Si no pueden
hacer que se cumpla el reglamento en el corredor Constitución, menos aún harán cumplir la ley para
reubicar las ladrilleras.
Presidentes municipales van, presidentes municipales vienen, y la verdad
es que ninguno ha tenido la voluntad política para resolver este grave problema
que se llama contaminación, que está afectando a miles de habitantes,
principalmente a los que viven al oriente de la ciudad: los blancos más
vulnerables, los niños y los adultos mayores. El asunto de la contaminación en
nuestra capital, con sus matices, se puede comparar con el problema del
narcotráfico: en vez de haber menos violencia, esta ha aumentado, en lugar de disminuir
el consumo de las drogas, se ha disparado, la producción ha ido en aumento, los
recursos financieros y el lavado de dinero ha crecido en miles de millones de
dólares. Y en el tema que nos ocupa, el de las ladrilleras, sucede exactamente
lo mismo: de nada sirvió que cuando era presidente municipal el hoy candidato a
diputado federal, Jorge Herrera Delgado, intentara llevarse a los fabricantes
de ladrillo al famoso parque industrial, porque simple y sencillamente, el
problema no se solucionó de fondo: producir ladrillos sin contaminar. Para los
que fueron reubicados con todo y subsidio para producir ladrillos, no fue
negocio, en cambio, si es para los que se quedaron a contaminar en la mancha
urbana, la razón es que los constructores prefieren comprarles a los que se
quedaron, porque no es lo mismo ir hasta el poblado Pino Suárez que adquirirlo,
por ejemplo, en Jardines de Cancún. La pregunta es: ¿Por qué
se quedaron? , ¿Por qué no fueron obligados a instalarse en el
parque industrial? Hasta hoy seguimos
esperando la respuesta de los que han sido presidentes municipales, y sobre
todo del actual, Adán Soria Ramírez. ¿Nos podría
decir la guapa diputada, Karla Zamora, si tenemos reglamentos y leyes que
prohíban a las ladrilleras contaminar? El regidor del PRD, Antonio Posadas Sánchez, ha denunciado en los medios
que en lugar de disminuir las ladrilleras, van en aumento. Esto es grave. ¿Quién
las autoriza? Si no hay permisos, ¿por qué permite
el municipio que estén funcionando? Todos conocemos el Hospital de
Especialidades, prácticamente a 50 metros se encuentra una ladrillera, que sólo
le falta estar instalada en el estacionamiento de dicho hospital. Este negocio
está asentado en terrenos que hace muchos años fueron invadidos, por supuesto
protegidos por políticos y partidos de aquella época. No dudamos que en poco
tiempo empezará a funcionar al 100% el hospital de especialidades: ¿Cuándo
esto suceda, seguirá funcionando dicha ladrillera? Esperemos que no.
Cualquiera que esté preocupado por este grave
problema de salud, puede ver en el internet que hoy existen tecnologías para no
contaminar o bajar los índices que hoy padecen muchas familias. Da tristeza ver
que en zonas habitacionales, escuelas y espacios deportivos sean expuestos a
padecer la contaminación sin que nadie haga nada serio. El municipio ha hecho
una propuesta: Que se fabrique bloque ecológico, ya que al producirlo, no
contamina, nos parece inteligente la idea, el reto es: ¿Podrán
obligar a todos los ladrilleros a que cambien de giro? , ¿Qué
opinan los de la industria de la construcción? Hay dos personajes que han
hablado al respecto: El regidor Gabriel Montes, líder de la CNOP estatal,
reconoce que las ladrilleras se han convertido en un problema social y que debe
de ser resuelto de manera definitiva. El otro son las declaraciones del
delegado de la PROFEPA, el cuál asegura que las ladrilleras y la contaminación
que de ella se deriva son responsabilidad de la autoridad municipal. Más claro
ni el agua. Y conste que no se trata de cerrar la fuente de trabajo de cientos
de familias que se dedican a esta actividad, lo que se necesita es que los
ladrilleros y autoridades encuentren la solución a este problema, que afecta a
muchas familias, que lo hagan cuanto antes, porque un día puede ser demasiado
tarde.
Bien señala Gabriel Montes que este asunto, por
ser un problema social, no que dejar que crezca. Para que esto suceda, el
presidente municipal, Adán Soria Ramírez, tiene en sus manos los instrumentos
legales, el apoyo de toda la sociedad, los que votaron por él y lo eligieron
también para que cuide, entre otras cosas, la salud de los habitantes del
municipio. No queremos pensar que somos rehenes de la industria ladrillera. Qué
grave sería.
Recuerden que mis artículos se publican viernes y domingos en El Sol de Durango
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