Tal parece que la cultura en Durango, por enésima vez, está durmiendo el sueño de los justos. Pretextos les sobran a los responsables para justificarse con la sociedad, y en especial ante la comunidad artística y cultural en Durango, que también con su indiferencia contribuye a que la burocracia cultural solo se dedique a cobrar puntualmente sus quincenas. Si usted toca las puertas en cualquier instancia de cultura, encontrará las mismas respuestas: no hay recursos, y los pocos que tenemos son para pagar la nómina, estamos esperando, de un momento a otro, tener lo suficiente para que por fin Durango se convierta en la capital cultural del norte, o mínimo que nuestra ex callada y tranquila ciudad colonial sea una especie de Salzburgo norteño. Por lo pronto, nos conformaremos con los viernes de ópera para escuchar sopranos y tenores, como el extraordinario Alfredo Carrillo, que tiene talento para presentarse en cualquier parte del mundo, sopranos y tenores a los que les pagan el salario del miedo.
También la alternancia debió haber llegado a la cultura y no solo a los órdenes de gobierno. Seguimos con las mismas políticas públicas en el ámbito cultural, es decir, la del estado y del municipio. Recién llegó José Ramón Enríquez a la presidencia municipal, anunció que cuando él terminara sus tres años al frente del municipio de Durango, sería la capital internacional de la cultura del país, que estaremos al nivel de las ciudades europeas famosas por su vida turística y cultural, como Salzburgo o Viena. Para ello, nombró a un pianista de fama internacional, Claudio Herrera Noriega, del que se espera que pronto anuncie el segundo- famoso a nivel mundial-
Festival Ricardo Castro. Mientras eso sucede, seguiremos yendo a la Velaria a ver espectáculos que nos traen empresarios de Torreón y de otros lugares del país. Algún guardadito cultural nos ha de tener el ICED o el IMAC para sorprendernos con sus políticas culturales tan acertadas.
¿Pero qué cree? Si no se invierten recursos de nuestros impuestos en cultura en serio, dejaremos que siga descomponiéndose el tejido social, que aumente la violencia que hoy está tan de moda en nuestra ciudad, porque las políticas aplicadas por parte del Estado deben ser también preventivas, como se ha hecho en Colombia. ¿Qué va a hacer el ICED, que ya muy pronto será una Secretaría, con 35 millones que acaba de anunciar la futura secretaria Socorro Alanís?, ¿se gastarán esos 35 millones casi todos en la nómina? Lo bueno del anuncio que hizo Socorro Soto Alanís es que nos quedaron 2 millones y medio de pesos para el Festival Revueltas, del cual todos esperamos que no se les ocurra traer a la Sonora Dinamita y a Paquita la del Barrio para clausurar el Festival. Queremos, también, que nuestra fiesta de la cultura regrese a las fechas en las que se realizó por muchos años, con el fin de aprovechar contratar espectáculos y artistas que se presentan en octubre en el Festival Cervantino, como lo hacen otros estados de la República, léase Chihuahua o Tamaulipas, por cierto estos le invierten de 130 millones a 200 millones a sus Festivales, incluso más. Aquí nosotros ya vamos caminando en esa ruta con los famosos 2 millones y medio al Festival, aunque ya sabemos que al final serían 30 millones de pesos, con eso se completa para llenar la plaza IV Centenario de artistas que se presentan en los palenques.
Pero no siempre ha sido así, si la memoria no nos falla, el ICED logró gestionar, en 2010, 230 millones de pesos: con parte de este presupuesto se inició el Bebeleche y además se aplicó en los 39 municipios del estado para promover la cultura. Este presupuesto histórico se logró gracias a que se hicieron gestiones, también, en la Comisión de Cultura del Congreso Federal, lo mismo en la Comisión de Cultura de la CONAGO. Si los funcionarios piensan que estando sentados en sus oficinas o tomando café en la cafetería que les queda a unos metros les llegarán los millones de pesos que se necesitan para tener un Festival cultural como sucede en otros estados del país, están equivocados.
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