¿Llegará la alternancia a la velaria?
ÁLVARO SANJUÁN
“El descontento es el primer paso en el progreso de un
hombre o una nación”
Oscar Wilde.
Seria frívolo pensar que una alternancia política es, un
partido que desplaza a otro para gobernar y No el fin que se pretende: el
nacimiento de una nueva sociedad. Si esto no se logra, de nada nos servirá lo
que sucedió el 5 de junio. La democracia no es, ir a votar cada tres o seis
años, la democracia significa un concepto más amplio, porque abarca todo lo que
acontece en una sociedad, que requiere
de democracia en su economía, educación, justicia, arte, cultura, libertades
individuales y colectivas de esto y más, se trata la alternancia por la cual,
fuimos a votar. También lo hicimos por el respeto a nuestra dignidad, sin
importar que oficio tengamos y que nos paguen por él, pero no se debe confundir
que como personas, se nos compra.
La comunidad cultural y artística de Durango, por muchos años
ha luchado, por liberarse de las políticas culturales que ejercen, los del
poder en turno. Esto, ha traído como
consecuencia, lo que se conoce como el síndrome de Moctezuma: que
confundió, a los conquistadores españoles con el regreso del Dios Quetzalcóatl.
Se rindió, y comenzó con ello, el
principio del fin del imperio Azteca. Nos da la impresión que esto lo padecen
también, quienes manejan la velaria, el festival Ricardo Castro o el Revueltas.
Ellos también se rinden ante las mafias que manejan los espectáculos en las
ferias y palenques del país, si usted checa este dato, se dará cuenta, que son
los mismos en todos los estados de la república, para ello, reciben la gota de
ayuda de Televisa y Tv Azteca faltaba más, faltaba menos. Esto en realidad, no
sería importante si los artistas locales
que se presentan, en estos escenarios no
sufrieran en carne propia la conducta que asumen los responsables, ellos
piensan, que contratando “estrellas” y pagándoles cifras millonarias resuelven
todo, por eso, los enormes talentos que hay en Durango solo son utilizados como
relleno. Los organizadores declaran a
los medios, que miles de artistas duranguenses son la parte fundamental ya sea
en la velaria, el festival Revueltas o el Ricardo Castro.
¿Pero qué pasa en realidad? Los artistas duranguenses son
tratados comparados con los que viene de fuera, como artistas de segunda,
tercera o cuarta categoría. Nosotros le podemos contar historias que muy pocos
conocen: lo que sucede tras bambalinas. No importa que artista o que grupo se
presente en estos escenarios, la política es la misma, les pagan millones de
pesos, los tratan como divos aunque no lo sean y no falta quien exija ser
tratado como si fuera Dios. Les cumplen
todos sus caprichos y si no es así, amenazan con no subir al escenario
¿Y quién cree usted que paga los platos rotos? Ya adivinó: los artistas locales.
Los teloneros por ejemplo, en ocasiones tienen que cantar con audio de tercera
o sin él, porque los “ingenieros” de sonido tienen la instrucción de que todo
el escenario y el audio es para el cantante o grupo que viene de fuera porque
solo así, pueden ser escuchados en toda la velaria de lo contrario, serían un
fracaso o mejor dicho, un fraude. El equipo que usted escucha cuando va al a
velaria se renta en varios millones de pesos, para variar, con el dinero de nuestros
impuestos. Tan artista es el intérprete local como los que vienen de Tepito y
dicen que son de nacionalidad colombiana, argentina, española o rusa. Como
dicen los clásicos: ni en la velaria hay piso parejo. Lo único que falta, es
que a los cantantes de Durango les pidan que se presenten acompañados con un
karaoke.
La comunidad artística de Durango, espera que en el futuro
las cosas sean diferentes. Pero si no se lucha por ello los medios artísticos y culturales seguirán igual. La CNTE, tiene paralizada casi toda la actividad económica del sur y del
sureste del país y aquí en Durango, queremos que todo nos caiga del cielo, que
nos lo de la alternancia o el día 28 de diciembre. No nos gusta decirlo; pero
tal parece, que somos masoquistas culturales, nos tratan con el pie y lo
aceptamos. sino se lucha por la dignidad como artista y el respeto a la
persona, ni mil gobernadores como José Rosas Aispuro podrán resolver nuestros
problemas. El respeto se gana, no hay quien te lo regale de lo contrario,
seremos cómplices de lo que nos sucede.
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