Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
viernes, 27 de septiembre de 2013
El dilema de los productores del campo duranguense: producir o no producir
“El coyote era un bandido, nacido allá por mi tierra, lo conocí desde niño, fuimos juntos a la escuela”
-José Alfredo Jiménez, compositor
Dice el refrán: nadie sabe para quién trabaja. Por fortuna, este misterio ya fue resuelto por los campesinos y productores de frijol de Durango: Ya saben que trabajan para los acopiadores y los coyotes, que en los hechos son exactamente lo mismo, los dos terminan comprando las cosechas al precio que ellos quieren, cuando quieren y a la hora que quieren. Tres personajes que tienen que ver con el tema acaban de declarar a los medios sus respectivas posturas: el dirigente de la CNC, Paco Ibarra Jáquez, el diputado local Fernando Barragán, Marcial García Abraham y el delegado de la SAGARPA, Efraín del Castillo del Valle. Paco Ibarra se va con todo al decir que no permitirá que por millonésima vez los acopiadores y los coyotes se aprovechen de los campesinos con el argumento de que habrá entre 130 y 150 mil toneladas de frijol para pagarles una limosna por una tonelada del grano, agrega también que el campesino no entiende eso de la ley de la oferta y la demanda, que lo único que quiere es que le paguen lo justo por su frijol, después de tres años de una sequía perversa.
El que de plano pide que de una buena vez se cierren las fronteras a la importación de frijol, petición que le hace a la Secretaría de Economía, es Fernando Barragán, con la finalidad de darle el tiempo necesario a los productores nacionales y así salgan beneficiados con su producto, pues lamentan que sea en este
tiempo cuando más se importa frijol sin faltar el contrabando, ya que las aduanas se hacen de la vista gorda. Nada nuevo nos dice el diputado, pero con su denuncia algo es algo. El que todavía cree en los milagros, es Marcial García, el actual presidente municipal de Victoria, y casi de rodillas le pide a la dirección de apoyos y servicios a la comercialización agropecuaria “ASERCA”, que por favor inicie el apoyo oficial a partir del 15 de noviembre, pues de lo contrario, los campesinos terminarán “malbaratando su cosecha” y esa malbaratada cosecha a la que se refiere el presidente municipal de Victoria, acaba en las manos de los coyotes, que compran el frijol a $7 y $8 el kilo, estos, a su vez, los venden a los acaparadores en $12, a eso sí le podemos llamar la ley de la oferta y la demanda. Y aunque usted está en su derecho de no creer lo que le decimos, resulta que los acopiadores, subsidiados con $1.50 por cada kilo por el gobierno federal, son, en muchas ocasiones, los que manejan a los multicitados coyotes para que compren baratas las cosechas de frijol, mientras ellos se dedican a deshojar la margarita, para ver si comienzan el 15 o el 30 de noviembre a comprar el frijol, como ya apuntábamos, al precio que ellos quieren, perdón, como lo marca el mercado.
Pero mención honorífica por el tema del frijol, que así como habla y hace declaraciones a los medios, nos da la impresión de que tiene algún doctorado en economía, qué bueno que nos mandaron como delegado de la SAGARPA a Efraín del Castillo del Valle y no al polémico priísta en el exilio, Óscar García Barrón. Lea usted. De acuerdo al delegado de la SAGARPA, ya existe un comité técnico consultivo para conseguir el mejor precio para los campesinos, pero aclara que es muy prematuro hablar del precio del frijol, hay que
dejar que esto lo decida la oferta y la demanda, mejor dicho, que lo decidan las miles de toneladas de frijol que se importarán. Comenta el delegado que está dependencia está muy alerta, “del comportamiento de los precios a nivel nacional e internacional”, para asesorar a los campesinos de cómo deben vender su frijol, no importa que la gente del campo no entienda eso que se escucha tan bonito: la oferta y la demanda. Para rematar su brillante exposición, el delegado de la SAGARPA va a tratar de que los estados productores de frijol en “este país”, no salgan todos juntos al mercado para no saturarlo y que, con ello, no se caiga el precio, ¡y no por la importación del frijol!, como bien apunta Fernando Barragán. Así que a nuestros productores del grano en los diferentes estados de la república, les aconsejamos que hagan una rifa o echen un volado para ver quién sale primero a vender sus cosechas. ¿A usted quién le gustaría?, ¿Durango?, ¿Zacatecas?, ¿Jalisco?, haberlo sabido antes, ¿Qué los expertos en los asuntos del campo no entienden que los campesinos de Durango vienen de la sequía más grande de la que se tenga memoria, que los efectos de la sequía no han pasado, que necesitamos mucha más agua y aun así los quieren dejar en las manos de los acopiadores y de los coyotes?
Duele decirlo, pero más aceptar la realidad. Por ejemplo, aquí en Durango todos sabemos quiénes son los que realmente se benefician del trabajo de los campesinos, pequeños productores y sus familias, son los coyotes y los acopiadores. En nuestra entidad, los acopiadores son unas cuantas familias, a los cuales de un momento a otro, Financiera rural les dará un subsidio, apellidos como los Gutiérrez, otros Gutiérrez pero de los rumbos de Villa
Unión, los Rodríguez, los amos y señores en Victoria, los Campuzano, la familia Ortiz, que es la cereza del pastel. Al final, los campesinos saldrán perdiendo. A cada hectárea le invierten 8 mil pesos, levantarán un promedio de 500 kilos, si se los compraran a doce pesos, nos dan seis mil pesos, lo que significa que pierden dos mil pesos, ¡ah, pero todo esto cambiará con la reforma energética!, ¿Verdad, amigas y amigos?
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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