A mis amigas y amigos lectores, les deseo un feliz año
Después de haber pasado el trago amargo y quedarse por primera vez sin un gobernador emanado de su partido, pero junto con sus aliados con la mayoría en la actual legislatura, a los tricolores locales les cayó un tanque de oxígeno frente al Poder Ejecutivo. Recordando algunas cosas al principio del gobierno de la alternancia, pronto se dio cuenta del camino que habría de recorrer en el futuro con la mayoría priísta como oposición. Si bien, “haiga sido como haiga sido”, Apolonio Betancourt tuvo que dejar la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, también es cierto que Octaviano Rendón no pudo convertirse en presidente del Tribunal, como eran sus deseos, y desde ahí vengar los agravios de los que fue objeto en el sexenio pasado. Los acuerdos y las negociaciones se lo impidieron. Por eso hoy, y quizá con razón, se habla de que los priístas están operando con todo para repetir como mayoría en el Congreso, sin descuidar, por supuesto, las diputaciones federales y las senadurías, lo hacen sabiendo que eso sería un paso muy importante rumbo a 2022. También sería, sin duda, medir las fuerzas de lo que queda del PRI y de lo que está hecha la alternancia, léase José Rosas Aispuro y las cúpulas del PAN. Otro aspecto que habría que destacar es si el priismo local ya salió de terapia intensiva y si solo es cuestión de tiempo para volver a ser lo que fueron o seguirán padeciendo el síndrome de 2016. La esperanza que tienen los tricolores locales es que muchos priistas que votaron a favor de la alternancia hoy se sienten decepcionados porque mucho de lo que se les prometió resultó ser solo las clásicas promesas de campaña y únicamente unos cuantos gozan de los privilegios del actual gobierno.
Otra pregunta que tenemos que hacernos: ¿tendrán el PAN y el PRD los cuadros para ganar a mayoría en el Congreso local este 2018? Habrá que recordar el efecto cascada que representó Aispuro Torres y que en este proceso electoral no estará en las boletas, pero esperando, eso sí, su apoyo. Sin embargo, por la Ley Electoral no será cosa sencilla, aunque, como ya sabemos, en la democracia a la mexicana todo puede pasar. Habrà que esperar, entonces, la reacción del que manda en el Bicentenario. se comenta que la carta fuerte en 2018 es Carlos Maturino, el actual jefe de gabinete de gobierno y en el papel el operador político más fuerte y de la confianza absoluta del gobernador. ¿Qué hombres y mujeres panistas son los que garantizarían la mayoría en el Congreso? Un gran vacío podrían dejar Jorge Salum del Palacio, Gina Campuzano, Paty Jiménez y Toño Ochoa. De este último se sabe que buscará reelegirse. Gina está buscando ser diputada federal y Jorge Salum lo mismo. De último momento, Paty Jiménez a lo mejor decide reelegirse.
Luis Galindo, de la gente de Juan Quiñones, también tiene ansias de novillero. Minka Hernández también aspira a una curul en el Congreso. Alejandro Mujica podría ser otro aspirante a una diputación. A la esposa de René Galindo, el presidente del PRD estatal y actualmente regidora, no le vendría mal seguir cobrando en la próxima legislatura. Claro que hay otros nombres, como Juan y Marcos Cruz, los hermanos que desde hace 40 años prometieron acabar con la pobreza y los pobres de Durango. No lo han logrado, pero siguen con la misma idea. si le quieren ganar al PRI, mucho tememos que no tendrán un día de campo. Lo ideal para Carlos
Maturino sería que busque la vía plurinominal para no exponerlo, porque según también se comenta, los planes son convertirlo en el próximo presidente de la comisión política del Congreso. ¿ de qué le serviría al jefe del gabinete estatal si no tiene la mayoría en el Congreso? De no ser así terminaría siendo el coordinador de una minoría en la próxima Legislatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario