estuvo en esta ciudad Alfonso Ramírez Cuéllar, secretario de MORENA de la Ciudad de México y desde hace muchos años líder del Barzón. Sin dejar de mencionar que lo acompañó gente de la sociedad civil, personas que nunca han militado en partidos, y si lo hicieron ya no es así. Como Carlos Medina Alemán, que contra viento y marea ha mantenido una relación muy cercana con Andrés Manuel López Obrador. Están con el de Tabasco el fundador del Partido Verde Ecologista en Durango y defensor de los derechos humanos en asuntos como el ecocidio del Río Tunal, Miguel Espinosa de los Monteros. Y ya que hablamos de este tema, sobre el amparo que se interpuso en el segundo distrito, aun no se ha dado una resolución definitiva. También hubo líderes sociales como Francisco Javier Reyes Ortiz, el que ya probó las mieles por protestar en contra del gasolinazo. El director de la Facultad de Medicina, Antonio Bracho, que fue de los primeros que se inconformaron con el atraco que se le hizo a la autonomía universitaria el sexenio pasado. Y ya que estamos por los rumbos de la UJED, se espera que distinguidos universitarios se unan al proyecto del Tabasqueño, al que también se podrían agregar los empresarios. Este proyecto en Durango debe funcionar si se sigue el espíritu con el que nació. Solo ciudadanos y nada de líderes, que nadie esté pensando en diputaciones federales, presidencias municipales, senadurías o algo por el estilo. Si logran demostrar, en los hechos, que están alejados de los vicios históricos de los grupos del poder, la sociedad duranguense, sin duda en 2018 perdería el miedo y votaría por AMLO.

domingo, 5 de marzo de 2017

El domingo que el PRI metió reversa

El PRI, como la novela de Marcel Proust, anda en busca del tiempo perdido. O como la canción de Cuco Sánchez, arrastrando la cobija y ensuciando el apellido. ¿En dónde quedó la unidad del PRI?, ¿En los discursos o en el domingo negro del cinco de junio? Y para resolverle los problemas a los priístas locales, les envían un delegado pobre, que, como diría Carlos Hank González, resultó ser un pobre delegado. Como dice el refrán: las desgracias nunca vienen solas. Si en las pasadas elecciones perdieron la gubernatura del estado y la presidencia municipal, ya encarrerado el gato hasta pueden perder el partido. Para que el PRI local no se convierta en “estas ruinas que ves”, se requiere algún priísta que tenga calidad política y moral para poner orden en la devastada casa tricolor. Alguien a quien todos respeten, una figura que rebase a todos los grupos y los deje conformes, que tenga la autoridad para que todos respeten los acuerdos, a este militante se le busca, y se está ofreciendo una recompensa millonaria por los rumbos del Boulevard Domingo Arrieta.

Aunque usted no lo crea, se filtró hace dos domingos que el problema de la dirigencia del PRI estatal , al parecer ya se había resuelto a favor de Héctor Vela Valenzuela. En la mesa del CEN nacional ya estaba la convocatoria, y Enrique Ochoa Reza le había dado el visto bueno. Pero en política, como en todo, del plato a la boca se cae la sopa. Resulta que uno de los finalistas a la presidencia estatal del PRI se dio cuenta de que se estaban violando los estatutos del PRI por millonésima vez. Les hizo ver a los que toman las
decisiones en el centro del país, que no conformes con condenar al partido a un vacío político y falta de liderazgo, les hizo ver otra vez el reclamo que a nueve meses de que Ricardo Pacheco Rodríguez dejara la presidencia del tricolor, la actual dirigencia tenía la obligación, de acuerdo a los estatutos, de en 90 días hacer el cambio de dirigentes del tricolor. Pero la falta más grave, de acuerdo a este finalista, es que se estaba violando el artículo 64, párrafo 3 de los estatutos, porque se pretendía que la Comisión Política citada para ese domingo podría dar a conocer el método a la elección del nuevo presidente del partido sin tener facultades legales para eso, porque los estatutos marcan que el método lo designa el Consejo Político Estatal del PRI, y no la multicitada Comisión Política.

Si esto se hubiera llevado a cabo a tiempo, cualquier militante priísta podría interponer un recurso de impugnación ante el órgano jurisdiccional correspondiente, y ya con el fallo a su favor, el grupo beneficiado con la llegada de Héctor Vela Valenzuela se hubiera quedado vestido y alborotado. La idea de interponer recursos por la violación de los estatutos del PRI siguen latentes, y hay otros que están decididos: si no hay al final los acuerdos necesarios, tomar el edificio del PRI. Otro tema que no es menor: Jorge Clemente Mujica, Enrique Benítez Ojeda y Óscar García Barrón ya están enterados con acuse de recibo, de la designación que se había tomado en la Av. Insurgentes Norte de la Ciudad de México. Pero más allá del tema de los estatutos, ¿ya resolvieron el fondo político? Por supuesto que no. El más preocupado por este asunto debe ser Héctor Vela y el grupo al que representa. Aunque el jura frente a una Virgen y ante un altar que no pertenece a ninguno, incluyendo al de Emiliano Hernández Camargo, el Ingeniero comenta que desde la derrota el PRI los tricolores recobraron su libertad, y que los grupos de los
exgobernadores son cosa del pasado, y que ahora sí, por fin, va a llegar el nuevo PRI. ¡Órale!

