El Bicentenario: El otro testigo de
la alternancia.
ÁLVARO SANJUÁN
“El mundo que es un gran puerto donde unos llegan y
otros se van”
Cuco Sánchez
Compositor
El miércoles pasado los medios de comunicación fueron
convocados a una histórica rueda de prensa, el motivo, dar a conocer de manera
oficial, la entrega-recepción entre un gobierno del PRI que deja el poder
después de más de 80 años de ejercerlo, y por otro lado, el PAN y el PRD que
seguramente tendrán un nuevo estilo de gobernar ese es, el compromiso que
tendrán que cumplirle a la sociedad. En otras ocasiones habíamos visto en
ruedas de prensa juntos a un gobernador constitucional y al otro gobernador
electo, pero siempre del PRI donde se cumplían las formalidades del caso,
quedaba todo en familia, todo era felicidad y como hermanos, cumplían el ritual
mientras la maquinaria les funcionó.
Sin embargo en esta ocasión como diría José Alfredo: “Pero se
sentía el ambiente muy cerquita del infierno” rondaba el fantasma del 2010, la
herida que jamás logró cerrarse un ex priísta que regresó en 2016 para
reclamar, lo que le habían negado: convertirse a partir del próximo 15 de
septiembre, en gobernador constitucional
del estado nos referimos, a José Rosas Aispuro Torres. Cada quien puede hablar
de la feria como le fue, o ver el vaso medio lleno o medio vacío y en el caso,
de la entrega-recepción de la que hablamos, no es la excepción es decir, como
la ven los que se van y como la miran los que llegan. Hay una ventaja en todo
esto: Adrián Alanís Quiñones es un viejo conocido de las cúpulas del PRI y del
poder, será uno de los encargados por parte del gobernador electo y el otro,
Carlos Maturino, uno de los colaboradores políticos más cercanos a Rosas
Aispuro encomienda que se ha ganado a pulso para estar junto con Adrián, en el
equipo de entrega-recepción el que sin duda, conforme se den a conocer otros
nombres dará mucho de qué hablar.
¿Pero más allá del aspecto técnico administrativo del tema,
de la entrega-recepción que otro significado puede tener? Sin duda: el mensaje
político que el nuevo gobierno pueda mandar, a la sociedad de que ahora sí, las
cosas serán diferentes, que la alternancia no fue, una llamarada de petate
electoral o la famosa frase del gatopardismo, que todo cambie para que todo
siga igual. La entrega- recepción tendrá que ser cuentas claras, amistades
largas. De lo contrario, podría haber problemas en el futuro. No se trata, del
inicio de una cacería de brujas, pero tampoco de que sea, una transición de
terciopelo, tampoco de venganzas o de ajustes de cuentas. Se requiere que Rosas
Aispuro de señales de su discurso de campaña, de que habrá transparencia en
todos sus actos de gobierno, y que lo harán de frente a la sociedad porque
todos esperamos una nueva cultura política y un nuevo estilo de gobernar. La
gente que votó el pasado 5 de junio lo hizo por un ¡YA BASTA! un hasta aquí, se
fue a votar también parafraseando a José López Portillo: ya nos cansaron, ya no
nos volverán a cansar.
Da gusto ver, en el gobernador Jorge Herrera Caldera a un
hombre que sabe de política, que aprendió del oficio del poder, tiene tablas y
es cuidadoso de su discurso. Un José Rosas Aispuro contento pero tranquilo, y
se percibe que no será de los que van a perder el piso o gobernará desde las
nubes, tal vez entiende que el poder no hace Dios a ningún hombre. La sociedad
puede estar tranquila: Jorge Herrera Caldera y José Rosas Aispuro dieron prueba
de civilidad política, de la madurez que les ha dado sus respectivas carreras,
y lo más importante, que seguirán respetando la voluntad de la sociedad.
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