domingo, 25 de marzo de 2012

La operación Óscar García Barrón, una obra de ingeniería política

Óscar García Barrón, actual diputado federal, comenzó a ser famoso en los tiempos en que Jorge Meade, según lo comentan distinguidos priistas, se apoderó del PRI estatal. Y haciendo mancuerna con Adrián Gallardo, fueron los hombres más influyentes de la pasada administración: uno operaba la vida política del tri color, y el otro, convertido en el principal asesor del gobierno de Ismael Hernández Deras. Hubo varios personajes del PRI que en su momento se enfrentaron de manera directa a Jorge Meade, sobresaliendo José Ramírez Gamero, José Rosas Aispuro y Óscar García Barrón. Pero los políticos, cuando están en el poder, ni nos ven ninos oyen, por eso, en el 2010 estuvieron a 15 mil votos de perder 80 años de hegemonía política en el estado. Y con una gran paradoja: Con un ex priista, José Rosas Aispuro, que acusó a Jorge Meade de haber secuestrado al partido y haberse negado a que fueran las bases del partido las que eligieran a sus candidatos. Los resultados, todos los conocemos: Una elección que se definió en los tribunales, Rosas Aispuro, afiliado al PAN, que les va a dar guerra, no de las mismas dimensiones del 2010, pero no será ninguna perita en dulce. A Óscar García Barrón, al político de Tamazula y a muchos otros, los unió Jorge Meade y lo que esto significaba. Siendo García Barron en aquel tiempo dirigente de la CNC estatal, conocedor de las reglas del juego de su partido, sabía que la diputación federal era para él y nadie más. Hoy, con el tiempo se sabe, que no era el candidato del entonces gobernador, pero con el apoyo de la CNC nacional y su líder, Cruz López, Óscar se salió con la suya y quiso ir más allá. Pretendió dejar a su sucesor en la CNC local, manifestando que en su sector, nada ni nadie podían meterse. Así de sencillo. Sin embargo, en política, lo que es hoy ya no es mañana. Se le aparecieron tres personajes en el camino: El actual gobernador, Gerardo Sánchez, y el hoy candidato a diputado federal por el III distrito, Rubén Escajeda Jiménez. García Barrón es un político polémico y controvertido. Soñó con pasar de diputado federal a senador, siguiendo la misma estrategia que le funcionó para llegar a la cámara baja, buscó apoyo a nivel nacional, sólo que Cruz López ya no manda en la CNC, el que decide se llama Gerardo Sánchez. Astuto como es, García Barrón se la jugó: si se fue Rosas Aispuro del PRI, ¿Por qué yo no? Por un tiempo, evocó el fantasma del 2010, no se sabía si se iba o se quedaba, sino todo lo contrario: un día amanecía con un pie en el PAN, y el otro con las izquierdas. Así se la jugó hasta el último minuto de la gran decisión de su partido, y en vez de escuchar la voz de las sirenas, escuchó la del nuevo delegado del PRI nacional, Héctor Guevara Ramírez. El actual delegado es un hombre muy cercano y de todas las confianzas de Enrique Peña Nieto. El jefe político del estado y del PRI y Héctor Guevara Ramírez fueron los que operaron para que García Barrón entendiera que en política las circunstancias marcan los tiempos. Óscar en ocasiones se rebela, pero también sabe cuándo y con quién no le conviene. La prueba la dio escuchando los argumentos y las propuestas de Héctor Guevara Ramírez, de no haber sido así, en el fondo, significaba decirle un no rotundo al mismísimo Peña Nieto. Nosotros lo conocemos de rebelde, pero no de tonto. Si llega a ganar EPN, ya como presidente se lo va a agradecer, de eso seremos testigos. El haber aceptado García Barrón ser suplente a senador, tiene varias lecturas: La primera le beneficia doblemente a Rubén Escajeda para salir adelante y ganar con más ventaja el distrito 03, Óscar y Rubén son los dos políticos con más aceptación en esos 25 municipios. García Barrón apoyará a Ismael Hernández Deras y a Leti Herrera, y a su compañero de sector, Escajeda Jiménez. Si muchos le apostaban a que García Barrón se iba a otro partido, se equivocaron. Sin temor a errar, los votos que pudo llevarse Óscar a otro partido, se quedarán en el 03 y serán para Ismael, Leti y Rubén Escajeda. El diputado García Barrón debe de estar agradecido con el jefe político de su partido y con el delegado Héctor Guevara Ramírez. El argumento es: si EPN regresara al PRI a Los Pinos y aquí en Durango el tri color gana las dos senadurías, no es seguro, pero tampoco imposible, que Ismael Hernández Deras ocupe una buena posición en el gabinete. Si así sucede,tendrá que pedir licencia, y García Barrón podría ser senador. ¡Qué cosas tiene la vida, Mariana! Aunque usted no lo crea, esto no es lejano de que pueda suceder, porque la política es como el amor, nada está escrito.

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.