“El sol sale para todos”
La partidocracia no ha querido entender que la política no escapa a las leyes de la dialéctica, confunden lo efímero que resulta ser al final el poder y piensan que es sinónimo de eternidad. Creen que son los dueños de México y de nuestra voluntad popular, sienten que les damos un cheque en blanco, están acostumbrados a un sistema de representación popular y que pueden decidir por nosotros sin importarles las figuras legales que hay en la Constitución, como la consulta popular el referéndum y el plebiscito y con el pretexto de que para ello no hay leyes reglamentarias, cuando hemos intentado que los diputados y senadores nos escuchen en algo que puede afectar a todos, al final es la Suprema Corte de Justicia de la Nación la que dice si una consulta es válida o no porque en nuestro país no importa tener la razón, lo que interesa es cómo hacen la interpretación de la ley algunos órganos jurisdiccionales.
Los partidos en México solo tienen una razón para existir: mantener y conservar el poder, ya sea, por ejemplo, con el famoso “Pacto por México” o por los acuerdos oscuros que hacen en los laberintos del poder, de los cuales nunca nos enteramos. Pero como decía José Alfredo Jiménez: todo se acaba, la dicha grande también se va. El primer aviso, ahora sí en serio, lo recibió ya la Asociación de Partidos Políticos por México, A.C, el pasado 7 de junio por parte de quien encabeza un nuevo fenómeno político social: Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, quien al parecer está al frente de la clase
económica del país: los empresarios del estado de Nuevo León. En Sinaloa reapareció el fantasma del mítico “Maquío”, con su hijo Manuel Clouther junior que arrasó para convertirse en diputado y sin duda lo veremos, en su momento, en las boletas electorales como candidato independiente a la gubernatura de Sinaloa y con muchas posibilidades de ganar. Lo mismo sucedió en Morelia con Alfonso Martínez Alcázar, que ganó la presidencia municipal. Mencionar el fenómeno político en Zapopan de Pedro Kumamoto podría convertirse, en el futuro, en una figura importante de la sociedad civil. Enrique Alfaro, que arrasó en Jalisco con Movimiento Ciudadano en realidad los jalicienses no votaron por este partido, más bien lo hicieron por Enrique, que puede convertirse en el próximo gobernador de ese estado, cuando termine, por fin, la pesadilla llamada Aristóteles Sandoval. Así que, citando uno de los sabidos refranes de la filosofía popular, a la partidocracia no le ha llegado la hora, lo del 7 de junio fue nomás un saludo. ¿De qué depende que el efecto dominó de los candidatos ciudadanos- que lo son porque los apoya la sociedad civil y son independientes porque no requieren de ningún partido político- se refleje en 2018? Tendría mucho que ver, en primer lugar, cómo serán los primeros 100 días de gobierno del Bronco en Nuevo León, cómo conformará su gabinete, si llamará a cuenta a quienes encabezaron la corrupción en el mandato de Rodrigo Medina y que le practique a este una auditoría a fondo para saber qué pasó en Nuevo León. Lo mismo, los ojos estarán puestos en los primeros cien días del presidente municipal de Morelia y los reflectores también estarán sobre Enrique Alfaro. El efecto Bronco puede sentirse en los 14 estados donde habrá de elegirse a igual número de gobernadores, y no hay que sorprendernos si candidatos independientes ganan algunas gubernaturas. Y no se trata de que aparezcan en cascada como
candidatos independientes expriístas o experredistas y expanistas. Los candados que los partidos y los diputados les pusieron a las candidaturas independientes no son, por mucho, un lecho de rosas. La partidocracia no va a entregar el poder a los ciudadanos solo porque el Bronco ganó el Nuevo León. Ya veremos.
Y ya encarrerado el gato, aquí en Durango en el tema de las candidaturas independientes la senadora Leticia Herrera mandó un mensaje al Bicentenario y otro a Los Pinos: o me hacen candidata al gobierno del estado o me puedo ir por la libre, es decir, como candidata independiente. Queremos pensar que el aspirante del PRI ya leyó y estudio muy bien la Ley de Procedimientos Electorales del estado de Durango, para tener la certeza jurídica de que cumple todos los requisitos, sobre todo en lo que se refiere a no haber desempeñado un cargo de elección popular en los últimos 3 años. Los expertos en derecho electoral tienen la palabra, si la libra o no y que nos expliquen qué significa eso de los 3 años “inmediatos, anteriores a su postulación”.
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