Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
viernes, 10 de mayo de 2013
En política no hay victorias absolutas ni existen derrotas totales
En política, cada vez más las sorpresas pasan a segundo plano y los sorprendidos son una rara especie de extinción. Tomemos como ejemplo el fallo de la Sala Regional de Guadalajara en contra de la coalición PAN-PT. Los panistas y los petistas nunca perdieron la esperanza de que fallaran a su favor, pero, en el fondo, sabían que eso era imposible. Esa es la razón por la que no perdieron el tiempo y armaron la estrategia para ir en la coalición de facto. Lo que sí fue una sorpresa es que la coalición se cayera, de acuerdo a los magistrados de la Sala Regional, por el lado del Partido del Trabajo, que, según los magistrados, no cumplió los requisitos legales para coaligarse con el PAN. Este asunto le debe haber caído como balde de agua fría a los magistrados del Tribunal Estatal Electoral de Durango, porque basaron su fallo en el artículo 48° de la Ley Electoral, desconociendo al Consejo Político Estatal del PAN como el equivalente a la Asamblea Estatal. No recordamos que el PT haya sido cuestionado para nada. “Haiga como haiga sido”, el Tribunal Estatal Electoral salió raspado, porque la Sala Regional les dio la razón a los del PAN. El asunto del PT es otra historia, hay que esperar que la Sala Superior resuelva el recurso de reconsideración que estará listo, posiblemente, el lunes.
Hay que decirlo: El asunto legal de este acontecimiento ha sido rebasado por lo que significa políticamente. Estamos de acuerdo con el presidente magistrado del Tribunal Estatal Electoral, Raúl Montoya, que el pasado miércoles declaró a un noticiero local que
los magistrados de la Sala Regional interpretaron el famoso artículo 48° de manera muy distinta a los de aquí, eso quiere decir que alguien puede ver el cielo azul y otro lo ve rojo. Bueno, pero esa es la parte subjetiva de las leyes. En lo que no existe duda es en que todos interpretamos de manera correcta todo lo que está sucediendo y esto es un asunto político por el lado de donde se le mire y no es otra cosa que la lucha por la gubernatura en el cada vez más cerca primer domingo de julio del 2016. ¿Alguien opina lo contrario? Claro que el fallo de la Sala Regional de Guadalajara ha sido muy comentado por la clase política local. Unos afirman que esta decisión fue tomada apegada a derecho, que los magistrados son honestos, honrados y, también, independientes, que hasta son capaces de meter las manos al fuego por ellos. Sin embargo, otros afirman lo contrario, desconfían de los magistrados porque dicen que sus fallos obedecen a consignas. Un doctor metido a político acaba de declarar a los medios impresos que la coalición PT es una burla de la ley, que sólo buscan el poder por el poder y que son los mismos tres compadres alegres de siempre. Y para darnos unas clases de derecho, nos dice el famoso doctor que la coalición PAN-PT es ilegal, ¿qué ley prohíbe que pueda haber coaliciones de facto?, ¿También la coalición de facto PAN-PRD que habrá en Quintana Roo estará fuera de la ley?
Si los del PRI están pensando que el fallo en contra de la coalición les dará la victoria el próximo 7 de julio en forma automática, no deberán estar tan seguros ni confiados, que no se les olvide la fábula de la liebre y la tortuga. Si los de la coalición confunden el haber perdido una batalla con la guerra, podría ser peligroso. El PRI tiene el poder y lo va a defender con todo. Este 2013 quieren la
presidencia municipal y en el 2016 la gubernatura. Los de la coalición no andan tan errados: también quieren exactamente lo mismo. ¿Quién ganará?, ¿Los que hoy tienen el poder o los que lo quieren tener el día de mañana? Desde ahorita les decimos: será la sociedad quien decida. De eso se trata, ¿O no? Mientras llega el día “D”, es posible que veamos unas elecciones polarizadas, una clase política que se dará hasta con la cubeta, guerra sucia, vida privada y trapitos al sol. Unas elecciones que pueden decidirse en los tribunales, comenzando en Durango y terminando en la Sala Superior del TRIFE en la Ciudad de México. Pero también puede suceder todo lo contrario: Unas elecciones democráticas, civilizadas, sin descalificaciones y donde, por primera vez, no se compre el voto, que se respeten los topes de campaña, que los gastos de los candidatos y partidos sean transparentes, que no haya acarreados, ni las famosas operaciones “barbacoa”, o “menudo”, “tacos” o “tortas”, que el 7 de julio en la noche el IEPC dé los resultados y que todos los acepten. Sólo hay un pequeño problema: Las elecciones serán en Durango, y no en Suecia.
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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