viernes, 9 de junio de 2017

¡Qué cosas tiene la vida, Mariana!: Alberto Cortéz

“La vida me depara una sola caída, una sola nomás, pero hasta el fondo”
-Canción popular
Antes y después de su nombramiento como Director de Finanzas del Municipio, Francisco Bueno Ayup, fue la figura más polémica del círculo cercano al Presidente municipal, José Ramón Enríquez Herrera. De acuerdo a los expertos en Derecho Constitucional, el nombramiento de Francisco Bueno Ayup no cubría el requisito de residencia establecido en la Constitución Política local para ocupar el puesto de Director de Finanzas municipales, y si no fuera por el escándalo en el que se vio envuelto hasta hace unos días, hoy estaría todavía en el cargo. Resulta lamentable, porque tuvo que ser un accidente automovilístico el que viniera a darle solución a un tema que tenía que ver con la legalidad, el que debió haberse resuelto en las instancias jurisdiccionales correspondientes.

Lo que no lograron conforme a Derecho, el diputado Enrique Benítez y el Congreso del Estado en contra de Francisco Bueno, lo logró el destino, puso las cosas en su lugar, ¿existirá acaso la justicia divina? Hace unos meses, el Congreso del Estado presentó en la Fiscalía una denuncia penal en contra de Bueno Ayup, por su presunta responsabilidad como Director de Finanzas municipales, ya que los diputados consideraron que su nombramiento era ilegal. Enrique Benítez, como ciudadano, también presentó su denuncia penal en contra del mencionado Director. Hasta donde se sabe, los diputados que presentaron la denuncia y el mismo Benítez Ojeda, hablaron en varias ocasiones con el Fiscal del Estado para que les informara de
los avances de la carpeta de investigación, pero solo recibieron respuestas dilatorias por el caso Bueno Ayup. Imagínese usted: si a la denuncia presentada por el Congreso del Estado ante la Fiscalía y en lo particular la del diputado Benítez Ojeda, no les hicieron caso, ¿qué será de nosotros, los simples mortales, cuando acudimos a la Fiscalía a presentar una querella o una denuncia?

También hay que decirlo: el caso del exdirector de Finanzas, como muchas veces sucede, se politizó, faltaba más, sobraba menos. Si por la vía judicial se hubiera llegado al fondo del problema legal, podríamos estar hablando de una posible nulidad en el nombramiento del nativo de Sonora. Nada más de pensar en esa posible nulidad total, todo lo que hubiera firmado Bueno Ayup sería ilegal. Político sin suerte no es político. Este es el caso del Presidente municipal, Enríquez Herrera, quien sostuvo contra viento y marea a su Director de Finanzas, pagando un alto costo político por esa decisión. Todos conocemos el estilo personal de gobernar del Presidente municipal. Se comenta que el accidente donde se vieron envueltos Bueno Ayup y Alejandro Castro Ramírez, le cayó a José Ramón del cielo, como la gira de Serrat y Joaquín Sabina: mató dos pájaros de un tiro. En el caso concreto del sonorense, le pudo salir más caro el caldo que las albóndigas, colaboradores como Bueno Ayup estaban poniendo en riesgo su proyecto político, y es mucho lo que está en juego, por ejemplo su candidatura a Senador en 2018.

Pero aún con el efecto colateral del accidente, José Ramón Enríquez tuvo que tejer fino para no pagar los errores de su protegido. Negoció, como debe ser en política, la salida de su Director de Finanzas, y salir bien librado como salió de este asunto. Tal parece
que Enríquez Herrera aplicó bien una frase de Juan Rulfo: no se puede contra lo que no se puede. El círculo cercano al presidente municipal debe poner sus barbas a remojar. Hay algunos que no le hacen bien a su imagen y menos a su proyecto. Si no le tembló la mano con uno de sus favoritos, no tendría por qué temblarle con otros. La sociedad quedó satisfecha con la salida de Francisco Bueno Ayup, el prietito en el arroz fue que tuvo que haber un escándalo de por medio. “Haiga sido como haiga sido”, muchos salen ganando, incluyendo a José Ramón Enríquez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Datos personales

Mi foto
Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.