El PRI y el PAN están como la canción: quieren sacar al buey de la barranca, que traducido al clima electoral en el Estado de México, significaría algo así como sacar a López Obrador de la disputa por Los Pinos. Quieren a toda costa escribir el epitafio del tabasqueño con la derrota de Delfina Gómez, para que de una vez por todas el “Peje” se olvide de intentar convertirse en presidente de México. Por ejemplo, el priísta de toda la vida Enrique Ochoa Reza, a punto de soltar el llanto, le recordó a López Obrador que este último dijo que si se le demostraba que era corrupto renunciaría a sus aspiraciones presidenciales y, ya encarrerado el gato que desaparecería el partido MORENA, el líder nacional del PRI asegura que ya le comprobó a AMLO que es corrupto, basándose en el video donde recibe dinero una candidata de MORENA en Veracruz y le dan instrucciones de que le entregue a AMLO 500 mil pesos.
Este video nos hizo recordar aquel donde “el señor de las ligas”, René Bejarano, esposo de la sucesora de Miguel Barbosa en el senado, Dolores Padierna, donde este recibía millones de pesos del empresario argentino Carlos Ahumada. El video se realizó con el objetivo de sacar de la jugada a López Obrador, de ahí nació la famosa teoría del “compló”. Aunque nunca se demostró, se habló mucho de que los operadores de este video fueron Carlos Salinas y el Jefe Diego. AMLO salió bien librado de aquel episodio y el “señor de las ligas” fue procesado, estuvo preso en un Reclusorio de la Ciudad de México y hoy sigue vigente como pieza importante de la izquierda electoral. ¿Si Enrique Ochoa Reza no comprueba de lo que
acusa a López Obrador, renunciará al PRI y devolverá los 1 millón 250 mil que le dieron por unos meses de trabajo? Lo único que le faltó a Ochoa Reza en la rueda de prensa que organizó fue llevar a todo el Consejo Político Nacional del PRI, a César Duarte, a Humberto y Rubén Moreira, al exgobernador de Campeche y al de Tamaulipas, y lo disculpamos porque no pudieron acompañarlo Javier Duarte, Tomás Yárrington y el selecto club de exgobernadores del PRI.
¿Y qué decir del otro Mosquetero, Felipe Calderón Hinojosa, que ha resultado ser una gran revelación como humorista político en las redes sociales, como lo hizo hace unos días al decir que a López Obrador no le pusieron un 4, le pusieron un 500 mil? Esa frase ni a Jesús Martínez “Palillo” se le hubiera ocurrido. Entendemos muy bien el sentido del humor de Felipe, ya le prometió a la Virgen de Guadalupe que si le hace el milagro de que su esposa Margarita Zavala se convierte en la primera presidenta de México, irá de rodillas a la Basílica de Guadalupe el 12 de diciembre de 2018. El michoacano desea pasar a la historia como el primer expresidente de México que logra llevar a Los Pinos a su esposa, ni Bill Clinton lo logró.
El que completa la trilogía contra AMLO es Lord Atlanta, Ricardo Anaya, sueña también con ser presidente de la República. Para lograr tan noble propósito no le preocupa la señora Zavala, el que no lo deja dormir es el tabasqueño, y para lograrlo ha hecho acuerdos con el PRI, porque a estos dos partidos, o mejor dicho sus cúpulas, los une la misma pesadilla llamada Andrés Manuel López Obrador.
Los Tres Mosqueteros han olvidado varios detalles, entre ellos que millones de mexicanos votarían por López Obrador. Ricardo Anaya y sus socios piensan que yendo juntos en contra del tabasqueño será suficiente, no se dan cuenta que ya nadie quiere nada con el PRI o el PAN. Los últimos 18 años de bipartidismo en México han llevado al límite al sistema político mexicano, se requiere una verdadera alternancia para construir la transición democrática que necesita este país. Por lo pronto, el PRI está a prueba en Nayarit, Coahuila y el Estado de México. Los priístas le apuestan al grupo Atlacomulco para volver a ganar Los Pinos, si esto fuera cierto, a eso en política se le llama jugar a la ruleta rusa.
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