viernes, 21 de marzo de 2014

¿Cómo viviría usted con $580 pesos?, ¿Con dignidad o de milagro?

“En un tiempo como el de ahora en el que tan fácilmente se desprecia a los mayores, creo que soy un ejemplo muy bueno. Entre los 60 y los 84 he hecho una obra. Por tanto, ¡Ojo con los viejos!”
-José Saramago
Cuando el general Ignacio Zaragoza venció al ejército francés, el mejor del mundo, en aquella época, en la famosa batalla del 5 de mayo quedó para la historia oficial su frase: “Las armas mexicanas se han cubierto de gloria, las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con torpeza”. Lo mismo los diputados y senadores podrían rendir un parte parecido al pueblo de México, parafraseando al general Zaragoza: “Las reformas estructurales que aprobamos se han cubierto de gloria también”, sobre todo las recién aprobadas hace unos días, la pensión universal y el seguro de desempleo. Los mexicanos de 65 años que no tienen un beneficio social, como son las pensiones del seguro social, ISSSTE, Comisión Federal de Electricidad, TELMEX, Nacional Financiera o los ex presidentes de México, ya no tendrán nada de qué preocuparse. Sin lugar a dudas, pasarán una vejez tranquila y sin sobresaltos debido a la extraordinaria pensión de $580 pesos al mes y, si llegan con vida al 2029, será de $1090.
El gobierno federal demuestra una vez más que sabe hacer bien las cosas. Con las reformas aprobadas, nos pintan un México que será, en poco tiempo, algo así como un paraíso, pero la realidad es que millones de mexicanos vivimos algo que se parece al infierno. Junto con la pensión universal se aprobó el seguro de desempleo. Cuando Enrique Peña Nieto era candidato nos prometió días de vino y rosas que están por venir, pero no nos dijo ni cómo ni cuándo y, hay que decirlo, cumplió sus promesas. Por ejemplo, nos dijo que la reforma fiscal sería una reforma social, lo mismo les prometió a los mexicanos de 65 años: que tendrían una pensión universal y a los trabajadores un seguro de desempleo. Ahora ya sabemos cómo son y en qué consisten esas promesas. No nos dijo cómo serían n nosotros le preguntamos, por lo pronto es un empate técnico. El asunto al día de hoy ya no son promesas sino realidades, y de ello tenemos que hablar. Ya se aprobó por los diputados darles a las personas de 65 y más $580 pesos mensuales, algo así como $20 pesos diarios, con lo cual se pueden comprar un kilo de tortillas y un refresco, tal vez no se mueran de hambre si consumen eso pero, eso sí, acabarán en las estadísticas de la desnutrición, diabetes, obesidad y otras linduras por consumir ese tipo de alimentos.
Tal vez usted tenga un familiar que viva en México y que por haber trabajado en Estados Unidos reciba una pensión que fluctúa entre los 800 y los 1000 USD mensuales, aquí en nuestro país la pensión recién aprobada es el equivalente a 50 USD mensuales, esa es la diferencia. A muchos de los canadienses y norteamericanos que vemos como turistas en nuestra ciudad, sin preguntarles siquiera, la mayoría son jubilados y, sin temor a equivocarnos, lo que les pagan cada mes les permite, por lo menos, tener unas vacaciones al año. Con este tema no podemos evitar recordar al que pretende convertirse en el próximo presidente nacional del PAN, Ernesto Cordero, cuando dijo que con un ingreso mensual de $6, 000 pesos usted podía mandar a sus hijos al ITAM o a la Ibero, irse de vacaciones a Las Vegas o a Disneylandia y también a Don Pedro Aspe Armella con la no menos famosa frase: “la pobreza es un mito genial”. Es decir, los más de 52 millones de pobres en nuestro país son sólo un mito de acuerdo a quien fuera secretario de hacienda en el sexenio de Carlos Salinas y asesor en el gobierno de Ismael Hernández Deras. Démosle un repaso al seguro de desempleo que, por cierto, el PAN votó en contra y de la pensión universal también. Entre otras razones porque dice que los recursos que se utilizarán no son fiscales, los priístas y un PRD dividido a la hora de votar aplicaron el famoso refrán: “que del mismo cuero salgan las correas”
Y así fue, en efecto. El seguro de desempleo saldrá del fondo de vivienda de los trabajadores. Otro aspecto que nos conmueve hasta las lágrimas es que un trabajador sólo tendrá derecho a este seguro cada cinco años. Si por alguna razón es despedido en varias ocasiones después de haber tenido su seguro de desempleo, su destino será seguir navegando en este valle de lágrimas. Como alguien dijo: estábamos mejor cuando estábamos peor. Pobres de nuestras mujeres y hombres de 65 y más, tan cerca de un kilo de tortillas y un refresco y tan lejos de una vida y una vejez con dignidad.

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.