Parece ser que en política los días
de vino y rosas han pasado a formar parte de la historia en este país. Atrás
quedaron las reglas de oro del PRI, las vacaciones que un día les dio el PAN,
la izquierda que nació electoralmente como consecuencia del fraude del ‘88 hoy
se ha convertido en una franquicia electoral de Acción Nacional. En este
contexto se da paso a una democracia de piel de oveja, con acuerdos en las
cúpulas del poder y avalada por la partidocracia, dueña de los miles de
millones de pesos en prerrogativas- recursos que les han servido para comprar
votos, cometer fraudes, comprar las conciencias de los electores, sus
libertades y jugar con el hambre de millones de mexicanos que se despiertan
todos los días esperando una gota de ayuda de la SEDESOL. Por eso, ¡pobreza no
te acabes!, ¿de lo contrarioquién votará por ellos, por sus partidos políticos,
alianzas, coaliciones, candidaturas comunes, entre otras cosas? Hoy a los
pobres de este país no hay que “matarlos en caliente”, mejor, como decía José
Alfredo Jiménez, despacito, muy despacito.
Por lo pronto, tenemos que vivir
con nuestra realidad política donde se negocia hasta con el diablo y en
ocasiones hay que dormir con el enemigo o sonreírle al fuego amigo. Hablando de
mujeres y traiciones: desde su aparición, las famosas diputaciones de
representación proporcional han sido polémicas y criticadas por la sociedad.
Estas diputaciones siempre son para las amigas, los amigos y para pagar
facturas. Esto es cierto, pero también lo es que cuando vamos a votar a las urnas
por un diputado de mayoría, al reverso de las boletas electorales vienen los
nombres de los candidatos pluris, y uno, sin darse cuenta, vota por ellos. Los cañones
son siempre, o casi siempre, los que van en primer lugar o en segundo de la
lista, propuestos por sus partidos. Veamos un ejemplo que todos conocemos: como
resultado de la elección del 5 de junio son diputado pluris por el PRI Ricardo
Pacheco Rodríguez, Enrique Benítez y Paco Ibarra; del PAN, Rodolfo Dorado Pérez
Gavilán, por nombrar solo algunos. Los demás, como diría el clásico, mi
respeto, pero no sabemos quiénes son. ¿Los arriba mencionados tienen
suficientes méritos para ser diputados plurinominales? Ricardo Pacheco tiene
una carrera política de muchos años, conoce como pocos los laberintos de ambas
cámaras: la de diputados y senadores. Ricardo regresa al congreso del estado
una vez más en condiciones adversas de su partido, pero el oficio político, que
sin duda lo tiene, sacará adelante los temas difíciles ahora que su partido es
oposición.
El prietito en el arroz se llama
Rodolfo Dorado Pérez Gavilán. Aunque el egresado de la Iberoamericana Juan
Quiñones Ruíz afirme que hay columnistas ignorantes, porque no saben que él como
presidente estatal del PAN tiene facultades para nombrar al coordinador de los
diputados pianistas, lo cual es cierto, no se trata de las facultades que tiene,
sino de los acuerdos políticos avalados por Ricardo Anaya y José Rosas Aispuro
Torres. Eso está bien, pero no es correcto. Gina Campuzano, Paty Jiménez, Toño
Ochoa y Jorge Salum del Palacio pagaron
los platos rotos. ¡Suerte te dé Dios, que el saber nada importa! Enrique
Benítez Ojeda, que fue el diputado más polémico y autocrítico del sexenio
pasado, hoy regresa por la vía pluri al congreso de sus amores. De entrada, ya
tuvo su primer roce con Fito Dorado por el asunto de Canatlán. Benítez no es,
por mucho, monedita de oro, pero la pluri nadie se la regaló: él se la ganó y
un día le contaremos esa historia. Lo hemos visto y escuchado en la tribuna,
hasta hoy pocos pueden presumir que le hayan ganado un debate. Habló en su
momento y no dudamos que lo siga haciendo. Paco Ibarra, leal y sacrificado como
pocos en el PRI, que ha sabido llevar los acuerdos cupulares del tricolor y de
su sector campesino, regresa a la actual legislatura: le costó sangre, sudor y
lágrimas hacerlo. Gracias al profesor Ibarra Jáquez, hoy Gerardo Villareal es
diputado de mayoría por el partido palero del PRI: el Verde Ecologista y si hoy
tiene esa curul, es porque el nativo de Celestino Negrita llevó en sus hombros
toda la campaña y es de sobra conocido en ese distrito por su trabajo de muchos
años. Por eso, sino fuera por el exlíder de la CNC, Gerardo Villareal, conocido
como el “niño verde” de Los Llanos, hoy estaría en Victoria esperando a que
haya cosechas.
No sabemos hasta cuando se reforme
la ley electoral para tratar el tema de los diputados pluris. Por vía de
mientras, con esta ley tenemos que arar. Mientras esta reforma llega, los
partidos políticos deberían nombrar a futuras diputadas y diputados pluris que
tengan méritos y sean bien vistos por la sociedad, que se olviden, por fin, de
poner en primer y segundo lugar o tercero a sus amigas, amigos, hijos de
gobernadores, compadres y todo lo que huela a nepotismo, acuerdos cupulares o
pago de facturas.
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