Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
domingo, 14 de julio de 2013
En el Encuentro de Escritores: dos tipos de cuidado y, ¿Un premio Nobel?
“El pensamiento penetra el muro más pérfido que una bala de fusil”
-Lasse Söderberg, poeta sueco
Tratar de narrar todo lo que vimos y vivimos en el Encuentro de Escritores “José Revueltas”, es todo un reto para todo aquel que tenga la audacia o el atrevimiento de hacerlo, porque ver y escuchar a las poetas como Elsa Cross, sentir la pasión de René Acosta, la voz de la colombiana Ángela García, el trabajo de Evodio Escalante, de Ángel Leyva, de Lasse Söderberg o de Victor Roura, será trabajo, al fin y al cabo, de los que se dedican a la crítica literaria. Pero también los que no lo somos no podemos renunciar a opinar lo que vivimos y sentimos los tres días que duró el Encuentro de Escritores, donde habitamos la misma casa, el rincón o lugar preferido donde escriben las poetas, los poetas, las escritoras y los escritores que nos compartieron el trabajo, quizá de muchos años, y nosotros no podemos cometer el pecado de no leerlos para escucharlos en nuestra soledad.
¿Por qué dos tipos de cuidado y un posible premio Nobel? Como Pedro Infante y Jorge Negrete, nuestros dos tipos de cuidado son, por supuesto, las dos figuras de la cultura de las letras nacionales y del mundo, José Ángel Leyva y Evodio Escalante, nacidos en Durango y ciudadanos del mundo por sus trabajos de ensayo, poesía, novela, crítica literaria, directores de revista, editores, entre otras cosas. Y el poeta sueco que escribe “para todos y para nadie” y sólo por eso tiene serias posibilidades de ganar el premio Nobel
de Literatura. Evodio Escalante, que un día escuchó decir a su padre antes de su muerte una frase que lo marcó para toda la vida: “Los recuerdos son postales que nos mandan los muertos”. Hoy escuchamos decir a Evodio en un poema que le dedicó a su padre “Asunto de postales”, lo siguiente: “Ahora me toca a mí recibir tus intermitentes postales / que me llegan a las horas más inesperadas del día / y en las borrosas aguas de los sueños”, su libro de poemas “Crápula”, si Evodio lo hubiera mandado a un concurso de juegos florales, con toda seguridad terminaría en la hoguera, porque sus poemas están llenos de las cosas que mucho nos callamos, Evodio Escalante nos dice: Mi poesía hasta los ciegos la pueden ver, hasta los sordos la pueden escuchar y hasta los que practican una doble moral me pueden leer en el rincón más oscuro de su alma.
“Crápula”, la obra de Evodio, es para leerse como si nos bebiéramos un vaso con agua, o tomarse un tequila escuchando la canción que compuso el sudamericano Alfredo Gutiérrez: “Cabaretera”, porque hay quienes no nos confesamos, como Evodio se “confiesa”: “Bruja sin moral que al solazarte / soliviantas las penas del borracho”, refiriéndose a las mujeres que un día canonizó Jaime Sabines en uno de sus poemas, y como bien lo dijo José Ángel Leyva: “Hoy las conocemos como sexoservidoras”.
Recordemos: hablar del poeta sueco Lasse Söderberg, Evodio Escalante y José Ángel Leyva sería como el cuento de nunca acabar. José Ángel nos vuelve a sorprender con una antología de 20 poetas mexicanos, haciendo mancuerna con Begoña Pulido y editado por “La Otra” y la Universidad de Sinaloa, nos lleva desde Carlos Pellicer hasta David Huerta, pero importante es sin duda el prólogo de
Leyva y de la maestra Pulido. Dicen verdades que quizá a muchos no les gusten, en especial a las altas esferas del poder, de entrada, se van a la yugular diciendo que: “la cultura mexicana es tan paradójica como la realidad que representa”. Y vaya que la cultura en México está llena de paradojas, como una vez lo apuntó Carlos Monsiváis: “No es lo mismo la cultura nacionalista que la cultura nacional”. Sin duda alguna, José Ángel Leyva y Begoña Pulido nos abren los ojos para que no forme parte de la cultura intelectual: el olvido, porque hay que revisar, como ellos afirman, las relaciones con el poder y, en especial, con el priísmo, donde hoy existe una convivencia de la crítica al régimen con la recepción de privilegios y prebendas. Quedará pendiente, en fechas próximas, hablar del trabajo del poeta Lasse Söderberg y la sorpresa del Encuentro de Escritores “José Revueltas”: el autor de “José y Reina: un septiembre olvidado en Suma”, Victor Roura. Hay que destacar también el trabajo que realizó en este encuentro la Sociedad de Escritores, que encabeza Socorro Soto Alanís, esperando que el próximo año que se cumplen cien años del natalicio de José Revueltas superemos el Encuentro de Escritores “José Revueltas”
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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