Los artículos de Álvaro Sanjuán son publicados los viernes y domingos en El Sol de Durango
domingo, 10 de junio de 2012
López Obrador antes y después del diez de abril
“El futuro no tiene realidad sino como esperanza presente”
-Carlos Fuentes, escritor
Hace poco más de 60 días, algunas encuestas afirmaban que había un puntero indiscutible, nos referimos a Enrique Peña Nieto, que a esas alturas del mes de abril, entre el candidato del PRI y el de las izquierdas, la diferencia era tan grande que muchos consideraban imposible de alcanzar. Si la memoria no nos falla, Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo a algunas encuestas, tenía el 16% contra 52% de Peña Nieto. Es decir, la diferencia entre ambos era del 36%. Traducido en votos, podríamos estar hablando de poco más de 15 millones de votos, cifra con la que en cualquier parte del mundo ningún candidato alcanzaría jamás al otro, esa era la razón por la que muchos decían que Enrique Peña Nieto sería el próximo presidente de México.
No hay que olvidar que Josefina Vázquez Mota también estuvo mucho tiempo en el segundo lugar, de acuerdo a las mismas encuestas. Llegando en ocasiones hasta a un 34%, de ahí que Josefina era considerada para competir seriamente con Peña Nieto, y Andrés ocupando el tercer lugar por los mismos indicadores. Los panistas y los priistas ignoraron a AMLO, se olvidaron de él, le apostaron a una izquierda dividida, a que estaba cansado de recorrer el país por tierra, municipio por municipio, y entre otras causas, porque tenía una propuesta de un gabinete al que Vázquez Mota calificó: “juntos suman como 1000 años de edad”, etc. ¿Qué pasó? ¿Se hizo realidad la fábula de la liebre y la tortuga? ¿Qué se podría hacer realidad el pasaje de la biblia donde David vence a Goliath? Si Enrique Peña Nieto llega a perder la presidencia de México, no se culpe a nadie, sólo hay un responsable que se llama Pedro Joaquín Coldwell, por haber dicho el once de mayo, conocido como el “viernes negro”, a los estudiantes de la Ibero: porros y manipulados. Los estrategas de Josefina y Peña Nieto no fueron capaces de leer los avances de López Obrador, por ejemplo los empresarios que le ofrecieron disculpas por haber pensado en el 2006 que era un peligro para México, pero que este 2012 lo apoyarían para llevarlo a la presidencia de México.
Los priistas y los panistas no quisieron darse cuenta o no les importó el mensaje que les envió la crema y nata de los empresarios reunidos en el Club de Industriales de Monterrey, cómo salió del Tec entre gritos de “Presidente, Presidente”. A partir del 10 de abril del 2012 en el estadio de béisbol de Guadalupe Victoria, Durango, se empezó a escribir la historia del ascenso de López Obrador en algunas encuestas, sondeos y redes sociales. Esto debido a que varios medios nacionales como El Universal y Milenio enviaron por internet imágenes de un estadio vacío, cuando la gente no llegaba todavía para recibir a López Obrador, los organizadores del evento se dieron cuenta inmediatamente, y por su cuenta enviaron a las redes sociales fotografías con el estadio lleno, y mucha gente se quedó afuera del estadio con ganas de ver a AMLO. La pelea entre el PAN y el PRI por llegar a la presidencia, los errores de Josefina y sus estrategas la enviaron al tercer lugar, y con 19 días de campaña que restan, no vemos cómo pueda conseguir los puntos que perdió para estar en la pelea el primero de julio. Los del PRI cayeron en exceso de confianza, porque Peña Nieto llegó a tener, en su momento, hasta 56% de las preferencias, a tal grado que afirmaban que ni Josefina y Andrés Manuel juntos podrían ganarle a Peña Nieto. Hace 60 días, tenían toda la razón, pero hoy domingo 10 de junio, las cosas son diferentes.
Si en el 2006 López Obrador se sentía presidente sin serlo, parece ser que hoy, en el 2012, a Peña Nieto le sucede lo mismo. Si en la pasada elección presidencial “haiga como haiga sido” Calderón le cobró la factura a López Obrador, hoy podría ser que el de Tabasco se la cobre al del estado de México, por haberlo dado “por muerto”. Hoy en la noche, después del debate, se puede escribir la historia de quién puede ser el próximo presidente o presidenta de la república. Usted diga quién ganó el debate de esta noche, porque las casas encuestadoras quedaron como la canción: “Hablando claro, no te tengo ya confianza”, ¿O no?
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- Álvaro Sanjuán
- Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.
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