Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
viernes, 1 de febrero de 2013
La sorpresa sería que hubieran multado al PRI
“El PRI no cambia porque ni el PAN ni el PRD se lo han exigido. El PRI no limpia su propia casa porque dice que la del vecino está igual de sucia”
-Denise Dresser
Después de la democracia, el IFE es la institución más cara que pagamos los mexicanos. Si el Instituto Federal Electoral alcanzó, en el 2006, el cenit de su fama y popularidad con el entonces consejero presidente Luis Carlos Ugalde, hoy, Leonardo Valdés Zurita no quiere quedarse atrás, y para demostrarnos que desquita el sueldo millonario que le financiamos los mexicanos, entre él y el consejero del PRI Sergio García Ramírez, votaron en contra para que no se sancionara al PRI por el asunto de las tarjetas Monex. Esa fue la de cal y la de arena es que todos los mexicanos nos enteramos de que Andrés Manuel López Obrador, el candidato del movimiento progresista, compuesto por el PRD, PT y Movimiento Ciudadano, rebasó los gastos de campañas y por vía de mientras, tendrán que pagar 130 millones de pesos de sanción. Y qué de raro tiene, diría Martín Urieta.
Haciendo un poco de historia; ¿recuerda usted el famoso PEMEXgate? En el año 2000, cuando Vicente Fox logró el mérito histórico de sacar al PRI de Los Pinos y en el 2012 puso su granito de arena para que regresara, después de la elección presidencial de ese año, se comprobó lo que todos sabíamos: Que PEMEX era la caja chica del PRI y que le aportó a la campaña de Francisco Labastida nada más y nada menos que 1500 millones de pesos. Y como el PAN en aquellas fechas estaba en Los Pinos, el IFE no tuvo otra opción que multar al partido de sus amores, con una cantidad multimillonaria. Pero hoy, con el regreso del PRI a la Residencia Oficial, le deja al tri color nacional la cara rechinando de limpia, en cambio, deja a Andrés Manuel como si lo hubieran sacado de un pozo petrolero, tirándole al color del chapopote. ¿Cuál es la moraleja? Que el IFE, para no equivocarse, está con los que tienen el poder, ¿qué hubiera pasado si López Obrador gana la presidencia de México? Ya lo adivinó: el movimiento progresista no hubiera sido multado por rebasar los topes de campaña, en cambio, el PRI tendría problemas serios con el Monexgate y por haberse excedido con los topes de campaña. Pero los consejeros del IFE son muy inteligentes: su especialidad es hacer leña del árbol caído
Los del Instituto Federal Electoral son tan sabios y justos que se olvidan de una cosa: De la opinión pública y de la sabiduría popular. Pongamos un ejemplo: Las encuestas dicen que los mexicanos, en su mayoría, opinan que la francesa Florence Cassez era culpable del delito de secuestro y otras linduras, pero la Suprema Corte la puso en libertad porque consideró que sus derechos humanos fueron violados, en el caso del PRI, exonerado por el IFE, sucede lo mismo; la mayoría de los mexicanos creen que el que rebasó los topes de campaña fue Enrique Peña Nieto y no Andrés Manuel López Obrador. Es como si a un vendedor de semillas en la plaza de armas lo acusan de incurrir en prácticas monopólicas y no a Carlos Slim o a Televisa. Pero la conducta del IFE no debe sorprendernos, siempre se lava las manos, cuando se le presiona o cuestiona, termina diciendo que no tiene facultades y que sólo organiza las jornadas electorales. En el caso que nos ocupa, la unidad de fiscalización enviará el asunto a la secretaría de hacienda donde despacha uno de los más íntimos amigos de Peña Nieto, ¿cómo la ve?, ¿multar al movimiento progresista con 130 millones de pesos forma parte del Pacto por México?, ¿Qué nos tienen que decir los chuchos?, ¿Que los volvieron a chamaquear? O mejor nos quedamos con lo que una vez dijo uno de los maestros del grupo Atlacomulco, Carlos Hank González: Un buen político no debe ni necesita rendir cuentas, antes que todo, es un evasor.
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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