sábado, 25 de febrero de 2012

Las ladrilleras: contaminación, omisión, irresponsabilidad y falta de voluntad política


Si no pueden hacer que se cumpla el reglamento en el corredor Constitución, menos aún harán cumplir la ley para reubicar las ladrilleras.
Presidentes municipales van, presidentes municipales vienen, y la verdad es que ninguno ha tenido la voluntad política para resolver este grave problema que se llama contaminación, que está afectando a miles de habitantes, principalmente a los que viven al oriente de la ciudad: los blancos más vulnerables, los niños y los adultos mayores. El asunto de la contaminación en nuestra capital, con sus matices, se puede comparar con el problema del narcotráfico: en vez de haber menos violencia, esta ha aumentado, en lugar de disminuir el consumo de las drogas, se ha disparado, la producción ha ido en aumento, los recursos financieros y el lavado de dinero ha crecido en miles de millones de dólares. Y en el tema que nos ocupa, el de las ladrilleras, sucede exactamente lo mismo: de nada sirvió que cuando era presidente municipal el hoy candidato a diputado federal, Jorge Herrera Delgado, intentara llevarse a los fabricantes de ladrillo al famoso parque industrial, porque simple y sencillamente, el problema no se solucionó de fondo: producir ladrillos sin contaminar. Para los que fueron reubicados con todo y subsidio para producir ladrillos, no fue negocio, en cambio, si es para los que se quedaron a contaminar en la mancha urbana, la razón es que los constructores prefieren comprarles a los que se quedaron, porque no es lo mismo ir hasta el poblado Pino Suárez que adquirirlo, por ejemplo, en Jardines de Cancún. La pregunta es: ¿Por qué se quedaron? , ¿Por qué no fueron obligados a instalarse en el parque industrial?  Hasta hoy seguimos esperando la respuesta de los que han sido presidentes municipales, y sobre todo del actual, Adán Soria Ramírez. ¿Nos podría decir la guapa diputada, Karla Zamora, si tenemos reglamentos y leyes que prohíban a las ladrilleras contaminar? El regidor del PRD, Antonio  Posadas Sánchez, ha denunciado en los medios que en lugar de disminuir las ladrilleras, van en aumento. Esto es grave. ¿Quién las autoriza? Si no hay permisos, ¿por qué permite el municipio que estén funcionando? Todos conocemos el Hospital de Especialidades, prácticamente a 50 metros se encuentra una ladrillera, que sólo le falta estar instalada en el estacionamiento de dicho hospital. Este negocio está asentado en terrenos que hace muchos años fueron invadidos, por supuesto protegidos por políticos y partidos de aquella época. No dudamos que en poco tiempo empezará a funcionar al 100% el hospital de especialidades: ¿Cuándo esto suceda, seguirá funcionando dicha ladrillera? Esperemos que no.

Cualquiera que esté preocupado por este grave problema de salud, puede ver en el internet que hoy existen tecnologías para no contaminar o bajar los índices que hoy padecen muchas familias. Da tristeza ver que en zonas habitacionales, escuelas y espacios deportivos sean expuestos a padecer la contaminación sin que nadie haga nada serio. El municipio ha hecho una propuesta: Que se fabrique bloque ecológico, ya que al producirlo, no contamina, nos parece inteligente la idea, el reto es: ¿Podrán obligar a todos los ladrilleros a que cambien de giro? , ¿Qué opinan los de la industria de la construcción? Hay dos personajes que han hablado al respecto: El regidor Gabriel Montes, líder de la CNOP estatal, reconoce que las ladrilleras se han convertido en un problema social y que debe de ser resuelto de manera definitiva. El otro son las declaraciones del delegado de la PROFEPA, el cuál asegura que las ladrilleras y la contaminación que de ella se deriva son responsabilidad de la autoridad municipal. Más claro ni el agua. Y conste que no se trata de cerrar la fuente de trabajo de cientos de familias que se dedican a esta actividad, lo que se necesita es que los ladrilleros y autoridades encuentren la solución a este problema, que afecta a muchas familias, que lo hagan cuanto antes, porque un día puede ser demasiado tarde.

Bien señala Gabriel Montes que este asunto, por ser un problema social, no que dejar que crezca. Para que esto suceda, el presidente municipal, Adán Soria Ramírez, tiene en sus manos los instrumentos legales, el apoyo de toda la sociedad, los que votaron por él y lo eligieron también para que cuide, entre otras cosas, la salud de los habitantes del municipio. No queremos pensar que somos rehenes de la industria ladrillera. Qué grave sería.
Recuerden que mis artículos se publican viernes y domingos en El Sol de Durango

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.