viernes, 24 de julio de 2015

El gobierno cría cuervos que después le quieren sacar los ojos


“No te pago para que me pegues”
-José López Portillo
Para conservar el poder por más de 70 años, los priístas han tenido que pagar facturas muy caras a los sindicatos, entre ellos al de los petroleros y al de los maestros. Recordamos, en el caso del Sindicato de Trabajadores al Servicio de PEMEX, a Joaquín Hernández Galicia, conocido como “La Quina”, que por muchos años fue el consentido del poder y de los presidentes de la república en turno, por la corrupción descomunal que ahí ha existido, de la cual todos los hombres del poder sacaron beneficios políticos y económicos. El fin de la Quina comenzó con las diferencias que tuvo con Miguel de la Madrid Hurtado, y estas se reflejaron con la candidatura de Carlos Salinas de Gortari, ya que el de Ciudad Madero, Tamaulipas, Hernández Galicia, apoyó a Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a presidencia de la república, y si Cárdenas no fue presidente se debió al fraude electoral más grande y cínico del que tengamos memoria. Ahí quedó marcado el destino de la Quina, y Carlos Salinas se encargó del resto: historia que todos conocemos.

Debido al megafraude electoral, a Salinas le urgía legitimarse. La ayuda de Vicente Fox y de Diego Fernández de Cevallos no le fue suficiente: necesitaba decirles a los líderes de los sindicatos “no se hagan bolas, en este corral yo mando, no se vayan a equivocar”. Salinas es un político que ni olvida ni perdona. Nunca perdonó a la Quina, como no creemos que haya perdonado a Ernesto Zedillo por el asunto de su hermano incómodo. El otro  que pagó los platos rotos del fraude que le hicieron a Cárdenas Solórzano fue el líder sindical Carlos Jongitud Barrios, dirigente que le sirvió al sistema. Con Jongitud Barrios,  Carlos Salinas se portó más benévolo, solo le dijo: “copelas o cuello”, y el poderoso líder de los maestros en ese momento le entregó el sindicato y Salinas a la alumna más destacada de esta época: Elba Esther Gordillo, y como la política es un pantano del cual es muy difícil no salir manchado, la maestra no fue la excepción. De la mano de los laberintos y redes del poder, convirtió  el SNTE en el sindicato más poderoso de América, pero también en el más corrupto, porque el gobierno le dejó en sus manos manejar, a través de terceras personas, la Secretaría de Educación Pública. Asunto grave, pero así fue porque el gobierno así lo quiso. El gobierno no es tan inocente como nos han querido hacer creer, en el pecado han llevado la penitencia: primero dejan que a los cuervos les crezcan las alas y luego se las cortan, con la intención de justificarse ante la opinión pública, cuando la verdad es que si un líder ya no les sirve lo hacen a un lado o lo encarcelan, que no ha sido el caso concreto del actual líder petrolero Carlos Romero Deschamps.

Hoy que Oaxaca está en el ojo del huracán porque al fin el gobierno federal-y no Gabino Cué-, decidió desaparecer el Instituto de Educación del Estado de Oaxaca para quitarle el manejo de los recursos financieros a los líderes de la CNTE de ese partido. Este asunto no sabemos cómo terminará, sobre todo porque también es un tema político. Ni siquiera Florencio Rodríguez nos podría dar un pronóstico al respecto. Suponiendo que el problema fuera el Instituto de Educación de Oaxaca, ya desaparecido, ya sin recursos financieros, ¿los mencionados líderes volverán dar clases frente a grupo?, ¿muerto el perro se acabó la rabia?, ¿fue la solución haber llevado a la cárcel a Elba Esther Gordillo?, ¿ya no existe corrupción en el SNTE? Por supuesto que sí. Los miles de millones de pesos de los maestros que ingresan al SNTE , anualmente hasta el día de hoy nadie sabe si han sido auditados. Lo que sí sabemos es que el SNTE sigue teniendo su partido político para seguir apoyando al PRI. Y ya que hablamos de ese partido, nos enteramos de que en la nómina del desaparecido Instituto de Educación del Estado de Oaxaca estaban distinguidas y distinguidos miembros del PRI de Oaxaca, así como funcionarios públicos, presidentes municipales, diputados y hasta regidores. ¡Y nosotros que creíamos que solo los de la CNTE se despachaban con la cuchara grande en esa nómina!

En el tema de la CNTE, existen responsables y también culpables. El estado mexicano tiene las facultades que la propia ley le otorga para ser el rector de la educación en México. El encargado de ello es el secretario de educación pública. Si el modelo educativo en México ha fracasado, no toda la culpa es de los maestros, o al menos no son culpables de que el SNTE sea un apéndice electoral del gobierno en turno. Que el estado haga todo lo que tenga que hacer, instrumentos jurídicos los tiene, pero que no cambie de cuervos para que todo siga igual. Los hombres hacen al sistema, no el sistema a los hombres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales

Mi foto
Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.