domingo, 19 de enero de 2014

La sociedad propone y los senadores y los diputados disponen

Podríamos comenzar el tema parafraseando a Porfirio Díaz: México, tan lejos de la democracia y tan cerca de las reformas electorales. Ahora que se acaba de dar a conocer que sin ser año electoral, los partidos con registro en Durango recibirán, entre todos, 52 millones de pesos para sus gastos de "representación", se ha vuelto a poner en la mesa lo caro que resulta la “democracia” y mantener a los partidos políticos. Para decirlo con todas sus letras: Son los grupos, las corrientes, las tribus, las élites partidistas las que se quedan con todo el financiamiento, empezando por la burocracia partidista, conocida como comités estatales o municipales, en consecuencia, algunos de ellos ganan más que un diputado local. Le podemos contar que en una ocasión le pedimos a un panista influyente y de alto nivel que nos explicara por qué se peleaban tanto por la presidencia estatal, nos contestó de la siguiente manera: “el pleito por la presidencia en el PAN son los sueldos que ganan quienes integran el comité, en primer lugar por su presidente, que gana más de 60 mil pesos al mes y otros 60 mil pesos en gastos y el que menos gana, gana 12 mil pesos”. Este panista nos hizo el comentario cuando se renovó la pasada presidencia estatal. Ignoramos si las cosas siguen igual o han mejorado. Pero no crea usted que es exclusivo de las palomitas blancas vestidas de azul, los del PRI son miembros también de la misma orquesta sinfónica, los otros partidos, conocidos como “patitos” o como “paleros”, no se pueden quejar, pues su filosofía es como la del refrán popular: valen más 4 millones de pesos en mano que ver 52 volar. Por este asunto del financiamiento a los partidos políticos, varias voces de nuestra inteligente clase política local han alzado la voz para darnos clases al respecto y, por supuesto, algunas voces del sector empresarial. Algunos protagonistas, en este momento tienen organizaciones políticas en vías de convertirse en partidos políticos, esperemos que no sean “patitos” o “paleros”. Opinan que “la sociedad debe calificar el presupuesto de los partidos” y, por supuesto, que la sociedad desde hace mucho ya lo hizo, empezando por que es ella la que paga a los partidos políticos, sean “paleros” o no, con sus impuestos. Y eso es la molestia de los duranguenses y los mexicanos, debido a que los partidos se han convertido en una clase privilegiada, nos cuestan mucho y no vemos los resultados. Eso sí, sólo los vemos de presidentes municipales, regidores, diputados locales y federales, senadores o de delegados federales, a otros como funcionarios de medio nivel en alguna secretaría de Estado, pero bien pagados. Nuestro sistema está basado en lo que se llama representación popular, eso es el resultado de las elecciones, que “haigan como haigan sido” los diputados y senadores nos representan en el Congreso. ¿Es lo mismo que nos representen en las cámaras a que decidan por nosotros? Por supuesto que no. Entre representar y decidir, hay una enorme diferencia, por eso las cosas en este país tienen que cambiar, está bien que nos representen, pero no es correcto que sin consultarnos decidan por nosotros. La recién aprobada "reforma" políticos electoral no va al fondo de los problemas de la democracia en México. ¿Será por eso, como nos lo hace notar Alejandro Campa Avitia, que la ley permite a partidos “patito”, que principalmente a través de alianzas electorales han logrado mantener su registro ? Y no sólo eso, esos partidos a los que alude el doctor Campa hasta se dan el lujo de aceptar a distinguidos militantes del PRI para que los representen en el congreso del estado. ¿entonces cómo cree usted que nuestros diputados y senadores aprueben, un día, una ley que mate a la gallina de los huevos de oro". Esto no sucederá, los acusamos de que les pagamos con nuestros impuestos sus sueldos y privilegios, pero no de otra cosa. ¿Se imagina usted el día que aprueben una ley electoral que diga: “a partir de hoy, los impuestos de los mexicanos ya no serán para pagar partidos políticos ni pagarán las campañas políticas de aquellos que aspiran a un puesto de elección popular? Recuerde: por soñar no se paga. Fue Francia la primera nación, en 1914, que dejó en claro el tema del financiamiento de las campañas, estas se harían sólo con contribuciones públicas. Tiempo después, y principalmente al término de la segunda guerra mundial, este modelo fue aceptado por las naciones europeas. Esto significa que son los ciudadanos los que pueden aportar recursos para financiar campañas, pero sus impuestos no se tocan, lo mismo sucede en Estados Unidos. Aquí en México esto está prohibido por nuestras leyes, pero en los hechos sucede lo contrario, las campañas sólo se pueden pagar con recursos del Estado, pero los “gurús” electorales se las ingenian para que haya financiamiento que aportan principalmente los poderes fácticos. El día que tengamos una democracia participativa, será diferente, pero mientras nos “representen” y decidan por nosotros, seguiremos igual, por no decir peor

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.