domingo, 11 de agosto de 2013

Que el campo esté abandonado no significa que haya desaparecido

¿En qué momento comenzaron el olvido y el abandono del campo mexicano?, ¿Terminó junto con el desarrollo estabilizador de finales de los 60’? La respuesta sólo los expertos en temas del campo y agrícolas nos la pueden dar, y mientras esto llega, daremos nuestros puntos de vista. Todos los días escuchamos o leemos en los medios nacionales las famosas reformas estructurales, sobre todo la energética, que como diría el poeta López Velarde: Ese gran negocio que nos escrituró el diablo. Claro, hay que decirlo, al final los dueños serán sólo unos cuantos, entre ellos, para variar, Carlos Slim. La otra, la reforma hacendaria, la cual sin lugar a dudas será probada para cobrar el IVA en alimentos y medicinas, los caros privilegios fiscales no serán tocados, para eso está PEMEX, para que siga cargando toda la carga fiscal del país, para mantenerlo como está al día de hoy: Técnicamente quebrado, pero con trabajadores de cuello blanco y líderes multimillonarios que dan tema para seguir escribiendo la novela negra de la corrupción. Muy pronto lo entregarán a capitales nacionales y extranjeros porque el Estado mexicano fracasó con su política petrolera. ¿Pero y en el campo mexicano no están los planes de una reforma estructural?, ¿Está bien como está, importando millones de alimentos y granos porque no producimos lo suficiente para el consumo nacional y exportar? Ya es tiempo de invertirle recursos en serio al campo mexicano y no estar pensando que la reforma energética sea la solución de este país. No podemos evitar recordar la frase de José López Portillo: “Hay que prepararse para administrar la riqueza” Por supuesto, dicha riqueza la van a administrar los Romero Deschamps, los Carlos Slim y los de apellidos extranjeros. Para bien o para mal, la CNC es el principal organismo a nivel nacional que tiene organizados a los campesinos, a medianos y pequeños productores. No quiere decir que sea la única, pero sí es la más importante. Lo que sucede en ocasiones es que son tantos los rezagos del campo de México, que todos los programas y las inversiones que se logran aterrizar son insuficientes, de ese tamaño es el problema para hacerlo productivo, como lo son los agricultores en Estados Unidos, que producen autosuficiencia alimentaria en granos y alimentos y les sobra para exportar, como lo son los agricultores de Sinaloa, agricultores de primer mundo, ¿por qué no pasa lo mismo en el resto del país? Durango, por ejemplo, tiene una de las regiones productoras de frijol más importante del país, el problema es que dependemos de que llueva para producir. A Durango le urge y requiere, en serio, una política hidráulica de fondo, los estudios respectivos existen, a eso es a lo que hay que invertirle también. Hace apenas unos días, en la Ciudad de México, el líder nacional de la CNC, Gerardo Sánchez García, echó la casa por la ventana al lograr reunir a una parte importante de la clase política nacional, donde estuvieron reunidos la mayoría de los diputados federales de la CNC, así como sus senadores, para tratar el delicado estado en el que se encuentra el campo mexicano por la falta de políticas públicas, seguiremos en el círculo vicioso: darle una aspirina al cáncer del campo mexicano. El diputado Rubén Escajeda Jiménez fue el orador principal para darles la bienvenida a los altos protagonistas de la política nacional. Les recordó a políticos como Manlio Fabio Beltrones, Ramírez Marín, Pedro Joaquín Coldwell, Felipe Solís Acero, Enrique Martínez y Martínez y a César Camacho Quiroz, entre otros, con el estilo de decir las cosas que posee el de San Juan del Río; suave pero fuerte, así como dijo César Camacho Quiroz: “Sin la CNC no hay PRI”. Escajeda Jiménez completó la frase diciendo: Tampoco sin el campo mexicano hay posibilidad de país. Lo que el senador Gerardo Sánchez García está intentando hacer es que la CNC regrese a los viejos tiempos, cuando los campesinos al interior del PRI tenían voz y voto, el líder nacional de esta organización campesina se ha echado a cuestas la tarea de que Enrique Peña Nieto los tome en cuenta y no los pierda de vista. Para ello cuenta con cuadros de lujo en la actual legislatura, tal vez Gerardo Sánchez quiera recordarles a sus compañeros de partido, sin decirlo, que los campesinos no sólo sirven para los tiempos electorales. Con voluntad política se ha demostrado que se pueden hacer muchas cosas, por ejemplo la supercarretera Mazatlán, que en el futuro puede ser muy importante, pero si no producimos, sólo veremos pasar por la carretera a quienes sí los hacen y a los turistas. Si Durango fue el impulsor de este proyecto, debe ser el más beneficiado. Es tiempo de mirar al campo mexicano y en particular al de nuestro estado, que por el éxodo de los campesinos, el campo mexicano parece un fantasma, y no sólo ver al petróleo o al otro gran negocio: las telecomunicaciones. Si únicamente se le siguen aplicando políticas asistenciales al campo, sólo se prolongará su agonía, la palabra la tienen líderes de la CNC como Gerardo Sánchez García y Rubén Escajeda Jiménez: Votar o producir, he ahí el dilema.

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.