Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
viernes, 28 de junio de 2013
El ICED no es papá de los artistas, por eso no les paga
No es lo mismo vivir en Villas Campestre que en el Ciprés. Unos tienen el privilegio de vivir en el Durango virtual, y la mayoría vivimos en el Durango real, ese que los políticos nos prometen cambiar cada vez que andan en campañas para ser diputados locales o presidentes municipales. Al final, los pobres terminamos más pobres, porque nadie puede vivir de buenas intenciones y sonrisas. Algo parecido sucede con nuestra cultura en Durango, al menos así lo sentimos los que fuimos convocados a una reunión de cultura por Esteban Villegas Villarreal el pasado lunes, reunión a la que no asistió y, por medio de un alto funcionario del ICED, se disculpó debido a que estaba en una comida con una persona muy importante del CEN del PRI. Quien se llevó la tarde y salió en hombros, como los toreros que cortan el rabo y las dos orejas en la Plaza México, fue el conocido cantante, famoso por su voz de terciopelo, Juan de Dios, que después de trabajar más de 40 años con su oficio de cantar, su voz se convirtió en la de muchos artistas de Durango que han sentido en carne propia la famosa “política financiera” del ICED.
Todo mundo aplaudió la denuncia de Juan de Dios. Valiente el artista, porque no le tembló la voz, aun estando presentes importantes funcionarios del Instituto de Cultura del estado, cuando manifestó su inconformidad. “A mí me deben mis honorarios desde el mes de noviembre del 2012, cuando fui contratado por el ICED para trabajar. Lo mismo desde el mes de octubre, realicé una producción discográfica, pagué músicos,
estudio, el apoyo que le pedí al ICED fue una maquila de mil discos, hasta la fecha, sólo me han entregado doscientos, y cuando quiero hablar con el director para que me los entreguen, siempre está ocupado y nunca me reciben” Pero el caso de Juan de Dios es sólo un ejemplo, y como bien apuntó el cantante: “Los sueldos de millones de pesos son para los artistas que vienen de fuera y a los locales sólo falta que nos cobren por trabajar”. Sólo aquellos que vienen a Durango y residen en países de primer mundo, y que vienen como turistas culturales, pueden opinar que el ICED “es casi un oasis en el norte de México, en lo que a cultura se refiere”, ¿Qué pensarán los Institutos de Cultura que tienen presupuestos millonarios y que tan sólo en un festival invierten más de 100 millones de pesos, como son los Institutos de Cultura de Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas o Zacatecas?, ¿Qué son ellos?, ¿Una duna en el desierto cultural? Además, estos turistas de la cultura le quieren decir a la comunidad cultural de Durango cómo criticar a las instancias culturales: Háganlo, sí, pero en buena onda, nunca los cuestionen.
Estos personajes, de fama en países de primer mundo, como en Europa, afirman que los artistas de Durango tienen la mala costumbre de pensar que el estado tiene que resolver sus vidas, hay que dejar de pensar en el Estado como la fuente para solucionar la vida cultural y no pensar siempre en el Estado como el gran papá, o sea el ICED. Primero: ningún artista acude al Instituto de Cultura para que le resuelvan su vida, va a presentar proyectos y apoyos para realizarlos, y, en la mayoría de los casos, terminan en los escritorios de los funcionarios. Segundo: El ICED tiene la obligación de apoyar a los artistas de Durango, porque el
presupuesto que manejan es para eso, y no sólo para pagar la nómina, viajes a sus preferidos a distintas partes para “promover la cultura”. Los artistas no hicieron las leyes que obligan al Estado para que apoye a la comunidad cultural, el ICED tiene moral y legal de pagarle a Juan de Dios y a todos los artistas que contrata y que les adeudan su trabajo desde hace muchos meses, o que les paguen, por ejemplo, a los teatreros que están por realizar la Muestra de Teatro. El ICED tiene la obligación de apoyar proyectos de calidad, como el cortometraje “Metástasis”, del director duranguense David Rodríguez, cortometraje que va a concursar en varios festivales de cine internacional, proyecto que tampoco apoyó la Secretaría de Turismo, si no hubiera sido, entre otras cosas, por la fundación “Hitos de Expresión”, de Beto de la Rosa, este cortometraje no hubiera sido posible.
Como dice el refrán: Otra raya al tigre. El director del ICED, Rubén Ontiveros Rentería, acompañado de Jesús Alvarado, director del IMAC, y de la presidenta de la Sociedad de Escritores, anunciaron el “Encuentro Internacional de Escritores José Revueltas 2013”. Sólo que omitieron un pequeño detalle: Darle el crédito que merece el escritor, poeta, ensayista, editor de la revista “La otra”, José Ángel Leyva. A él se le debe que vengan a este encuentro de escritores figuras de la literatura de países como Suecia, Cuba, Chile, Argentina, Colombia y, por supuesto, de varios estado del país. Sin faltar el enorme escritor duranguense Evodio Escalante Betancourt, tío de Amat Escalante, recién premiado como el mejor director del Festival de Cannes. Gracias al maestro José Ángel Leyva, tendremos este banquete de literatura en Durango, porque es a él a quien conocen estas figuras. José Ángel Leyva, generoso como es, cedió el
evento a la Sociedad de Escritores, ellos al ICED, a eso se le llama una carambola cultural de tres bandas. Ojalá que en un acto de honestidad, a quienes les corresponde, agradezcan públicamente, en su momento, al maestro Leyva, su enorme contribución para realizar el “Encuentro Nacional de Escritores José Revueltas 2013”
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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