"El rocillo ya se va, se lo llevan pa' la sierra, ¡anda, vete, desgraciado, vete a robar a tu tierra!"
-Corrido popular
Nunca las elecciones del Sindicato de Telesecundarias con el fin de elegir a su nuevo secretario general, habían sido tan polémicas por los personajes que se vieron involucrados en la reciente elección donde el voto, al final, favoreció al profesor Armando Medina y dejó en el camino al de Cuencamé, Pablo Carrillo, con una diferencia de 390 votos, votos que no dejaron ninguna duda: ganó el favorito de los maestros de Telesecundaria, el profesor Medina, que tiene a su favor una larga carrera sindical y que ha ocupado desde el 2005 diferentes carteras y con diferentes secretarios generales.
Pablo Carrillo es más conocido por su carrera política, actividad que hasta la fecha no deja. Todos lo recuerdan como presidente del municipio de la tierra de los Generales, Cuencamé, presidencia que obtuvo en los años dorados del PAN. Pero debido a problemas y sus diferencias con las palomitas blancas vestidas de azul, públicamente renunció al partido de sus amores, el Partido Acción Nacional. Ignoramos si el día de hoy anda en busca de nuevos horizontes, porque su verdadera vocación es, sin duda, la política y sería bien recibido en cualquier partido. Pero una cosa son los sindicatos y otra los partidos políticos. Al Sindicato de Telesecundarias lo integran algo así como 1850 trabajadores y este universo pequeño, comparado con otros sindicatos como la Sección 44 o la 12, esto tiene como consecuencia que todos se conocen; forman algo así como una familia. No se les puede engañar porque todos saben quién es quién en ese gremio.
¿Qué tienen los sindicatos que todos quieren ser secretarios generales? Desde el pasado diciembre ya se había filtrado que el poderoso grupo de Pablo Carrillo, a toda costa, trataría de impedir que Armando Medina fuera el otro candidato. Uno de los argumentos era que el profesor Medina violaba los estatutos del Sindicato, el otro, muy al estilo Jalisco era que detrás de Armando había la clásica mano que mece la cuna, también se comentaba que Pablo Carrillo también tenía la suya y esa sí era una mano de verdad. En este contexto y con el tipo de acusaciones, ¿quién podría tirar la primera piedra?, ¿Armando o Pablo? Como dice la canción: ya se fueron las nieves de enero y llegaron las flores de mayo, mejor dicho, las de abril. Se llevaron a cabo las elecciones, ganó el rocillo de los pobres y perdió el alazán de los ricos. Pablo Carrillo, a pesar de haber perdido con una diferencia de 390 votos, no acepta los resultados, los cuales ya impugnó ante la instancia correspondiente haciendo uso de sus derechos y eso es legítimo.
En su momento, la Comisión Estatal Electoral validó los registros tanto de Armando Medina como de Pablo Carrillo. Dicha comisión fue la que organizó la elección, la cual, hasta donde se sabe, fue una de las mas concurridas, votó la mayor parte del padrón, no hubo incidentes, no fue cerrada y la elección fue declarada legalmente válida. No sabemos si la impugnación de Carrillo prospere, pero los que saben de estos asuntos dicen que ninguna ley es retroactiva, y el argumento de Carrillo es que el registro de Medina, supuestamente, violentaba los estatutos, pero la comisión estatal electoral opinó lo contrario. En este tema, fuentes bien informadas dicen que existe un documento que fue firmado por un cercano colaborador del de Cuencamé, donde se desiste, de antemano, de cualquier tipo de impugnación. Esperemos a ver qué sucede.
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