¿La
política exterior se manejaba desde la SHCP?
ÁLVARO SANJUÁN
“La
diplomacia: es el arte de limitar el poder”
-Henry
Kissinger
Enrique
Peña Nieto se equivocó: si desde un principio hubiera nombrado a Luis Videgaray
secretario de Relaciones Exteriores en lugar de Secretario
de Hacienda, sería haber hecho lo
correcto y pudo evitar que el 87% de los mexicanos reprobaran la visita de
Donald Tromp y no ser hoy en día el presidente más impopular de los últimos
tiempos. Los hombres del poder siempre se rodean de sus
amigos para ejercerlo y son ellos los que al final terminan por hundirlos en el
fracaso político. Peña Nieto se dejó seducir por Luis Videgaray y este lo convenció de traer a Los
Pinos al candidato republicano a la presidencia de
Estados Unidos. Ya lo dijo muy bien Juan Gabriel: ¡pero
qué necesidad
para que tanto problema!
En
los círculos cercanos al poder siempre sucede lo mismo. La ceguera y la
soberbia. Hace algunos años la periodista Margarita Michelena opinó que el
pueblo mexicano era noble, pero no tonto. Los políticos, independientemente del partido al que
pertenezcan, cuando andan en busca del voto son humildes al pedir y
cuando llegan, son soberbios al dar. Lo que le acaba se suceder a la diplomacia
mexicana echa al cesto de la basura toda una larga trayectoria internacional de
diplomáticos como Genaro Estrada, Manuel Tello, Jorge Castañeda, Castillo
Nájera, Rosario Green, Martínez Corbalá y muchos otros más que le dieron brillo
a nuestra política exterior en todo el mundo. Cómo olvidar cuado en los años 60s México
fue el único que se negó a romper relaciones diplomáticas con Cuba, y qué decir de
los tiempos en que el gobierno mexicano era llamado como árbitro en conflictos
internacionales. Ejemplo: la Guerrilla en Nicaragua.
La
diplomacia mexicana no es tan sencilla como la frase aquella de Vicente Fox: comes y te vas.
Ni es viajar por todo el mundo en el avión que ni “Obama tiene”, llevando a
esposa y a hijos como si formaran parte del servicio exterior mexicano. Mucho menos dejar en un
secretario de hacienda las funciones que le
corresponden a Claudia Ruíz Massieu. El error de Peña Nieto solo se puede
entender recordando, otra vez, la entrevista que le hicieron en una ocasión
a Calos Fuentes cuando EPN era candidato del PRI: "nos va a
gobernar un ignorante". Cuando hay
problemas en la economía mexicana, los expertos como Agustín Carstens, director
del Banco de México y el mismo Videgaray, nos han llegado a
decir que todos los males nos viene de fuera. Ironías del destino, para
el PRI en 2018 su posible derrota en gran parte vendrá del
exterior, los mexicanos jamás le perdonarán a EPN haber traído a Los
Pinos al candidato republicano y haberlo
tratado como jefe de estado una visita que, por donde
quiera que se le vea, ofende a los mexicanos y en especial a
los que dejan su vida buscando el sueño americano.
Todo
tiene una razón de ser: no hemos
podido, a pesar de que hemos tenido alternancia, despojarnos del
síndrome llamado presidencialismo mexicano, de la herencia cultural del
Tlatoani azteca, y qué decir del
autoritarismo de los dictadores de nuestra historia. Se debe dar paso a un
sistema parlamentario donde el presidente de la república ya no sea como el
misterio de la santísima Trinidad: los tres poderes en una sola persona. De lo
contrario, seguiremos teniendo Luises Videgaray o Enriques Peña Nieto sin
importar el partido en el que militen, porque no hay que olvidar: los
políticos son los mismos buscando el poder, ya sea en
el PRI, PAN, PRD, Movimiento Ciudadano, PT...
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