Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
viernes, 2 de agosto de 2013
¿Puede la panista Rosario Castro tirar la primera piedra?
Aquel que esté libre de pecado, que tire la primera piedra
Parece asunto de novela, pero todos los partidos políticos en México creen que sus adversarios están en el partido de enfrente. Los del PRD afirman que son el PRI y al PAN a los que hay que sacar de Los Pinos, estos, a la vez, que es al PRD y a Morena a los que hay que impedirles el paso para que lleguen al poder. Pero todos, sin excepción, no se dan cuenta que dentro de sus partidos incuban a sus futuros adversarios, como el título de la película Durmiendo con el enemigo. Algunos analistas comentan que la oposición es casi imposible que acabe con el PRI, que sólo el PRI acabará con él mismo un día quizá muy lejano, pero así sucederá. Existen varios ejemplos: Aquí en Durango, el ex priísta José Rosas Aispuro casi logra quitarles el poder, a nivel nacional, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, también ex priístas los dos y si no fuera por el fraude que le hicieron a Cárdenas, hubiera sido el primero en sacar al PRI de Los Pinos y no Vicente Fox, la historia de Andrés Manuel usted la conoce muy bien. Hay otro ejemplo reciente: el caso de Moreno Valle en Puebla, sólo habría que recordarle a los partidos políticos y a las cúpulas que los manejan la metáfora del caballo de Troya y no lo vayan a confundir con el moro de Cumpas.
La otrora influyente y poderosa panista Rosario Castro ha puesto en la mesa derivada de sus declaraciones la doble moral de los políticos: Cuando ganan se quedan callados y cuando pierden
buscan a los medios de comunicación para lavar la ropa sucia en la calle y no en la casa, como son los deseos de Víctor Hugo Castañeda, el dirigente estatal del PAN. ¿Qué hubiera pasado si triunfa la alianza PAN-PT?, ¿Estaría la política panista haciendo leña del árbol caído? Por supuesto que no, porque los ganadores viven en las nubes y en el cielo por un tiempo, y los perdedores lo hacen en la tierra y en el infierno el mismo lapso. Los mismos panistas le han revirado a su compañera de partido que para hablar hay que tener la lengua larga y la cola corta, al menos así le contestó el influyente panista Rodolfo Dorador, recordándole además que ella y su familia han sido de los más beneficiados de su partido. Razón no le falta a Fito Dorador. Rosario Castro afirma que desde hace 23 años el partido del PAN no pasaba por una crisis así, ella y sus más cercanos familiares durante todo este tiempo gozaron de fortuna y poder hasta el sexenio de Felipe Calderón, a lo mejor ignoramos que todo el salario que percibió lo donó a obras de beneficencia pública, razón por el cual ni siquiera ha podido pagar las cuotas a su partido, por eso le recuerdan sus compañeros que tiene derechos, pero también obligaciones, situación que la tiene con un pie fuera del PAN y el otro dentro del PRI de acuerdo a fuentes bien informadas.
Quizá Rosario Castro tenga razón en lo que dice, pero su problema es como el de muchos políticos: no pueden tirar la piedra y esconder la mano. Ejemplo: no hace mucho tiempo, uno de los mejores oftalmólogos del país metido a político, el doctor José Ramón Enríquez nos daba cátedra acerca de la falta de democracia al interior de sus partidos, postura que en su momento apoyamos. Lo mismo decía del nepotismo al interior de los partidos y a la hora
de gobernar, ¿pero lo podrá hacer ahora? Esto no debe sorprendernos, los políticos nunca dicen lo que piensan ni hacen lo que dicen, cuando están fuera de las mieles del poder o del presupuesto, critican todo, pero cuando llegan hacen lo mismo y hasta lo superan. Por estas conductas y otras cosas es que la sociedad no cree en los partidos ni en los políticos, esa es la razón por la cual en Durango y en el país la gente no sale a votar, pero es cierto también que por no ejercer nuestro derecho al voto una clase privilegiada junto con los poderes fácticos, es la dueña de México.
Dice el refrán que cada quien habla de la feria como le fue en ella. En política pasa lo mismo. En el fondo, lo que sucede con Rosario Castro es que en esta coyuntura electoral ella deseaba ser diputada federal por la vía pluri, o mínimo candidata a presidenta municipal. Las cosas no sucedieron así, y ahora les ve a su partido y a Víctor Hugo Castañeda todos los defectos, ¿A quién culpará la señora Rosario Castro de la derrota panista en el 2012?, ¿También a Víctor Hugo? Hasta donde se sabe, la llegada del Partido Acción Nacional a Los Pinos en el año 2000 se pactó desde Carlos Salinas vía Diego Fernández de Cevallos, y la salida de la residencia oficial, con Felipe Calderón. Una vez escuchamos decir a un priísta de altísimo nivel lo siguiente: “Las elecciones no se ganan, se pactan”, ¿tendrá la razón?
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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