Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
domingo, 10 de enero de 2016
¿Quién ganó al final?, ¿la cuadra del Bicentenario o la del Mezquital?
“Pero no hay que llorar, hay que saber perder, lo mismo pierde un hombre que una mujer”
-Pedro Flores, compositor
Las paradojas del mundo de la política: el poder es para ejercerlo, pero en ocasiones no queda de otra, se tiene que compartir. Los equilibrios en política son necesarios, de lo contrario se pone en riesgo la gobernabilidad. Fue por eso que Enrique Peña Nieto entendió que Manlio Fabio Beltrones era el indicado para dirigir el PRI y no Aurelio Nuño, como muchos lo daban por hecho. En los sistemas de las democracias modernas ya no hay espacios para las dictaduras, y si no que le pregunten al actual presidente de Venezuela. Tampoco hay espacios para el autoritarismo, porque tarde o temprano se pagan las facturas. Los grupos políticos de la post revolución, como el que encabezaron los sonorenses Plutarco Elías Calles y Álvaro Obregón, por no querer compartir el poder acabaron aniquilándose entre ellos y así han existido otros y han terminado en lo mismo. Los tiempos de los caudillos y de los caciques políticos en pleno siglo XXI ya no son posibles.
Otro de los mitos de la política mexicana es el Maximato que ejerció Plutarco Elías Calles, al que el General Lázaro Cárdenas del Río le dio la estocada final. Pero en los estados siguió habiendo jefes políticos y caciques, como Rubén Figueroa en el estado de Guerrero o Gonzalo N. Santos en San Luis Potosí, el famoso “alazán tostado”. Aquí en el estado de Durango los historiadores nos podrán sacar de la duda de si han existido estos cacicazgos, quiénes fueron y en qué regiones sentaron sus reales. Lo que sí sabemos todos es que con Ismael Hernández Deras emergió en Durango una nueva generación de políticos, o si usted prefiere llamarlo grupo político, que hasta el día de hoy está vigente. Viene al caso porque con el arribo de Esteban Villegas Villarreal como candidato a la gubernatura por el PRI y la del virtual candidato a la presidencia municipal de Durango, Manuel Herrera Ruiz, ha llegado quizá la culminación política de ese grupo. Esteban, Meño y Otniel García Navarro, entre otros, están llamados a ser, en su momento, la segunda etapa del grupo que fundó Ismael, porque el ciclo del senador, por las leyes de la dialéctica política ya se cumplió, y a esa ley del poder nadie escapa. Es decir, se nace, pero también se muere.
No hace mucho se decía que la designación del candidato del PRI a gobernador vendría del centro del país, al final no fue así y se tomó en el Bicentenario. Sin duda, la designación del candidato priísta representa una victoria política del jefe político del PRI. Resuelto este asunto, quedaba pendiente la candidatura para presidente municipal. En esta negociación para llegar a acuerdos hubo también desacuerdos y “haiga sido como haiga sido”, Meño Herrera fue el que recibió el regalo del niño Dios, los demás tuvieron que esperarse hasta los Reyes Magos para saber qué les habían traído. Con Esteban Villegas no hay duda, pertenece a la cuadra del Bicentenario. Con Meño Herrera está en el aire: ¿a cuál de las dos cuadras pertenece en realidad?, ¿a la del Mezquital o a la del Bicentenario?, ¿a ninguna de las dos? Eso en los próximos días lo sabremos. Lo que sí es cierto es que a los del Mezquital, salvo algunas presidencias municipales y diputaciones locales, ya no les dio para más, y no quiere decir que se hayan quedado en la calle, por ahí los veremos en los próximos días haciendo la talacha a favor de Esteban Villegas.
Para los politólogos locales, “ganó el zaino de Agua Prieta y perdió el moro de Cumpas”. En Durango no sucedió lo que en Nuevo León, donde Rodrigo Medina “no tuvo tiempo de montar a su caballo”. Aquí en Durango el jefe político del PRI se dio el lujo de nombrar a su sucesor, cosa que varios colegas suyos no lo podrán hacer en sus respectivos estados, y nos referimos a en donde hay gobiernos emanados del PRI. El candidato Esteban Villegas ya superó a uno de sus maestros, solo le falta superar al maestro que lo inició en la política.
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
Villegas llega a candidato para perder, así Gamboa Patrón, amigo del Guero, le pone un cuatro al gobernador que financió en parte el filme La Dictadura Perfecta, y por eso le mandan al pariente de Ema Coroneo Aispuro un asesor como Adrian Alanis.
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