En el año 2000, una sociedad cansada de un partido de Estado, agraviada por setenta años del poder de un solo partido, votó por una alternancia política en este país, y quienes nos representaron en ese proyecto de nación democrática, fue el partido Acción Nacional. Y aunque no era panista ni lo será, Vicente Fox surgió de una empresa refresquera para convertirse en el candidato del PAN de manera específica, pero también de un país hambriento de transición y alternancia política. Los mexicanos comenzamos a soñar: decidimos que si un partido no funcionaba en el poder, en las urnas le daríamos a otro la oportunidad, decirles a los partidos que si no sabían gobernar, nuestro voto sería la última palabra, pero los sueños y la realidad nunca serán pareja, la realidad es que otra vez gobierna el PRI y los sueños siguen siendo la alternancia y la transición.
A los partidos políticos les asusta la autocrítica, los militantes que la practican pagan un precio: vivir en la banca, porque el silencio es la única manera de llegar al poder. Luis Echeverría nunca habló, por eso Díaz Ordaz lo hizo su sucesor, y, tiempo después, Echeverría Álvarez nos recordaba aquello de que "el hombre aprendió a hablar, pero no cuándo callarse". Las recientes declaraciones del político panista Jorge Salum, han dejado a las palomitas blancas vestidas de azul sin derecho de réplica. El mensaje de Salum del Palacio fue directo a la yugular de José Luis Ibáñez, Juan Quiñones, Antonio Ochoa y Nancy Vázquez, que son los que pretenden dirigir el partido a nivel estatal. Su compañero de partido les está diciendo: "O estiran o se ahorcan". De ese tamaño es el dilema de tan distinguidos panistas. Pero se nos hace que el exdiputado local Salum se quedó corto en sus declaraciones. El PAN, al día de hoy, no tiene un líder que los unifique a nivel nacional, Gustavo Madero solo anda metido en los Pactos por México para ser gobernador de Chihuahua. Madero solo es líder de sus amigos, y si no usted le puede preguntar a los que votaron por Ernesto Cordero, Madero presume de demócrata influyente y plural, pero a los demás les cerró las puertas con tres candados.
El señalamiento que hace Jorge Salum al interior del partido estatal no es cosa menor. Hay cuadros valiosos en el blanquiazul, como lo son los que hoy pretenden convertirse en dirigentes estatales: Para usted, ¿cuál de los cuatro tiene madera de líder para unificar al PAN?, ¿cuándo surgirá otro Rodolfo Elizondo Torres? Tal vez no ha nacido, pero eso puede esperar. Pero lo que no se puede demorar es que Ibáñez, Juan, Toño y Nancy lleguen a acuerdos. A falta de un líder, mientras este llega se le puede suplir con inteligencia, humildad, sin poses egocentristas de que "todo el mundo gira alrededor mío", o "¿quieren unidad?, pues la unidad soy yo". De eso no se trata, los cuatro deberían tomar conciencia de lo que está en juego en 2016, léase José Rosas Aispuro Torres. Al final, en su momento, cualquiera puede ganar, pero si se paga el precio de que el partido quede dividido y con heridas difíciles de sanar, estarán poniendo en riesgo que encuentren apoyo en la sociedad, que al final de cuentas es la que da y quita el poder. Un líder es el que une a las mayorías, un buen cuadro es el que tiene capacidad y hace los méritos suficientes para ocupar un espacio político de primer nivel. Los cuatro candidatos panistas podrían partir de la siguiente premisa: deben tener muy claro que hay momentos en la vida en que se parte de ceros, y eso es lo que hoy vive el PAN en Durango, se puede vivir sin un líder, pero no sin acuerdos.
¿Qué quiere cada uno de ellos? Por supuesto, ser presidenta o presidente estatal. De acuerdo a fuentes cercanas al partido, el famoso "Chacoles" tiene la mira puesta en una diputación pluri para cobrar en 2015 en San Lázaro y que su hijo siga en el municipal: sencillito. El exdiputado Toño Ochoa no ambiciona llegar tan lejos, de acuerdo a nuestras fuentes, lo que Toño desea es dirigir el partido de tiempo completo, para ser el responsable de las campañas de 2015 y la que será la tercera y definitiva: 2016. Nancy Vázquez, quien podrá convertirse en la primera mujer en dirigir al PAN estatal, ya no es ninguna novata en la política del blanquiazul. Juan Quiñones, con una larga carrera política, su sueño es ser presidente del partido. Nosotros mirando los toros desde la barrera, si cada quien se va por la libre, llegará muy debilitado a la presidencia del partido, si no hay un líder que unifique al PAN como afirma Jorge Salum, entonces que haya unidad y que la unidad sea la sustituta del líder que el PAN nece
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