Los panistas, como Renato Leduc: sabia virtud de conocer el tiempo
ÁLVARO SANJUÁN
“Nunca nos derrotó la derrota, que no nos derrote ahora la victoria”
-Luis H. Álvarez
“Haiga sido por lo que haiga sido”, los grupos al interior del PAN, en las personas de Rómulo Campuzano y Lorenzo Martínez Delgadillo, llegaron a un acuerdo histórico después de más de 20 años de ir con un candidato de unidad para sacar adelante la presidencia y secretaría general del PAN estatal, porque iba creciendo el fantasma de una tercera vía, planeada desde el exterior de ese partido y por personas que han sido priístas toda su vida y ahora, gracias a la alternancia, se visten de palomitas blancas de azul, es decir, lobos con piel de cordero. De ese tamaño era, hasta hace unos días la disyuntiva de los panistas locales cuando comprendieron que estiraban o se ahorcaban, porque corrían el riesgo de que expriístas tomaran las riendas de su partido. Así que los grupos pensaron: “más vale un panista en mano que ver a un ciento de expriístas volar”
Pero como sucede en todos los partidos, no todos los grupos y las corrientes quedan contentos cuando se toman este tipo de decisiones, como es el caso de la mejor Contralora estatal que hayamos tenido, la que ya dio señales de que va por los peces gordos del sexenio pasado, y a manera de entrenamiento ya ha comenzado a fincar responsabilidades hasta a los conserjes de las escuelas. Ahora entendemos por qué la Contralora del Estado no se dedicaba de tiempo completo a cumplir con su responsabilidad, su mente estaba en otra parte: quedarse con la presidencia del partido en el que ha militado toda su vida y tanto le ha dado. Pero no crea usted que la panista Rosario Castro ha renunciado a sus nobles y legítimas intenciones, ya que de acuerdo a fuentes de alto nivel del PAN, al parecer, la señora Castro tiene la firme intención de que en cuanto su partido publique la Convocatoria, presentar a su candidato y así tratar de echar abajo la planilla de unidad que encabezan Rómulo y Lorenzo. Por supuesto que el grupo de Rosario Castro tiene sus derechos, sin embargo, si hubiera una contienda donde la militancia decidiera, perdería 4 a 1. El destino político del PAN estatal ya está decidido: hay candidato de unidad.
También es verdad que a los panistas locales se les estaba haciendo bolas el engrudo, por aquello de que la política es como el amor, y entre más pasa el tiempo, más se complica. Los grupos de Rómulo Campuzano y Lorenzo Martínez Delgadillo están obligados a conformar una planilla que le de equilibrio político a ese partido. Por un lado, Rómulo sabe que en política se tiene que negociar, que no se puede tener todo, pero tampoco quedarse sin nada. A su lado tiene el apoyo de panistas de toda la vida y sabe que esta oportunidad histórica, consecuencia de la alternancia, no tiene que ser el sueño efímerode solo un sexenio. Lorenzo Martínez Delgadillo tiene carrera política, por lo pronto ya se dio cuenta de que solo un grupo no puede comerse todo el pastel o podría hacerles daño, que bueno que Rómulo y Lorenzo entendieron que el PAN es para los panistas, y no para algunos arribistas o expriístas que se colgaron de la figura de José Rosas Aispuro para llegar al poder.
Moraleja: los del PRI deben echar sus barbas a remojar. ¿Si las cúpulas del PAN se pusieron de acuerdo, por qué las cúpulas del PRI no? Ellos lo saben, un día que pasa es un día perdido, a menos que estén pensando en resolver la presidencia del PRI, tan importante para 2018, después de las elecciones del Estado de México, Coahuila y Nayarit. Como dijo Juan Gabriel: allá ellos. Si los priístas quieren regresar al Bicentenario en 2012, más les vale que vayan pensando en un candidato de unidad. Pero como diría Mariano Alvarado: solo somos intermediarios, como el rancherito de Tuitán.
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