La circunstancia del PRI, y el
presidente que necesitan
ÁLVARO SANJUÁN
“El que se va se calla”
Francisco Ramírez Acuña, ex secretario de gobernación.
Hoy los priístas del estado después del domingo negro, están
pensando en la segunda etapa: la disputa por el partido. La lógica apunta al
bicentenario, y por los rumbos del Mezquital. De fuentes bien informadas,
aseguran que los grupos históricos al interior de este partido, ya están
pensando en la tercera vía, ni el grupo del Mezquital ni el del bicentenario,
sino todo lo contrario. Da la impresión de que los tricolores andan por las
calles arrastrando la cobija, culpándose unos a los otros, creemos que con la
derrota que sufrieron nadie puede tirar la primera piedra, todos pusieron su
granito de arena y su gota de ayuda, para que esto pasara. Deben aprender a
vivir con los nuevos tiempos porque el poder también significa, la gloria y el
infierno.
Se ha dicho en círculos políticos, que Carlos Matuk el
controvertido político, empresario y líder de la CNC es el favorito, del
bicentenario y que Adán Soria Ramírez se la juega con la cuadra del Mezquital
¿Cuál es, el riesgo de estas dos propuestas? Como si ya lo estuviéramos
viviendo: el tema se puede polarizar. Y sino se miraron, en el espejo de Lety
Herrera y Esteban Villegas, que Dios agarre confesado al PRI. Para no caer en
los mismos errores, como diría José Alfredo hay un grupo de distinguidos
priístas viejos lobos de mar, que se inclinan por el diputado federal Oscar
García Barrón, conocido por todos priístas del estado y no solo, por el sector
campesino al que siempre ha pertenecido. Desde hace mucho tiempo, Oscar no es
bien visto por las altas esferas del poder lo paradójico es que, García Barrón
no tiene cola que le pisen, lo avala una carrera política de muchos años, no
tiene pelos en la lengua, en ocasiones por su estilo crítica y pisa callos al
interior de su partido el PRI, y quizá por no ser, el favorito del bicentenario
o de los rumbos del Mezquital, esto lo pueda favorecer.
Los del PRI tienen que ir pensando quien es el militante que
puede sacar al “ buey de la barranca”, el protagonista indicado para regresar
al poder dentro de seis años, que pueda ser factor de ayuda en el 2018, porque
desde ahora, corren el riesgo de que por segunda vez pierdan la presidencia de
la república. Los priístas locales, están obligados a armar el rompecabezas que
les dejó, la pasada elección. En la derrota que tuvieron mucho tuvo que ver, la
soberbia del mismo candidato y la de su círculo más cercano, ya se soñaban
despachando en la secretaría general de gobierno, educación, salud, cultura,
economía, SEDESOE, SAGADER, y los más modestos en la FENADU o transportes del
estado. El futuro del PRI estatal es como dice el título de una telenovela: nada
personal. El general Villa tenía una frase para no perder una batalla, si nos
vamos cada quien por nuestro lado nos van a colgar del primer poste, peo si
vamos todos juntos van a batallar más, esa es la moraleja.
Los tricolores no deben ver en su derrota un funeral. Parafraseando una vez más a
Maximiliano Silerio Esparza, perdimos la gubernatura pero ganamos el partido.
Si Oscar García Barrón es garantía, en estos momentos de crisis donde se
requiere la unidad aunque no sea monedita de oro, no se olviden, que en los
partidos políticos no se realizan concursos de belleza o de simpatía, en
política aunque sea doloroso solo existen realidades, de lo contrario, si la
derrota dividió al PRI entre leales y
traidores como ellos mismos afirman, sin la figura indicada pueden terminar al
final, igual que la canción que compuso Wello Rivas “Cenizas”. Ya se dieron
cuenta de que nadie sabe el bien que tiene, hasta que lo ve perdido. Lo dijo el
clásico, el que avisa no traiciona.
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