MORENA y el PAN: la crónica de una elección anunciada
ÁLVARO SANJUÁN
Mientras los priístas cantan la canción de José Alfredo “pero todo, todo se acaba, la dicha grande también se va”, los del PAN hacen lo mismo con la composición de Fernando Z. Maldonado: “y volver, volver, volver a tus brazos otra vez.” Léase, Los Pinos. Para no quedarse atrás, los de MORENA entonan la frase de José Alfredo: “no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”. A menos de 15 meses de la elección presidencial y a menos de un año de conocer a los candidatos del PRI, PAN y MORENA, El Universal hace unos días dio a conocer unas encuestas hechas por Buendía & Laredo, donde destacan, de entrada, dos temas: por primera vez, MORENA encabeza las encuestas con un 24%, seguido del PAN con 23%, lo que significa un empate técnico, pero MORENA creció 11 puntos y Acción Nacional 7; y en contraste, el PRI está como el Tango Argentino, “cuesta abajo es mirodada”, perdió 12 puntos y se queda solo con 13%.
El otro punto que llama la atención en esta encuesta es que no aparece el nombre de Rafael Moreno Valle, el candidato de los tres mosqueteros del PAN duranguense, los que le están apostando al alumno más distinguido de Elba Esther Gordillo, que ante la crisis que vive el tricolor, cabe la posibilidad de que sea el candidato de Los Pinos. Para comprobar una vez más que las políticas y políticos mexicanos son los mismos, solo que en diferentes partidos. Por cierto, el grupo de los dorados panistas locales ya tomó su decisión: apoyarán al presidente ciudadano para senador de la República y este ya le prendió velas a San Judas Tadeo y al General Villa para que su amigo, el exgobernador poblano, sea el candidato del PAN… perdón, del PRI, porque en política los medios justifican los fines. Parece que las palomitas blancas vestidas de azul ya les tomaron la medida, y sería una tristeza. Del pasado reciente aquí en Durango, teniendo excelentes cuadros para candidatos a la presidencia municipal, entre ellos Jorge Salum del Palacio, el que sin lugar a dudas hubiera ganado, los ideales de Gómez Morín solo dan para que una Avenida lleve su nombre; en cambio, se impusieron los intereses del grupo de Los Dorados, con los resultados ya conocidos. No les interesa el actual gobernador, lo que les importa es poner al próximo.
Como se refleja en estas encuestas, el PRI está en graves problemas. Como partido tiene un rechazo del 50%, y de opiniones negativas un 64%. Y si piensa que el PAN es su solución, dejando que desde Los Pinos les impongan un panista o una panista como candidatos a la presidencia de la República, entonces están en riesgo de acabar un día como el PRD, porque el 13% que les dan en las encuestas no es nada halagador, más si lo comparamos con cuando en el PRI todo eran días de vino y rosas. En el PAN es más probable que Ricardo Anaya se le acerque a Margarita Zavala que el poblano Rafael Moreno. Doña Margarita, como candidata, tiene una aceptación del 27%, Anaya un 20% y Moreno Valle debe de andar con un 10%. Además, la esposa de Felipe Calderón es la favorita al interior del PAN. Si de negociar se trata, en Los Pinos, pensando de manera maquiavélica, la mejor carta para enfrentar a AMLO es Doña Margarita y no Don Rafael.
Andrés Manuel López Obrador como candidato cuenta con el 33% de la aceptación, y si se sigue manejando como hasta el día de hoy, no sería remoto que pudiera llegar al día de la elección con un 40%. A eso agréguele usted que lo conocen el 95% de los mexicanos. Los priístas del país están, como dijo Rubén Figueroa, “la caballada está muy flaca”, pero aun así deberían jugársela con un candidato de su partido, yendo en alianza con el Verde Ecologista, con el PANAL y Encuentro Social, aunque les paguen en euros. ¿Quién sería el mejor candidato del PRI en 2018? ¿Miguel Osorio Chong o el discípulo de la maestra Gordillo, Rafael Moreno Valle? En política se puede perder, pero hay que hacerlo como el título de una novela: “Perdieron con la cara al Sol”
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