"Y tú vas a saber que siempre gano, no vuelvas, que hasta a ti te haré perder"
-Chucho Monge, compositor
Si el escritor checo Franz Kafka hubiera nacido en Coahuila, ¿qué otra novela podría haber escrito?, ¿Y si Charles Baudelaire, en Nayarit, hubiera escrito la novela con el siguiente título: "Las Elecciones del Mal"? Eso nunca lo sabremos. Pero a cambio de eso, nosotros sí podemos intentar develar el misterio de la santísima trinidad, o sea, por qué en el vecino estado de Coahuila, a pesar de que el profesor incómodo, Humberto Moreira, endeudó a varias generaciones, le heredó a su hermano la gubernatura como si se tratara de una herencia familiar y llegó a ser el estado más violento del país, con todo y eso, resulta que el PRI, como en los viejos tiempos, obtuvo carro completo, como si eso nos hiciera sentir orgullosos a los mexicanos, porque, ilusamente, creíamos que eso era cosa del pasado.
Lo que sucedió apenas el domingo pasado en ese estado viene a comprobar, una vez más, que el PRI a nivel nacional, aunque parezca paradoja, en el fondo no trabaja para llevar cada vez más electores a las urnas, sino todo lo contrario, como diría el clásico. Desde hace mucho tiempo, el tricolor se dio cuenta de que el secreto para seguir ganando es que la gente se aleje de las urnas para que el abstencionismo sea su mejor aliado el día de los comicios, y no los partidos con los que va en coalición, como son, entre otros, el partido verde ecologista o el PANAL. Hay que decirlo, en Coahuila no solo el abstencionismo es el responsable de la victoria "arrolladora" del PRI, también lo es, y en gran medida, la oposición encabezada por el PAN, que con ello a Gustavo Madero le abollaron la corona. Y qué decir del
PT, que no logró ni siquiera el 2%, así que más les vale que echen sus barbas a remojar, los del PRD andan como la canción del compositor Cuco Sánchez: "Arrastrando la cobija y ensuciando el apellido". Y para que vea que el PRI es querido en ese estado, en varios distritos electorales fue en alianza con siete partidos políticos, por si se les acabara la gasolina del carro completo, lo empujaran hasta la próxima gasolinera.
Y para los que piensan que los puestos públicos no son para promoverse y andar en campaña todos los días, solo hay que checar la lista de los candidatos a diputados en los 16 distritos electorales de Coahuila, y todos son ex, ya sea de educación, salud, etc. Cualquier parecido con algún otro estado de la república es pura coincidencia, no sea usted malpensado, aquí, en Durango, nada de eso sucede. Lo que acaba de pasar en Coahuila es un ejemplo más de que los del PRI saben hacer las cosas, y si no, tome nota: El padrón electoral se compone de dos millones cien mil electores, de esta cantidad, el pasado domingo votó el 40%, es decir, 840 mil coahuilenses. De los 840 mil votos mencionados, 452 mil fueron emitidos a favor del PRI y los partidos que lo acompañaron, los otros 387 mil votos fueron para la oposición, incluyendo los votos nulos. Así que el PRI obtuvo una diferencia de 65 mil votos en todo el estado. Pero ahí va la de arena: un millón doscientos sesenta mil electores fueron los grandes ausentes el día de la jornada, el abstencionismo significó el 60%, ¿habrá un partido político en Coahuila que se sienta orgulloso de ese fenómeno electoral y del rechazo social? Aquí en Durango, en su momento, Sergio Guerrero Mier gobernó tan solo con el 39% de los votos, como dicen los políticos en los mítines cuando andan en campaña: ¡sí se puede, sí se puede!... y hasta con menos, para eso es el abstencionismo.
Hoy se sabe, en la pasada jornada electoral del domingo, a los candidatos independientes les fue como en feria, y, como dijo Don Teofilito, en el futuro así les seguirá yendo, la partidocracia es la que manda en este país. Por cierto, el que se salvó fue el candidato que "roba poquito" y triunfó por segunda vez en San Blas, Nayarit, la primera fue por el PAN. Así que los amigos del puerto de San Blas nos recuerdan a algunos refranes populares: "Pégame, para saber cuánto me quieres" o "Engáñame, pero no me dejes". No sería mala idea que el presidente electo del municipio de San Blas, Nayarit, abra escuelas en varias partes del país para capacitar a futuros candidatos independientes. Y ya que andamos por los rumbos de la tierra de Amado Nervo, el PAN y el PRD, en una alianza de facto, ganaron la capital, Tepic. ¿Por qué no hicieron una alianza de facto con la reforma de telecomunicaciones y la energética? Los políticos están como los gringos: en política sí hay acuerdos, pero en los negocios no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario