Los hermanos Cruz Martínez preparan un asalto final: El PRD estatal

“Aquí tienes las llaves de mi alma, puedes entrar a la hora que tú quieras para que veas si hay alguien en el mundo que pueda darte lo que yo quisiera”
-Canción popular
Analogías: cuando en el año 2000 el ex neopanista y ahora neopriísta Vicente Fox logró el mérito histórico de sacar al partido de estado de Los Pinos, los expertos en política aseguraban que el PRI había llegado a su final y que ya estaba muerto. Otros ya lo habían puesto en un ataúd para llevarlo a la rotonda de los partidos ilustres, solo que hubo un detalle: Nadie le hizo caso al escritor Carlos Monsiváis cuando escribió uno de sus artículos legendarios: “A ver quién le pone el último clavo al ataúd del PRI”. Y ya lo sabemos: nadie le puso dicho clavo al ataúd, y el grupo Atlacomulco habló años después: ¡levántate, PRI! Y el PRI caminó.
Con sus matices, por supuesto, aquí, en nuestra callada y tranquila ciudad colonial, nadie logró tampoco ponerle el último clavo al ataúd político de los famosos hermanos Marcos y Juan Cruz Martínez. Recordemos: cuando, en una jugada maquiavélica, Alejandro González Yáñez le quito el PT a los hermanos Cruz Martínez, muchos se frotaron las manos, otros vaticinaron que su final había llegado. Pocos, muy pocos, hay que decirlo, no se fueron con la finta, antes de irse de vacaciones por un buen tiempo Marcos Cruz, su compadre, Jesús Ortega, lo hizo diputado federal por la vía pluri por el PRD, y el chucho mayor, que siempre ha pensado que la familia y la amistad se demuestran en la nómina, como usted ve, ¡esos sí son amigos, no como otros! Desde que los hermanos Cruz Martínez salieron por la puerta trasera del PT, seguramente pensaron en el refrán mexicano: “me quitarán los caminos, ¿pero las veredas cuándo?” los de la izquierda del PT se fueron a la izquierda del PRD, y a Movimiento Ciudadano y a MORENA los tienen en la mira, por si llegara a ofrecerse. Saben, Marcos y Juan, que en el PT no tienen futuro, y comenzaron lo que a corto plazo puede suceder: Hacerse dueños de la franquicia del sol azteca estatal para manejarlo como un negocio familiar. Pero no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre, y esas fueron las tribus del PRD, que un día tendrán que pagar la factura por haberle dado a los hermanos Cruz Martínez “las llaves de su alma”. Dicen los que saben de izquierda electoral, que para seguir en el poder hay que juntarse hasta con el diablo, si es preciso, esa fue la razón para hacerle un “TUCOM” a Toño Posadas, y la única manera de lograrlo fue hacer alianza con los hermanos Cruz, y el ideólogo de ese proyecto es el experimentado y conocedor como pocos del PRD estatal, Sergio Duarte Sonora. El plan todos lo sabemos. Que el diputado local Israel Soto Peña se convierta en el próximo presidente estatal del Partido de la Revolución Democrática en Durango, y Juan Cruz Martínez en presidente municipal del sol azteca, y todos contentos.
A río revuelto, ganancia de pescadores. Marcos Cruz Martínez y Sergio Duarte Sonora son los verdaderos beneficiados de la elección estatal. Ellos pactaron desde hace meses atrás la presidencia estatal y municipal del PRD y, ya encarrerado el gato, pues a ver cómo le va al ratón, si es que sobrevive. Como si lo estuviéramos viendo: en un futuro cercano, Marcos Cruz se podría convertir en el presidente estatal del PRD, y cuando la gente de Duarte Sonora se dé cuenta del engaño al que ellos mismos le tendieron la cama, será demasiado tarde. Ahora sí los hermanos Marcos y Juan Cruz Martínez ya tienen lo que querían para decirle a quién corresponda, como McArthur: volvimos. Y ahora sí vamos a negociar en otras condiciones. ¿Volverán las glorias de los hermanos Cruz Martínez?