viernes, 1 de mayo de 2015

El PRI local ahora exporta cuadros a otros estados


Cuando se ofrece, los dirigentes priístas locales afirman que tienen militantes y cuadros de lujo para prestar, como sucedió en 2013, cuando se dio, en una especie de contrato de adhesión o de comodato, a distinguidos priístas al Partido Verde Ecologista y al PANAL para que hoy los representen en el Congreso del Estado. Y lo irónico del asunto es que tienen razón. Aunque moralmente no sea correcto, legalmente sí lo es, como dijo el clásico: es correcto pero no está bien.
En ocasiones, los partidos políticos se las arreglan para ir solos en una elección juntos o de manera parcial cuando así conviene a sus intereses. Cuando la ley lo permite, nos aseguran que actúan dentro de un marco de legalidad, y si esto no es bien visto por la sociedad nos salen con que en México hay derecho de opinión, libertad de expresión y que si ellos se quedan con el padre de la Ciencia Política, Nicolás Maquiavelo, también están en su derecho.
Cuando vemos que los priístas estatales cuentan con jóvenes brillantes y talentosos en espera de una oportunidad, nos da la impresión de que dichos jóvenes son víctimas de una explosión demográfico-política, y quizá esa sea la razón por la cual siempre vemos a los mismos de siempre intercambiándose los puestos de elección popular y ahora, cuando en algunos casos se puedan reelegir, que dios agarre confesados a los jóvenes priístas que aspiran, un día, a ser gobernadores de Durango, y no pensar, por ejemplo, en obtener un Premio Nobel de Literatura, de Medicina, Economía, Física o aspiren a ser ganadores del Premio Nobel de la Paz. El problema es que nuestros jóvenes muy rápido aprendieron que el camino más corto para hacerse ricos y famosos es el poder, esos son los valores del capitalismo y de la globalización. Hablando de los priístas locales, es conocida la lucha del fuego amigo, que es el pan de cada día al interior de este partido. Para hablar de ello, citaremos dos ejemplos recientes: el eslogan priísta “Vamos todos juntos” no sabemos hasta dónde sea cierto, por vía de mientras, los operadores políticos del sexenio pasado brillan por su ausencia en las actuales campañas del PRI. Estos se encuentran en el estado de Puebla acompañando a su jefe político, que de paso sea dicho, será muy difícil que le rindan buenas cuentas al PRI nacional, porque el hijo político de Elba Esther Gordillo convertido en actual gobernador y candidato del PAN en 2018 a la presidencia de la república, no se los va a permitir.
Dicen los politólogos que en los partidos políticos no existe la unidad, lo que hay es intereses que identifican a los grupos. El año pasado, la diputada federal por el estado de México, Leticia Calderón, política cercana a Peña Nieto fundó el movimiento nacional de adherentes al PRI, al que se le conoce como Proyecto Nacional Por y Para México. En esta organización cualquiera puede participar, sea o no militante del PRI. Hasta donde se sabe, este movimiento no es del agrado de la cúpula priísta local: tan es así que su dirigente estatal, Carlos Ramírez, recibió un desaire mayúsculo al no ser invitado al famoso Desayuno de la Unidad Priísta a principios del año, con dedicatoria, por supuesto a la presidenta de esta organización, la diputada federal mexiquense Leticia Calderón, la que por cierto en las redes sociales le reclamó a Manuel Herrera Ruiz su falta de tacto y cortesía política para los adherentes a esta organización en Durango. Muy pronto, el dirigente estatal del Proyecto Nacional por México y para México, Carlos Ramírez; Raymundo Andrade, dirigente municipal en Durango; Magda Guerrero en Gómez Palacio; Ramón García en Poanas; Antonio Chávez Ramírez, que se desempeña como secretario general; Giancarlo Bonilla, hermano del diputado local del mismo apellido, los dos cuñados de Adán Soria Ramírez (uno de los operadores del PRI nacional en Puebla) y muchos otros, se dieron cuenta que ni siquiera fueron requeridos como brigadistas para apoyar a los candidatos del PRI.
Carlos Ramírez se ha convertido hoy en un producto de exportación del priísmo local. Actualmente se desempeña como delegado distrital del CEN del PRI en Quintana Roo, trabajando a las órdenes y muy de cerca con el delegado nacional del PRI en ese estado, el exgobernador de Oaxaca Ulises Ruiz, muy famoso a nivel nacional. Por gentes cercanas al Proyecto Nacional por y para México, se sabe que Carlos Ramírez logró colocar a varios de sus compañeros: a unos en Guanajuato con el candidato a diputado federal Armando Bibriesca, ¿recuerda de quién es hijo? Lo mismo hizo en Nuevo León, Puebla, Coahuila, Chihuahua y Baja California. Ya lo dice el refrán: nadie es profeta en su tierra.

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.