¿Regresarán los chapulines al sindicato de trabajadores de salud?
ÁLVARO SANJUÁN

Todos lo tenemos presente: antes de que la reforma electoral legalizara lo que se conocía como la ley chapulín, nuestros diputados, senadores y hasta nuestros presidentes municipales, se dieron gusto con mexicana alegría de esa práctica, así los podíamos ver por ejemplo en la cámara de diputados y en otras en la de senadores solo era cuestión de tiempo según fuera el caso.  Como lo ciudadanos debido a que los bautizaron como trapecistas o chapulines optaron por lo más sencillo: la Constitución les da facultades para hacer las leyes entonces, se pusieron de acuerdo para terminar con el amasiato político que tanto les criticó la sociedad. Por esta razón, lo único que hicieron fue legalizar el chapulinaje y ahora, seremos testigos de la reelección de presidentes municipales, diputados locales, diputados federales y senadores de la república. No se sorprenda si en el futuro tengamos diputados y senadores vitalicios.
Con la distancia y los matices del caso, en el sindicato del sector salud la enfermera Bernarda Pérez, no desentona con la democracia que llegó a Durango para quedarse en todos los ámbitos de la vida pública incluyendo, por su puesto las instituciones públicas que son los sindicatos. Narda como se le conoce, bien podría ser una distinguida discípula de Elba Esther Gordillo pretende una vez más, dirigir el sindicato de los trabajadores del sector salud por cuarta ocasión. En el pasado reciente ya fue secretaria del sindicato por nueve años, en una de ellas hasta se dio el lujo de reelegirse lo logró de manera arrolladora, pero esto se debió al repudio de los trabajadores y a aquellos, que tenían las intenciones de participar en la contienda, Narda fue quien   se registró y su triunfo ni Obama lo obtuvo porque fue candidata única. El círculo cercano de la polémica y controvertida enfermera aseguran que admira a Plutarco Elías Calles del que se decía: aquí  despacha el presidente y el que manda vive en frente. se comenta esto, porque la última vez que ya no pudo seguir frente al  sindicato intentó poner, a su delfín un doctor de apellido  Picasso y seguir siendo ella “la jefa máxima”.
¿Podrá el chapulín colorado defender a los trabajadores de la secretaría de salud? Lo vemos difícil: la mayoría de los integrantes del sindicato de salud, afirman que Narda está utilizando en su discurso de campaña una de las frases del poeta Joaquín Sabina, que las mentiras parezcan verdades. Aseguran que la enfermera pregona a los cuatro vientos que regresará al sindicato de sus amores, porque cuenta con el apoyo del gobernador electo José Rosas Aispuro ¿Le creemos a Narda? ¿Usted le cree? Nosotros tampoco. La enfermera a pesar de haber sido una pésima dirigente sindical, en su tiempo se le acusó de manejar las plazas y el escalafón como si fueran de su propiedad por eso, Rocío Maldonado en varias ocasiones tomó las instalaciones de la secretaría de salud Rocío luchó, para hacer un sindicato alterno al de Narda y si no lo logró, fue por las trabas legaloides que le pusieron en el camino tanto a nivel estatal como nacional. En esta coyuntura surgió el doctor Guillermo Burciaga el actual secretario general del sindicato, quien le ganó al delfín de Narda pero más allá de este hecho, los trabajadores le cobraron la factura a la enfermera que tanto daño le hizo al sindicato, porque una cosa es, que los estatutos le permitan intentar regresar a Bernarda Pérez y otra que los trabajadores se lo  vayan a permitir.
En esta ocasión la enfermera no será candidata única como sucedió cuando se fue por la libre aprovechando un vacío legal en los estatutos, ya se le apareció en el camino el doctor Martín Rocha médico al que avalan los que teniendo derechos legítimos y calidad moral, para registrarse como candidatos declinaron a su favor y por si fuera poco, formaron el frente: todos unidos contra Bernarda. Si la sociedad ya demostró que si se puede, los trabajadores de la secretaría de salud no podrían ser la excepción. La ola de la democracia también tiene que llegar a la vida sindical porque será muy grave que Bernarda ande engañando a los trabajadores con el petate del muerto que tiene el apoyo del más alto nivel y más grave sería aún, que fuera cierto. No sería un buen mensaje.