¿Le apostará el PRI a quedar dividido o a la tercera vía?

Antes de que Manlio Fabio Beltrones fuera nombrado el candidato de unidad para ocupar la presidencia nacional del PRI, se escuchaban los nombres de César Duarte, Enrique Martínez y Martínez, Aurelio Nuño y el mismo Manlio Fabio. ¿Qué le hizo dar marcha atrás a Peña Nieto para decidirse por Manlio y no por Nuño? Seguramente se dio cuenta de que el favorito y más influyente de Los Pinos, el joven Aurelio, no era ni el hombre ni la circunstancia, porque en política estas son las que mandan y no las agendas personales. Valga esto como referencia para decir que, bien o mal, Manlio Fabio Beltrones fue el hombre indicado por el momento que vivirá el PRI en 2016 y 2018. Al interior del PRI, Manlio Fabio es temido y querido pero todos lo aceptan, porque comparado con Aurelio Nuño, el hombre más poderoso de Los Pinos, todavía no había nacido y Manlio ya hacía política en el PRI y, hasta donde se sabe, el Consejero de la Presidencia de la República ni siquiera está afiliado al partido.
Con sus matices, creemos que los priístas de Durango hoy en día se encuentran en una encrucijada por el dilema de Shakespeare: Esteban o Lety, Lety o Esteban. Esta historia nunca la habían vivido los tricolores locales. El punto es que Lety quiere ser la candidata y Esteban el candidato, y ninguno quiere ceder. No sabemos qué hay en la mente ni el corazón del jefe del PRI y del estado, lo que sí podemos asegurar es que quien despacha en el Bicentenario no pondrá en riesgo los más de 80 años de gobiernos priístas, ni arriesgará “haiga que hacer lo que tenga que hacer”, para que el PRI no se balcanice o se polarice. El jefe real del tricolor sabe que en la decisión final no estarán presentes caprichos o gustos personales, de lo contrario el próximo huésped de los rumbos de la colonia Obrera podría ser de otro partido y después, para sacarlo, ya sabemos que al PRI le costó 12 años hacerlo con el PAN en Los Pinos, y aunque no fueron muchos, no deja de ser, para la historia del tricolor, un prietito en el arroz. Y por supuesto, como dice el refrán: al PAN quién le puede quitar lo paseado.
Si usted habla con los operadores de Esteban Villegas, le dicen: no hay duda, él es el candidato. Igual con la gente cercana al círculo de la senadora afirman lo mismo: ella es la candidata. Héctor Arreola Soria, que también aspira al Bicentenario va un poco más lejos y dice: “ya me siento gobernador”. Los que trabajan a favor de Ricardo Pacheco andan echando la casa por la ventana, porque el presidente del CEN nacional del PRI lo quiere como a un hijo, y a Gamboa Patrón lo quiere como su “hermanito”. Adán Soria Ramírez, al que ya se le conoce como el “hijo desobediente del PRI”, la base de apoyos con la que cuenta en casi todos los municipios del estado lo comentan recio y quedito: que si los brazos de su partido lo desprecian, los de la candidatura independiente lo están esperando. A propósito del expresidente municipal, priístas del más alto nivel, afirman en privado que Adán Soria Ramírez no les preocupa, porque si no calma sus ansias de novillero, le van a sacar un “guardadito” parecido al que tuvo recién dejó de ser presidente. Ya qué falta para saber de qué se trata.
Dice el refrán: hay muertos que no hacen ruido y es más grande su penar, o aquel que dice que los últimos serán los primeros. No hay que descartar ni olvidar a Carlos Matuk y a Rubén Escajeda Jiménez, los cuales estarán de manteles largos a mediados de semana, con su Congreso Nacional de la CNC, del cual ya se anunció que vendrá Enrique Peña Nieto y probablemente Manlio Fabio, figuras importantes del gabinete y la crema y nata de la política nacional. De Carlos Matuk y Rubén Escajeda se dice que la CNC nacional los apoyará llegado el momento, y que este Congreso tiene mucha cola y colmillo político retorcido. A final de cuentas, estos dos personajes de la CNC representan un tanque de oxígeno para el jefe político del estado.