¿Aceptarán Enrique Benítez, Óscar García Barrón y Clemente Mujica que gane el grupo que está atrás de Héctor Vela Valenzuela? La verdadera prueba de fuego para los priístas será el tan esperado día D. Dicen en política que a quien saca la cabeza, se la cortan. ¿Esta vez la regla será la excepción? Si la decisión ya se tomó en el centro del país, como siempre sucede, al estilo Jalisco, podría sucederle al partido tricolor que quede como nos dicen cuando vamos al templo en miércoles de ceniza: polvo eres y en polvo te convertirás. En el PRI nunca ha habido unidad, salvo la del grupo cercano al gobernador en turno. Pero los tiempos son otros: ¿o seguirán siendo los mismos que fueron antes de la derrota? En política, los perdedores deben irse a la banca. Y como en el futbol, necesitan que entren los suplentes para ganar el partido.

viernes, 3 de marzo de 2017

¿Qué sigue después de la operación Laguna?, ¿La reelección o el senado?


La clase política mexicana, conocida en el mundo entero por ser una de las más desprestigiadas, parafraseando a Luis Buñuel, ¿será por el discreto encanto del poder? Y no hay que buscar en ningún lugar del país a un integrante de la citada política nacional, aquí en nuestra callada y tranquila ciudad colonial-y ahora agréguele “te quiero culta, te quiero feliz, te quiero segura, te quiero sin baches”…-tenemos políticas y políticos que pueden ser ejemplo a nivel nacional. Uno se sorprende por su hiperactividad, nos preguntamos a qué horas duermen o comen. En una semana pueden viajar a varios lugares de México y del extranjero, pero los vemos tan frescos y rejuvenecidos como una lechuga o como el viejo comercial de un whisky: siempre tan campantes. En resumidas cuentas, solo podemos imaginar que esa vitalidad es por la adicción que sienten por el poder, les da las fuerzas que nosotros los ciudadanos no tenemos. Si acaso nos quedan para ir a una casilla a votar por ellos en un día de elecciones. Ahorita, sin lugar a dudas, el político local del momento es el presidente municipal José Ramón Enríquez Herrera. Como diría el clásico: me tardé doce años en llegar, pero llegué. Desde los tiempos de Ismael Hernández Deras, pasando por el sexenio de Jorge Herrera Caldera, el Dr. Comenzó a construir su proyecto político. Buscó, sin éxito, ser presidente estatal del PRD, que por cierto hoy tiene a dos de sus operadores políticos afiliando a ciudadanos al partido del sol azteca, sobre todo a aquellos que recurren a la Secretaría de Desarrollo Social del Municipio. Todo esto pensando en 2018. El oftalmólogo es un político fuera de serie: mide cada centímetro que camina, en sus planes, apoyado por Juan
Quiñones Ruiz y Rodolfo Dorador Pérez Gavilán, ya tiene su estrategia para seducir a las palomitas blancas vestidas de azul. Y ya con el Partido Acción Nacional y el de la Revolución Democrática en sus manos, a ver quién lo puede parar rumbo a una candidatura a una diputación federal, a una senaduría o mínimo a reelegirse como presidente municipal. Y de ahí, con alfombra roja de por medio, rumbo al Bicentenario…y tal vez termine como Álvaro Obregón, diciendo: “desde aquí veo la Residencia Oficial de Los Pinos”. Sin embargo, no debemos olvidar que la política es como el amor, nada está escrito, uno puede despedirse de la mujer que ama en la mañana, regresar en la noche y encontrarse en la mesa del comedor una nota donde nos dice: adiós, me voy, me enamoré de otro. Así sucede en la política.

El activismo político del Dr. Enríquez no es consecuencia de su responsabilidad como presidente municipal, sino de su proyecto político a futuro. No es ninguna casualidad que haya pensado en la presidenta municipal de Gómez Palacio, Leticia Herrera Ale, para nombrarla presidenta de la CONAMM, capítulo Durango, y mucho menos haberle mandado a hacer un busto a Don Carlos Herrera Araluce a un año de su muerte, porque los políticos, como dice la canción, no te venden un caballo por bueno ni se quedan pobres haciéndote rico. Cualquier líder de la FEUD o del Tecnológico sabe la importancia histórica y política de la señora Herrera Ale en La Laguna. Todos sabemos que es muy difícil que se mueva una hoja en esa región del estado sin su consentimiento. Y, por supuesto, no hay que olvidar que en Gómez Palacio se pueden definir las contiendas políticas del futuro. ¡Lástima, Margarito! La presidenta municipal de Gómez también tiene su proyecto político: ser gobernadora de Durango y así cumplir el viejo sueño de su padre. A la política
lagunera es muy difícil convencerla con el falso canto de las sirenas, o que alguien intente utilizarla o seducirla para lograr sus fines. Las y los que conocen a Leticia Herrera Ale, dicen que ya tomó una decisión: ser la próxima candidata del PRI al gobierno del estado, y ese espacio a nadie se lo cederá, por muy candidato ciudadano que sea.

Por otro lado, el proyecto político del oftalmólogo depende en un 80% de los panistas locales. Como en Durango no hay secretos, se sabe que José Ramón Enríquez está tejiendo para que en su momento sean él y Patricia Flores Elizondo los posibles candidatos a una senaduría. Es público también que José Ramón y Rodolfo Elizondo se hicieron los amigos del alma en la campaña del Dr. cuando buscó la presidencia municipal. Y ha de ser cierto, porque dicen que las amistades se reflejan en la nómina. Patricia Flores Elizondo, en su tiempo fue muy conocida en Los Pinos, y la mujer más influyente del sexenio calderonista. Pero aquí en Durango, aparte de su familia nadie la conoce, y mucho menos tiene trabajo político en el partido. Por otro lado, se comenta que la mayoría de los panistas locales encabezados por Rómulo Campuzano le harán la vida de cuadritos a Juan Quiñones Ruiz, Rodolfo Dorador, Lorenzo Martínez Delgadillo, y al propio Dr. Enríquez, para que no se salgan con la suya y se adueñen por enésima vez del blanquiazul. Ya qué falta para saberlo.

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.