“Lo que en el rico son relaciones públicas, en el pobre son borracheras”
-Refrán popular
Todo mundo coincide en que las elecciones del próximo año serán históricas, las más competidas, las más cerradas y donde la partidocracia, como una sola, al final podría unirse con un único propósito: “haiga que hacer lo que haiga que hacer con tal de no sea López Obrador el próximo presidente de la República”. AMLO está como aquel comercial de cigarros, es el blanco de las miradas. Para sus adversarios políticos, sigue siendo un peligro para México, por supuesto que lo es, pero para el México de las 300 familias que son las dueñas de este país, para los mexicanos de la revista Forbes, los que se hablan de tú con el jet set internacional, para los que han hecho de nuestra patria el negocio de sus vidas, para los que se quedan con la mayor parte de la riqueza que genera este país, para ellos sí es un peligro. Hace tiempo, Vicente Fox Quesada en un foro internacional propuso una amnistía para los narcos como la del EZLN, pero como el mejor vocero que tiene actualmente el PRI no representa un peligro para México, nadie dijo “esta boca es mía”. La ocurrencia que propuso Fox fue comparar a los narcos con la primera guerrilla del siglo XXI, el levantamiento zapatista fue un movimiento social por los cinco siglos de olvido en que habían vivido las comunidades indígenas en Chiapas. Los zapatistas le declararon la guerra al gobierno mexicano, se enfrentaron con las armas a las fuerzas armadas, lo que obligó en aquellos años a Carlos Salinas de Gortari a poner una mesa para negociar la paz con los rebeldes. En su momento, Ernesto Zedillo para terminar con el conflicto de los zapatistas les ofreció una amnistía a la que muchos se opusieron ,
esta con el fin de “perdonarles” los supuestos delitos en los que habían incurrido en contra del Estado mexicano durante la rebelión. Lo que Fox quiso decir es que confundió la guerrilla zapatista con los narcotraficantes, nada más alejado de la realidad. La rebelión de los indígenas de la Selva Lacandona no fue por negocios del tráfico de drogas, por los territorios o los cárteles y otras cosas que genera el negocio que es esta industria.
Como comercial, Vicente Fox se ha convertido en el principal promotor para legalizar en México la siembra, cosecha y comercialización de la marihuana, y que este producto sea vendido por empresarios como él. Si como un día dijo a los medios que varios empresarios tenían un guardadito de varios miles de millones de dólares para invertir en la industria petrolera, ¿por qué no legalizar la marihuana para que ellos nos las vendan hasta en las farmacias de genéricos? Lo que dijo Vicente Fox no fue calificado como “ocurrencias”, “disparates” o “locura”, solo fueron las ideas del hombre que sacó a patadas al PRI de Los Pinos, porque desde que Peña Nieto fue candidato de ese partido a la presidencia de México, Fox sacó el priísta que siempre ha llevado dentro y ahora con Meade está haciendo lo mismo. Hace unos días, AMLO propuso una amnistía para los narcos como una medida para acabar con la violencia en varias regiones del país. Por supuesto que sus adversarios se pusieron felices, en especial los del PRI: Ochoa Reza declaró a los medios “es una locura, un disparate, por esas declaraciones de López Obrador ya no nos preocupa, está acabado”. Seguramente los priístas tienen la solución a este problema, para muestra basta un botón: ha habido más muertos por la violencia del narco con Enrique Peña Nieto que en el sexenio de Calderón.
Hace once años, siendo presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa sacó al Ejército de los cuarteles para acabar con el narco, eso no fue ninguna ocurrencia, fue una gran idea cuando Calderón era el comandante de las fuerzas armadas y ya ve lo que sucedió, expuso a esa gran institución que es el Ejército mexicano. Por supuesto que lo dicho por López Obrador no deja de ser una propuesta de campaña, pero al menos corre el riesgo de estar equivocado, todos sabemos que en los hechos eso es prácticamente imposible. Si la propuesta del tabasqueño es una locura, entonces los mexicanos estamos esperando que los candidatos presidenciales del PRI y del Frente nos ofrezcan la solución para acabar con el narco y con la violencia que padecemos. Si Peña Nieto piensa que la Ley de Seguridad Interior va a acabar con este problema, como dicen los clásicos del béisbol, “por ahí no va”. Mientras las drogas sean un negocio, el narcotráfico estará presente. El día que ya no lo sea, el Ejército mexicano volverá a sus cuarteles como lo establece el artículo 129 de la Constitución: “En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar. Solamente habrá Comandancias Militares fijas y permanentes en los castillos, fortalezas y almacenes que dependan inmediatamente del Gobierno de la Unión; o en los campamentos, cuarteles o depósitos que, fuera de las poblaciones, estableciere para la estación de las tropas”
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