La supercarretera, una supervergüenza
ÁLVARO SANJUÁN
Casi 30 mil millones de pesos que aseguran, nos costó, la
supercarretera, fue pagada con nuestros
impuestos y uno de los sueños más grandes esperado por los duranguenses: la
supercarretera Durango-Mazatlán. El sueño comenzó con Guerrero Mier, siguió con
Ismael Hernández Deras y culminó con Jorge Herrera Caldera. Pero en los hechos,
esa famosa supercarretera ha resultado ser una pesadilla. Antes de ser
entregada oficialmente a Durango y Sinaloa, ya se decía de la mala calidad de
la obra y eso, aquí y en China, se llama fraude. Se supone que existió un
proyecto ejecutivo para la construcción de ese tramo carretero, por parte de la
empresa que ganó la licitación de acuerdo a la ley, las constructoras otorgan
una fianza por un año por si resultan, vicios ocultos como en su momento la
autoridad correspondiente no reclamó en tiempo y forma, al constructor a estas
alturas, legalmente ya no se le puede hacer responsable.
¿Se imagina usted, si es que hubo “moches” por decir algo, el
10% habrá que sacar las cuentas cuantos millones representa de una cantidad de
28 mil millones de pesos? Tal vez por eso, el gobernador José Rosas Aispuro
Torres afirmó a los ciudadanos que en su gobierno, llegan a su fin esos
“moches” históricos y que de aquí en adelante, quienes los dan o los reciben,
serán castigados ósea como el refrán: tanto peca el que mata la vaca, como el
que le agarra la pata. Sobre aviso no hay engaño. En ese contexto el gobernador
Aispuro junto con CAPUFE, BANOBRAS y la SCT hicieron un recorrido para
comprobar que los 735 millones se estén aplicando de manera correcta. Todos esperamos que con esa cifra
millonaria, se resuelva de manera radical el problema que ha costado vidas y
problemas a los duranguenses y a quienes, nos visitan. Los que se van de
vacaciones a Mazatlán pasarán un viacrucis navideño porque de acuerdo a lo
anunciado, estará lista, hasta el mes de junio. Nada más los pesimistas vemos
lo que sucede en Durango, porque los optimistas solo miran el Durango virtual
donde nunca pasa nada. Algo importante que dijo Rosas Aispuro: “la
infraestructura más importante de América Latina, no tiene la calidad que la sociedad
necesita para confiar”
El problema no son, los millones adicionales que se le
aplicarán de nuestros recursos a la supercarretera, el temor ciudadano es, que
el tramo en reparación no quede en condiciones óptimas. Comentando con
ingenieros civiles egresados del Tecnológico de Durango con especialidad en
estructuras, opinan, que si con estos millones no se arregla el problema, este
tramo debe ser sometido a peritajes para saber, de qué tamaño es el posible daño estructural y de una buena vez,
revisar donde se han detectado este tipo de fallas. Parafraseando al clásico:
los problemas se resuelven enfrentándolos. La sociedad ya está cansada de
discursos demagógicos y retóricos, que no nos quieran dormir como dijo el
poeta: “con cuentos de hadas” Hoy Durango es otro o al menos, eso creemos ya lo
demostró el pasado 5 de junio ahora ya nos damos cuenta, cuando nos disfrazan
las verdades con las mentiras. Si el
gobernador Rosas Aispuro reconoce que la supercarretera es una vergüenza, la
sociedad opina que es el superfraude del siglo XXI no es posible, que tengamos
que pagar por los errores de los últimos doce años.
La supercarretera se proyectó con dos ejes: tener al alcance las
playas de Mazatlán y que se construya un puerto de altura. Es mucha carretera
para que solo nos sirva como una actividad turística, nuestros recursos deben
ser invertidos y no tirados al fondo del Espinazo del Diablo, ya México y
Durango dejaron de ser, la gallina de los huevos de oro de una economía
petrolizada. La única manera de que se refleje la inversión pública, es que al
mismo tiempo se termine con la corrupción, que los que se hagan ricos, lo hagan
con su trabajo y no con recursos públicos, como hasta la fecha sucede. No se
trata, de que todo cambie para que todo siga igual.
No es que no esté de acuerdo, pero matizo: La vieja carretera tardó años en consolidarse; hundimientos, derrumbes, grietas, baches, etc. Hasta que la tierra se reacomodó. En la Sierra Madre hay torrenciales aguaceros, se forman corrientes de agua, arrastran lodo y piedras, etc. Eso pasa ahora con la Super, independientemente de que esté hecha con malos materiales. Pasarán algunos años para que se consolide, mientras tanto hay que gastar mucho en reparaciones.
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