Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
viernes, 6 de septiembre de 2013
¿Qué harán los tres mosqueteros contra el PRI y sus aliados?
En Durango y en el país, en los hechos, la reforma política o electoral, o como usted le quiera llamar, es un fracaso. Porque al final, se impone la democracia del mayoriteo, ya sea en la cámara de diputados, senadores y congresos estatales. Las reformas de Enrique Peña Nieto, sin duda, serán aprobadas no porque sea lo que el país necesite, esa es otra historia, se aprobarán por la sencilla razón de que el PRI, PAN, Partido Verde y PANAL, juntos, tienen la mayoría en las cámaras, las consecuencias de la democracia a la mexicana, algún día las veremos. Nos daremos cuenta de si las minorías conformadas por Movimiento Ciudadano, PT y una parte del PRD, porque el PRD de los Chuchos ya encontró la fórmula de seguir siendo dueños de la izquierda burocrática, de la manera más sencilla, estando cerca de Los Pinos, no importa quién lo esté habitando, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto, también con el Pacto por México, Jesús Ortega y sus cómplices de la “izquierda” moderna, podrán disfrutar hasta el 2015, después, sólo Walter Mercado podrá hacer un pronóstico de lo que se le llama la política astrológica.
Dicen los expertos que para entender lo que pasa en nuestro país, hay que buscar la respuesta en la historia, durante la dictadura de Porfirio Díaz una frase famosa fue: “Pobre de México, tan lejos Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Parafraseando esta frase, podemos decir: “Pobre de la oposición, tan lejos de la democracia y tan cerca del PRI y sus aliados”. ¿Se podría aplicar esto a lo que hoy sucede
en nuestro congreso local con la actual legislatura? Dicen los especialistas, que en política los números son los que cuentan. Si esto fuera cierto, estaríamos viviendo una especie de democracia matemática y no la voluntad de las mayorías. Mire usted: “Haiga como haiga sido”, en los hechos, los priístas contarán con 27 diputados por tres de la oposición, porque los diputados del PRD y del Movimiento Ciudadano ya dieron una muestra de cómo votarán, al hacerlo a favor del influyente diputado del PRI, Carlos Contreras, para que sea el presidente de la gran comisión de esta legislatura. Entonces, como dice la canción: ¿Pa’ qué son pasiones, si al cabo el amor se acaba? Mucho tememos que Juan Quiñones Ruiz, Ricardo del Rivero y Trini Cardiel, serán mudos testigos de todo lo que pase en el Congreso, sus argumentos, verdades y razones, irán a parar al cesto de la basura.
Pero, ¿cuál es el problema de fondo? Nadie le puede decir o reclamar al PRI que no sea legal su sobrerrepresentación en el Congreso, conocen la actual ley electoral y saben hacer las cosas, volvemos a insistir, una vez más: todo eso está muy bien, pero, ¿Será lo correcto? Y esa pregunta es el tema, el que no se quiere tocar, porque en la respuesta, para decirlo con todas sus palabras, está la legitimidad de una victoria electoral. En la nueva Constitución, no se tocó la actual ley electoral, ni con el pétalo de una rosa, los 25 diputados que posiblemente habrá en el 2016, no es la solución, porque el PRI seguirá siendo la mayoría, lo de las candidaturas independientes, que por cierto ya establecieron en la Constitución federal, ya verá los candados que les van a poner. Los partidos políticos no son tan tontos como para dejarles a los ciudadanos el poder, la partidocracia, es posible que llegue
campante al siglo XXII. Por supuesto, no queremos que esto suceda, ¿por qué no se incluyeron, aparte de los 25 diputados y las candidaturas ciudadanas, un gobierno de coalición o la revocación de mandato? Eso sí hubiera sido un verdadero pasito a la democracia, nadie está obligado a dejar el poder, en cambio, sí tienen la obligación los partidos de aceptar que para gobernar no sólo se necesitan la legalidad de los votos, también es necesaria la abrumadora mayoría de los votos, para que el poder que se ejerce tenga legitimidad. Si los números fríos son los que cuentan en los resultados, entonces, agarrémosle la palabra a los especialistas. Si sumamos los votos para la presidencia municipal de Durango, el PRI obtuvo 87 mil votos contra 100 mil de la oposición, que representan el 43% del padrón electoral. Agregue usted el 57% que no votó, por eso el PRI gobierna al municipio con sólo el 20% de la votación total. Aun así, el tri color tiene la mayoría de los regidores, que a la hora de la votar será como dijo hace unos días Cuauhtémoc Cárdenas, al decirles al PRI y al PAN con respecto a la reforma energética: “Tienen la mayoría, entonces ejérzanla”. Conclusión: Tenemos la democracia del mayoriteo, lo que nos hace falta es una democracia participativa, plural, del verdadero equilibrio al interior del Congreso. Deseamos que al menos en el siglo XXII no tengamos un Congreso local donde un solo partido tiene el 82%, y los demás con el 18%. Mientras eso no suceda, estaremos como dijo Don Teofilito.
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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