domingo, 20 de noviembre de 2016

La disputa por la CNC, una diputación federal

La disputa por la CNC, una diputación federal
ÁLVARO SANJUÁN

Si bien la política y los políticos de acuerdo a sondeos de opinión pública están en el desprestigio, no deja de ser una profesión y una actividad muy productiva. Salvo raras excepciones, la clase política es millonaria, o al menos no viven con una mano atrás y otra adelante. En política la primera regla para llegar al poder es: no importan los medios, lo que interesa son los fines. Esas son las reglas del juego, y sin ellas la clase política mexicana muy probablemente ya hubiera desaparecido. Una parte de la historia del PRI consiste en que no nació como partido para tomar el poder, sino para conservarlo. Plutarco Elías Calles lo fundó para meter en orden a los caudillos que querían repartirse el botín de la Revolución. Con el tiempo, se convirtió en lo que muchos dicen: un partido cultural. Carlos Monsiváis fue más lejos, opinaba que este país no podía concebirse sin el PRI.
Y en Durango, con todo y la alternancia, el priísmo es un fantasma que recorre todo el estado, a tal grado que se sigue afirmando que fue el voto de los tricolores resentidos y marginados de los últimos dos sexenios quienes llevaron a José Rosas Aispuro al Bicentenario y a José Ramón Enríquez a la presidencia municipal. Hoy esta militancia del PRI que respira por la herida dio muestras de rebeldía: primero en contra de Ali Gamboa, cuando desde el Bicentenario se dio línea para imponer a la sucesora de la actual diputada federal. El turno es de los priístas. Encabezados por Jorge Polo, hace unos días intentaron sacar de la CNC a Carlos Matuk. Cuando el actual dirigente llegó al sector campesino del PRI, los inconformes con esta decisión aguantaron la vara, sumisos y callados como han sido siempre con su jefe político en turno, se guardaron “el rebelde que siempre han llevado dentro” para mejor ocasión, y ya libres después del 5 de junio, el primero en la mira fue Carlos Matuk, no pensaron
en otro sector porque la cereza del pastel de los tricolores sigue siendo la CNC.
Ya conoce usted la frase: no se hagan bolas. La única razón para quitar a Matuk de la CNC, es la diputación federal por el distrito III, integrada por gente del campo. Esta también es un trampolín para llegar a las grandes ligas a nivel nacional, los ejemplos recientes son: Rubén Escajeda Jiménez y Oscar García Barrón. El segundo de a bordo de esta rebelión cenecista, Donaciano Guevara, resultó como la canción: “tu amor fue un cerillazo que de pronto se apagó” El bombero que vino a apagar la llamarada se llama Julio Mondragón, que sin despeinarse puso orden, los mariachis callaron y les trajo el mensaje del senador Cota Jiménez: no permitiré que un “rebelde” de Los Llanos alborote la gallera, todo a su tiempo, despacio y Dios nos amanece. “Haiga sido como haiga sido”. De esta acción Carlos Matuk salió fortalecido, porque en política golpe que no tumba, fortalece. Para la anécdota: desde que llegó Matuk a la CNC se decía que sus días estaban contados, solo era cuestión de tiempo, pero por ironías del destino primero se fue José Ramírez Gamero de la CTM ¡Que cosas tiene la vida, Mariana!
Así que ya saben los que están meciendo la cuna: ese no es el camino. Da la impresión de que equivocaron la estrategia. Primero debieron haber buscado los acuerdos en las cúpulas de la CNC nacional. El senador Cota Jiménez no es de los que se asustan con el petate del muerto. Si hubiera permitido que el intento de rebelión terminara con el liderazgo de Matuk, el mal ejemplo se extendería por todo el país. Por lo pronto, los que querían quitar a Calos Matuk para poner al frente de la CNC a su próximo candidato a diputado federal por el III distrito, si es pasión que se les borre. El PRI perdió la gubernatura, pero las reglas del juego son las mismas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales

Mi foto
Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.