viernes, 1 de diciembre de 2017

La otra cara de la moneda, la violencia en contra de las mujeres


“Piensa en tu madre, que fue también mujer”
-Joaquín Pardavé, actor y compositor
El balance de las políticas públicas para eliminar la violencia contra las mujeres, hasta hoy no le favorece al Estado mexicano. Vemos institutos para la mujer en los tres órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal, pero resulta que en estas instituciones es pura música y nada de ópera, solo pasan a formar parte de la burocracia, cobran si resolver ni producir, ah, pero eso sí, los vemos en todos los eventos, dando entrevistas a los medios o saliendo en la foto con la política o político en turno. Se justifican organizando conferencias en el Día Internacional de la Mujer, en el día de la madre, hablan de equidad de género, de paridad y hasta de perspectiva de género sin saber, en muchas ocasiones, lo que esto significa.

Tal parece que las mujeres viven en dos mundos distintos, uno, el virtual, donde todo es como en el País de las Maravillas y el otro, el real, el de la violencia física, sexual, psicológica y de muchas otras formas, como la económica, que las obliga a ser mamá y papá, madres solteras o divorciadas a las que los padres de sus hijos no les dan pensión alimenticia. Para ello hay que obligarlos por la vía legal y muchas veces ni así es posible. Esa es la realidad que viven todos los días millones de mujeres en nuestro país.

Démosle una repasada a nuestro Estado para darnos cuenta de lo grave que es aquí la violencia en contra de las mujeres. Las cifras a las que tuvimos acceso son oficiales, omitimos de manera deliberada las estadísticas que manejan organismos no gubernamentales con la intención de que las autoridades no digan que la sociedad les hace bullying, como lo externó hace unos días el presidente Enrique Peña Nieto en relación a los cuerpos de seguridad. Los datos que les vamos a presentar y a comentar son de 2010 a junio de 2016. Mencionaremos por su importancia principalmente a los municipios de Gómez Palacio y Durango, aunque en otros, como Santiago Papasquiaro, Nuevo Ideal, Victoria, Cuencamé Tepehuanes y algunos otros, también se practica la violencia en contra de las mujeres. Homicidios cometidos en contra de mujeres en Gómez Palacio fueron un total de 102 y en Durango 161, los considerados como feminicidios de 2010 a junio de 2016 en todo el Estado fueron 12. En el tema de la violencia familiar, hubo 5 mil denuncias en todo el Estado. Denuncias por violaciones en Gómez Palacio, 355 y en Durango 590. Cabe destacar que en este último rubro solo se denuncia en el 10% de los casos. En el tema de las mujeres desaparecidas tenemos que en Gómez Palacio fueron 269, de las cuales se localizaron solo 79. En nuestro Municipio hubo 309 desaparecidas y se localizaron 286. Derivado de este tipo de delitos, pudimos conocer el número de sentenciados por homicidio en contra de mujeres: en el CERESO #1 hay 134; por violencia familiar y violación son 218. En el CE.DI.RE.SO. #1 se encuentran sentenciados por homicidio 134 y por violación 19. En el CE.DI.RE.SO #2 sentenciados por homicidio hay 34 y por violación 5. Los datos se obtuvieron gracias a la solicitud que hizo la abogada Julieta Hernández Camargo ante el Instituto Duranguense de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.
¿Qué ha pasado este 2017? De acuerdo al boletín de “Sí hay mujeres en Durango”, el 66.6% de las mujeres en el Estado han sufrido violencia física, sexual o psicológica. En tan solo 11 meses han sido asesinadas 28 mujeres, lo que significa una cada 15 días. Para replay, una mujer indígena murió de hambre (por cuestión de género comen al último, pero tal vez el factor más importante es la pobreza alimentaria que viven las comunidades indígenas).

Se puede leer en el boletín que se denuncia una violación sexual cada tercer día, en lo que va del año es un promedio de 18 al mes. Si tomamos en cuenta que solo el 10% se denuncia, imagine usted la dimensión del problema, porque el 60% no lo hace, y la razón es que estos delitos se cometen con la familia cercana. De acuerdo al INEGI, son los padres, padrastros, hermanos, abuelos, y el porcentaje más alto se da por parte de tíos y primos. Como podemos concluir, la eliminación de la violencia en contra de las mujeres está muy lejos de lograrse. Según usted qué será más fácil, ¿acabar con la corrupción o terminar con la violencia y todas las formas de discriminación en contra de las “mujeres divinas”, como diría la letra de la canción de Martín Urieta

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Que se acabe el gatopardismo en México, que cuando algo cambie, que no siga igual, que sea para bien.