¿Por qué en política existen cuentas olvidadas y hasta cuentas perdidas?, ¿Será que hay presidentes municipales de primera y presidentes municipales de segunda?, ¿o según el sapo es la pedrada? Desde que tenemos memoria, los estados y municipios de todo el país viven endeudados. En este momento, el gobierno federal, de acuerdo al secretario de hacienda Luis Videgaray, está trabajando con déficit fiscal, que no es otra cosa que deuda pública. Paradójicamente, el país más rico del mundo, Estados Unidos, es también el más endeudado. Es más, si en este momento se auditara con seriedad la cuenta pública del sexenio pasado o los recursos financieros de la carretera más famosa de México, la Durango-Mazatlán, nos enteraríamos de que muchos de los que gobiernan este país son magos: todo lo desaparecen.
Otro ejemplo a nivel nacional es el “carpetazo” que el gobierno federal le acaba de dar al asunto del ISR a estados y municipios, que en su momento no fue reportado fiscalmente a las instancias correspondientes, el resultado: borrón y cuenta nueva. Pero el asunto no es ese, el problema radica en a dónde fueron a parar esos recursos, ¿Sabremos, un día, los mexicanos dónde y a quién benefició la famosa “cuenta secreta” de muchos expresidentes de México, comenzando por Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox? Esto ni yendo a bailar a Chalma lo sabríamos, mejor dicho, sí: Se hicieron inmensamente ricos y poderosos, para ellos sigue habiendo privilegios. Los cuida y protege el Estado Mayor Presidencial. Por supuesto, nosotros les pagamos sus sueldos, y todo eso como consecuencia de la “cuenta secreta”, que no es tan secreta, porque
todos sabemos que hoy tienen un guardadito que les permitirá ser inversionistas por la madre de todas las reformas: La energética. Este ejemplo nos demuestra que en este país no existe eso de que “todos coludos o todos rabones”, sino todo lo contrario. Por ejemplo, Elba Esther Gordillo hoy está en prisión porque ya no le es útil a la élite política en el poder, en cambio, Carlos Romero Deschamps, el líder petrolero, hasta se da el lujo de mandar pasear en avión privado a su hija y a su mascota en avión propio y al líder de la CROC y a su familia sólo les falta en su colección la canción de Roberto Cantoral, Reloj. Hablando de finanzas cuentas públicas, aquí en Durango, de hoy en adelante los que piensen ser presidentes municipales deberán de manejar con eficacia y transparencia nuestros recursos, porque en el futuro no sólo los regidores de la oposición votarán en su contra, sino hasta los de su propio partido, porque por fin la moral y la ética serán huéspedes distinguidos en el cabildo del municipio. Si entre sus planes está, estimada o estimado lector, el de ser presidente municipal, es mejor que lo piense, porque es muy probable que corra el riesgo de que la cuenta pública sea rechazada por el fuego amigo de su partido, la estocada final se la pueden dar en el Congreso del Estado, donde también la mayoría de los diputados podría ser de su propio partido. Después de ahí, sigue el otro paso a la Fiscalía, con el riesgo de que de ahí derive una orden de aprehensión, y, hasta entonces, se dará cuenta de que en la política no hay amigos ni lealtades, sólo negocios y acuerdos. La moraleja sería: Respete las reglas del juego, no saque la cabeza antes de tiempo porque puede terminar en la guillotina, recuerde: los verdugos no perdonaron a María Antonieta. Toda la sociedad aplaude que se revisen las cuentas públicas porque es nuestro dinero, pero no sólo a los presidentes municipales, sino a todos los que manejan recursos públicos, sean
quienes sean y el puesto que ocupen, incluyendo a los presidentes de la república durante y cuando termine su sexenio.
En el ámbito de nuestro estado ha habido y existen presidentes municipales de todos los partidos a los que se les ha rechazado la cuenta pública, han sido auditados por los órganos y las instancias correspondientes, inclusive a muchos se les han girado órdenes de aprehensión, con el pequeño detalle de que se quedan en el escritorio de la fiscal o el fiscal en turno para ser utilizadas, en su momento, con fines que se necesiten. Recordemos dos casos que al parecer se han perdido en el tiempo: ¿Qué pasó con la famosa cuenta pública que le fue rechazada a Ricardo Rebollo?, ¿Y con la no menos famosa de Rocío Sotelo por los rumbos de Cuencamé? Pero no son los únicos ni los primeros, ni tampoco los últimos. Es parte de la política, de la realidad y los acuerdos.
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