domingo, 14 de febrero de 2016

Ni por la derecha ni por la izquierda, es por Durango: Ricardo Anaya


El martes pasado en la sede del Partido Acción Nacional estatal, el PRD y el PAN demostraron que aquello del agua y el aceite es cosa del pasado,  que han sufrido una profunda mutación política y por ello pueden transitar juntos en esta coyuntura electoral con un mismo objetivo: el poder. Si el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo los divide, los une algo más fuerte que eso: la gubernatura del estado y la presidencia municipal de Durango capital. Las diferencias ideológicas o los puntos de vista sobre los derechos humanos pueden esperar, porque el poder bien vale una misa. Desde ese martes, José Rosas Aispuro es el candidato a gobernador por el PRD y el PAN, quedando pendiente la candidatura por la presidencia municipal entre Jorge Salum del Palacio y José Ramón Enríquez, que por cierto ya se siente no solo el candidato del PAN y el PRD, perdón, ciudadano, sino también presidente municipal. Pero si no llegara a serlo por alguna razón, lo será su primo Meño Herrera y todo quedará en familia.

Ese martes, quienes tuvimos la oportunidad de asistir a este acontecimiento fuimos testigos de lo que dijo el presidente nacional del PAN, el queretano Ricardo Anaya. Este influyente personaje panista parece más bien un profesor de economía del ITAM o algún maestro de teología en alguna universidad católica, pero cuando empezó su discurso se transformó: es un orador brillante. Comprendimos entonces por qué pudo chamaquear a Gustavo Madero. En cuanto tomó protesta como presidente del Partido Acción Nacional les mandó un mensaje a los maderistas: “el PAN soy yo”. Si todo lo que le escuchamos a Ricardo Anaya fuera cierto, la elección para gobernador sería un mero trámite. Tal vez recuerde usted la frase de José López Partillo cuando los empresarios sacaron sus fortunas fuera del país, el peso sufrió una de las devaluaciones más perversas de las que se tenga memoria, y les advirtió: “ya nos saquearon, no nos volverán a saquear”. Parafraseando a López Portillo, Ricardo Anaya dijo, para referirse a la pasada elección de gobernador en 2010, “nos la robaron, no nos la volverán a robar”. Agregó que ahora sí cuidarán las casillas al 100% para que no pase como en Las Vegas, donde al final los jueces deciden quién es el ganador de una pelea de box, en esta elección no lo van a permitir. 

No sería mala idea que Rosas Aispuro le pidiera a Ricardo Anaya que lo acompañe lo más seguido que pueda para repetir el discurso que dijo el martes pasado, y lo haga el discurso de su campaña. Porque, ya encarrerado el gato, Don Ricardo da la impresión de que tiene una bola de cristal o asesora a Walter Mercado. Decimos esto porque lo escuchamos gritar a los cuatro vientos con la intención de que se escuchara en todos los rincones del estado: “dentro de 4 meses, después de las seis de la tarde, estaremos celebrando la victoria de José Rosas Aispuro y que al PRI ya se le acabó su tiempo, se les terminó su contrato”. ¿Por qué dijo esto Ricardo Anaya?, ¿Sabe algo y no nos lo puede decir? Sabremos el domingo 5 de junio, después de las seis de la tarde, si el presidente del PAN nacional es un profeta o se equivocó, como los meteorólogos que pronosticaron un ciclón como el más peligroso de la historia o una nevada en Durango capital. Nosotros, mientras son peras o son manzanas nos quedamos con la duda de que los políticos nunca dicen lo que piensan ni hacen lo que dicen. 

Nos recordó Ricardo Anaya que hace más de 30 años se dio la alternancia en Durango, la primera vez con el PAN, luego le siguieron los del PT con Gonzalo Yáñez, Marcos Cruz y con Arturo López Bueno se quedaron chiflando en la loma, se les atravesó en el camino Ismael Hernández Deras y hasta la fecha como que sigue medio atravesado. La alternancia en Durango solo ha llegado en unos cuantos municipios, algunos con el PAN y otros del PRD, pero ha sido algo así como debut y despedida. ¿Por qué no ha habido alternancia en  la gubernatura de  Durango? Muy sencillo: los del PRI no quieren que llegue, y no ha llegado porque la oposición ha sido incapaz de construirla, y ahora están tal vez en la última oportunidad para lograr esa alternancia tan anhelada.

1 comentario:

  1. Mi bola de cristal me dice que si Salúm no va de candidato perderá Aispuro, y también si sí va perderá, aunque ganará Salúm. Esa pérdida se atribuye a la esposa del candidato a gobernador de esa alianza, que dicen lo trata como mandilón, y que es amante de sobrefacturar hasta con el 70% más (y lo saben muchos afectados). Ganará pues Esteban y el PRI llegará a los 90 años de gobernanza.

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.