“Después me dijo un arriero que no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar”
-José Alfredo Jiménez
No es solo el hecho de que por segunda vez un político duranguense se haya convertido en el líder nacional de la CNC. Tiene su significado por la derrota que sufrió el PRI en el pasado proceso electoral de 2016, y que al sector cenecista no le fue muy bien que digamos. Valga como ejemplo el caso del diputado local Paco Ibarra Jáquez, el que ha militado toda su vida en el sector campesino del tricolor, y por acuerdos políticos llegó por la vía pluri, cobijado por el cliente más caro que tiene el PRI: el Partido Verde. Desde que empezó la era de los gobernadores egresados de la UJED, Maximiliano Silerio Esparza es el único que salió de la CNC; Ramírez Gamero de la CTM; Ángel Sergio Guerrero Mier, Ismael Hernández Deras y Jorge Herrera Caldera, del sector popular de este partido. Y si le damos una miradita por encima la presidencia municipal de la historia reciente, otra vez Silerio Esparza rescata a los cenecistas y ha sido la CNOP la que se ha despachado con la cuchara grande.
Se dice que cuando se pierden batallas no significa que se haya perdido la guerra, y los priístas heridos se preparan para recibir el 2018. Sin duda, el nombramiento de Rubén Escajeda fortalece políticamente al sector campesino del PRI en el estado, y no podemos descartar que la CNC ha dejado de ser la cenicienta de los priístas. En el papel, el liderazgo de Escajeda Jiménez tiene varias lecturas. Mientras son peras o son manzanas, las decisiones al
interior de ese sector ya no se tomarán desde el Bicentenario, como antaño se hacía, ahora se harán desde la colonia Santa María la Rivera, en la Ciudad de México, cuando así lo amerite la circunstancia política. El estilo de hacer política del nativo de San Juan del Río, de no pelearse con nadie en esa profesión tan difícil, le ha dado resultados, por eso es bien visto en las grandes ligas de la clase política nacional y la local. Si en este momento los priístas no estuvieran peleados entre sí por la presidencia del PRI, otro gallo les cantara. No hay día de la semana que distinguidos militantes tricolores se descalifiquen entre sí en los medios de comunicación. Todavía no alcanzan a comprender que perdieron la gubernatura y la presidencia municipal, porque llegaron a la elección pasada peleados y divididos por un candidato condenado a perder.
Aunque suene a ironía política, la CNC local se puede convertir, gracias a Rubén Escajeda, en el sector más significativo del PRI estatal. Veamos: en las personas de Óscar García Barrón y Carlos Matuk, uno de los dos se podría convertir en el próximo presidente de los priístas. Otra cosa que no se puede pasar por alto son las posibilidades de lo que puede suceder en 2018. No tendría nada de raro que la CNC fuera cabeza de serie en el tema de las candidaturas que se avecinan. En el asunto de las senadurías, desde ahora están presentes Óscar García Barrón y Rubén Escajeda Jiménez, y llegado el momento, no se enfrentarían porque irían por vías diferentes. Y si otra cosa no sucede, son dos cartas fuertes a la gubernatura en 2022. En el tema relacionado con las candidaturas federales y locales por el sector campesino, ahora sí tendría muchas posibilidades Carlos Matuk, que la buscaría por tercera ocasión, y dicen que la tercera es la vencida. Lo mismo Paco Ibarra Jáquez, que regresaría al sector de sus amores. No se olviden de Pedro Silerio, que por su trabajo
administrativo y político tiene con qué levantar la mano. Miguel Astorga sigue vigente y el veterinario Manuel Gallegos. De las mujeres, podríamos mencionar a Coco Ramírez y a Nancy Ríos. Como vemos, en la CNC, en su momento, habrá otros que dirán que les urge ser diputados federales o locales.
La autoridad moral que tiene el nuevo líder nacional de la CNC le va a caer muy bien y va a poner orden en el cenecismo local. Por lo pronto, sin sombrerazos y sin gritos, Escajeda les dijo que en el sector hay momentos políticos, pero también estatutos, y esto se tendrá que respetar. Así que si alguien pensaba lo contrario, tendrá que guardar sus ansias de novillero para otra ocasión. A nivel nacional y local, sobran los personajes y grupos políticos que dividen al PRI, lo que les falta es la otra cara de la moneda: priístas que representen la unidad y el equilibrio entre los grupos que luchan por el poder. Llega Rubén Escajeda Jiménez a la CNC nacional en el momento en que su partido vive una crisis de credibilidad, pero no hay que olvidar que en las crisis, con inteligencia y oficio político, también se construyen otras alternativas.
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