Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
domingo, 15 de septiembre de 2013
La posible solución para el país la propuso Manuel Buendía
“No sólo tenemos plata: tenemos mando y eso cuenta”
-Mario Monteforte Toledo, escritor y sociólogo
Manuel Buendía Téllez Girón no era experto en ciencias políticas o en economía, no era egresado de Harvard o del ITAM, no fue diputado, senador o gobernador, ni fue líder del SNTE o del sindicato de petroleros. Manuel Buendía Téllez Girón fue, en su momento, uno de los periodistas y columnistas políticos más importantes de México. Con su columna “Red privada”, se hizo respetar por los hombres del poder que a su vez le daban información de primer nivel para su trabajo periodístico. Cuando planeaba dar a conocer una información sobre la narcopolítica en los tiempos de Miguel de la Madrid, de Manuel Bartlett Díaz, secretario de gobernación y Antonio Zorrilla en la dirección federal de seguridad, pagó con su vida hacer uso de la libertad de expresión, porque creyó que el oficio de periodista no era “el arte de saber creer en las mentiras”, como una vez lo apuntó el escritor italiano Cesare Pavese.
Después del último “presidente de la revolución mexicana”, José López Portillo, a principios de los ochenta, Miguel De La Madrid da marcha atrás a las políticas estatizantes de “Jolopo” y comienzan a aplicarse las primeras políticas públicas del neoliberalismo económico, que han traído como consecuencia treinta años sin crecimiento económico. Con Carlos Salinas de Gortari seguimos
avanzando, él quiso disfrazarla llamándole “neoliberalismo social”, Ernesto Zedillo puso sus toneladas de arena, Vicente Fox nos echó la mano, Felipe Calderón merece mención honorífica y con Enrique Peña Nieto, estamos viviendo una especie de doctorado con las llamadas “reformas estructurales”, que no son más que la máxima expresión de las políticas económicas de la globalización. Con la reforma educativa se le echa toda la culpa al magisterio y al gobierno se le olvida que les entregó a los líderes corruptos del sindicato de maestros la educación, llámese Carlos Jongitud Barrios o Elba Esther Gordillo. Con la reforma hacendaria piensan que no cobrando el IVA en alimentos y medicinas es más que suficiente, cuando en el fondo es que a las clases medias les están cargando la mano. Con la reforma financiera convierten a los bancos prácticamente en juez y parte, cuando a un deudor lo pueden “radicar” y embargarle todos sus bienes en una especie de juicio sumario.
Por eso resulta oportuno recordar la propuesta de Manuel Buendía Téllez Girón, para tratar de resolver la crisis que hoy vive el país: “Existen dos maneras de encontrar la solución a México: una científica y una milagrosa. La científica sería que la virgen de Guadalupe llegara con miles y miles de millones de dólares, y la milagrosa que los mexicanos nos pusiéramos a trabajar” Ahí está el detalle. ¿Qué significa esto?, ¿En qué y cómo podemos trabajar los mexicanos? Según el CONEVAL y el INEGI, de la población económicamente activa hay más de tres millones de mexicanos sin empleo. Otros millones, en el subempleo, miles de jóvenes que anualmente terminan sus licenciaturas, no encuentran trabajo y terminan vendiendo hamburguesas, de taxistas o de ilegales en
Canadá y Estados Unidos. No es posible que la mayoría de los trabajadores del país ganen entre 1 y 3 salarios mínimos y tengan capacidad de consumir lo que se produce en el mercado, para eso se necesita circulante y eso sólo se generará con empleos bien pagados. Las reformas en México, al final, sólo benefician a los ricos. Hay que recordar las que hizo Carlos Salinas de Gortari para privatizar a Teléfonos de México o a la Banca, con el argumento de que el país iba a crecer, que tendríamos servicios de primera, que la banca nos daría créditos sencillos y baratos y ya ve usted en lo que terminamos, en el famoso “error de diciembre”, de ahí al FOBAPROA, que seguiremos pagando por muchos años con nuestros impuestos, después, los banqueros ricos vendieron sus bancos pobres a los extranjeros, donde, por ejemplo, Bancomer, obtiene ganancias por trece mil millones de pesos, cada tres meses, de nuestras comisiones, ¿ahora sí les van a cobrar impuestos?
Si las reformas que impulsa el gobierno federal son la solución científica para que el país empiece a crecer después de 30 años, son bienvenidas, pero si son como la laboral, de nada servirán. Esta reforma prometió miles de empleos. ¿Dónde están? Si usted es madre o padre de un hijo o una hija que se graduó en alguna universidad y no tiene trabajo, ni se le ocurra conseguirle un empleo temporal en algún restaurante, donde le pagarán la hora a 7 o 10 pesos, sin ninguna prestación laboral. Se han hecho muchas reformas en este país, usted diga cuál ha funcionado. Si las reformas son la solución a este país, hagámosle entonces una al deporte, concretamente al fútbol mexicano, para que las estrellas mexicanas que juegan en Europa ganen la copa del mundo en Brasil, esa sí sería una reforma científica. Pero si quieren hacer la
reforma milagrosa para que no sigan haciendo el ridículo los ratones verdes como hasta el día de hoy, adelante, y los mil millones de dólares que se pensaban ganar los que manejan el fútbol mexicano tendrán que esperarse hasta la próxima copa del mundo.
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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