Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
domingo, 2 de febrero de 2014
Vale más una vivienda del INFONAVIT que 20 hectáreas de El Brillante
“Una limosna se le da a cualquiera, tómala y vete y que Dios te ayude”
-Canción Popular
El ejido El Brillante, perteneciente al municipio de Pueblo Nuevo, Durango, es conocido a nivel nacional por ser uno de los ejidos forestales más ricos del país. Por la construcción de la súper carretera Durango-Mazatlán, resultó afectado, junto con otros ejidos como Mimbres, José María Morelos, La Victoria, Empalme Purísima, Lázaro Cárdenas, Navajas, El Salto y Máximo García, entre otros, por decretos de expropiación para realizar dicha obra. Usted recordará: tuvieron que transcurrir más de 12 años, 2 gobernadores: Sergio Guerrero Mier, Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera, que va a la mitad del camino. Así mismo, dos presidentes de la república: Vicente Fox, Felipe Calderón y el recién estrenado EPN. Una inversión de casi 30 mil millones de pesos, nadie duda que traerá beneficios, empezando por Mazatlán, Sinaloa, hay planes para llevar a Durango a los primeros planos nacionales y mundiales, vendrán inversionistas, más empleos, habrá circulante y derrama económica, Durango no tendrá pretextos para salir de sus rezagos.
Sin embargo, ante estas obras monumentales, siempre hay un “prietito” en el arroz y estos son los ejidatarios que fueron afectados en sus tierras por el paso de la carretera. Como en nuestro país la ley le permite al gobierno expropiar lo que sea, utilizando el famoso recurso legal de la utilidad pública, es por eso que el gobierno hace las cosas bien, pero no siempre son las correctas. Por lo pronto, los decretos de expropiación van al blanco de uno de los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Los campesinos y los ejidatarios. De acuerdo a los decretos dados a conocer por Yolanda de la Torre Valdéz, delegada de la SEDATU, los que usted puede consultar por internet, se dará cuenta de que para el gobierno federal, en pleno siglo XXI, sigue habiendo mexicanos de primera y mexicanos de segunda. No se puede concebir que habiéndose invertido 30 mil millones de pesos en la carretera Durango-Mazatlán, no se haya considerado un pago justo para los ejidatarios por la expropiación, ahora pretendan pagarles una miseria por sus terrenos tomando como pretexto los avalúos que realizó la Administración de Bienes Nacionales. Para que vea usted la diferencia, le contamos el siguiente ejemplo: hace algunos años el gobierno suizo tenía la necesidad de construir una autopista que pasaría por una propiedad donde vivía una familia, pero como allá sí existe la propiedad privada, el gobierno quiso comprarla, los dueños se negaron a venderla y, al final, la autopista tuvo que ser desviada para no afectar la propiedad. Igual que aquí.
Que este ejemplo sirva para que usted sea el juez sobre si el gobierno federal es justo con lo que le quieren pagar a los ejidatarios del ejido El Brillante, y así están todos los demás. Los ejidatarios tuvieron que ceder 20 hectáreas de sus áreas forestales, con la promesa de que se les pagaría lo justo. Después de mucho luchar por la vía legal y pacífica ya recibieron la noticia de lo que les quieren pagar por sus 20 hectáreas. $189,000 MXN, si usted saca cuentas se pagará a $9,127 por hectárea, o sea, a 91 centavos el metro cuadrado. Si usted tiene un guardadito por esa cantidad, aproveche este magnífico puente y, en lugar de irse a Mazatlán, vaya al ejido El Brillante, intente comprarles en $189,000 MXN 20 hectáreas y ya verá que se las venden en un segundo. Al fin y al cabo sólo necesita llevar una copia del decreto de la SEDATU, que ya le puso precio al valor de las tierras de El Brillante. Aunque usted no lo crea, muchos que conocieron el decreto viajaron por esos rumbos antes que nosotros con la intención de comprar, pero, ¡oh, sorpresa!, una sóla hectárea en ese ejido de Pueblo Nuevo vale lo que el gobierno federal les quiere pagar por 20 hectáreas, a eso se le llama tener un gobierno justo, que se preocupa por el campo, sus campesinos y ejidatarios.
El verdadero beneficio para los ejidatarios es que con el decreto que emitió el gobierno federal se podrán amparar, esto será, sin duda, una larga lucha judicial en los tribunales agrarios. Si hay justicia en este país, se les tiene que pagar lo que valen sus tierras, no tanto como se les pagó a las compañías constructoras que hicieron la carretera, ni Dios lo permita. Si Peña Nieto va en serio para modernizar y hacer productivo al campo, lo mismo que decía Salinas de Gortari hace 20 años, primero que haga justicia con los miles de rezagos agrarios que hay en este país, indemnizaciones que no se han pagado desde hace más de 50 años, como es el caso de Nazas. Bienvenida la reforma al campo, para alcanzar la soberanía alimentaria, pero con limosnas por sus tierras y por sus cosechas a los campesinos, puede ser que un día terminemos importando tortillas desde China.
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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