El PRI, presionado por volver a Los Pinos; ¿Cometerá errores?

Para comenzar: ¿Qué partido está más presionado para elegir sus candidatos? Salvo lo que usted opine, son dos: El PRI y el PAN. Los que tienen que decidir quiénes serán sus abanderados no la tienen nada sencillo. Como en todo prólogo, de cualquier elección, son muchos los que se mencionan, muchos los que se van a quedar en el camino, pero también, como siempre, surgen otros personajes que complican las decisiones. ¿Quiénes son? Unos son muy amigos del jefe político del estado, otros tienen mucho tiempo de militancia en el partido, han ido construyendo una carrera política y sólo se sentirán satisfechos  cuando logren el puesto de elección popular más anhelado: ser gobernadores. Ese es el motivo por el cual los grupos y corrientes al interior de sus partidos, hoy están liberando una lucha “fraternal” para anteponer sus legítimos intereses a los de sus respectivos partidos. ¿Les damos el beneficio de la duda? Quienes tengan la inteligencia, la sabiduría y la madurez política para tomar  esta crucial decisión el 2 de julio del 2012, no se estarán lamentando porque se equivocaron, ni dirán “Hubiera puesto a Pedro, en lugar de a Juan”.

El PRI a nivel nacional, mandó una buena señal al obligar a que Humberto Moreira renunciara a la presidencia del partido, si esto fue un acierto, se borra totalmente al ir en alianza con Elba Esther Gordillo, dueña de un inmenso poder, pero también posee un desprestigio que no cabe en todo el universo. Asunto que les puede costar muy caro, pueden poner en riesgo el futuro de Peña Nieto ¿O representa la señora Gordillo los legítimos intereses del PRI nacional? Ahora vayamos al panorama local. Nadie pone en duda que el jefe real del PRI en el estado será el fiel de la balanza para decidir quiénes serán los candidatos de su partido en este 2012, pero cierto es también que su responsabilidad política consiste en dar resultados ganadores, más que a Joaquín Coldwell a Enrique Peña Nieto y seguramente este próximo martes hablarán del tema con todos los elementos que ya le entregó a EPN el delegado nacional del comité ejecutivo, Héctor Guevara Ramírez, que tiene las tablas, el colmillo y la experiencia para hacer su trabajo. Lo ideal sería  que Enrique Peña Nieto esté de acuerdo con la lista que se le va a presentar, ¿Qué sucederá si no la aprueba al 100%?, ¿Se les hará bolas el engrudo? El próximo domingo lo sabremos, o antes.

Siguiendo en el plano local, mucho se comenta que la diputada Leticia Herrera ya le dijo al que manda: Todo o nada. Si no soy senadora,  tampoco seré diputada federal. De Óscar García Barrón: “Si yo no soy el candidato a senador, me llevaré a toda mi gente”, ¿A cuál partido? Dice el dicho, todos somos necesarios, pero nadie es indispensable.  En el caso de La Laguna, no creemos que el PRI dependa de una sola persona. En política se puede pedir, pero no exigir. La CNC, teniendo un cuadro como Rubén Escajeda Jiménez, al PRI no le deben preocupar las amenazas de García Barrón, el nativo de San Juan del Río es el que tiene todo el apoyo de la CNC nacional, porque ha demostrado con trabajo y con eso que en política se conoce como una rara especie en extinción: La lealtad. Los candidatos del PRI deben ir a dónde los manden, no a donde ellos quieran ir, y así, no tendrán problemas. Si Jorge Herrera Delgado no va como senador, es el natural al 04, Leti Herrera, lo mismo, es la natural para el 02, si Rubén Escajeda Jiménez no va al senado, es para el 03. A como están las cosas, parece que el destino político enfrenta a Esteban Villegas y a Adán Soria Ramírez. Los dos pueden ser candidatos a senadores, pero también pueden ir al distrito 01. Claro que el PRI local tiene mucho de donde escoger, el problema es si elige al candidato equivocado. No nos vayan a salir con que ya tienen sus encuestas internas y que hay, entre todos los candidatos, puros empates técnicos para favorecer a alguno.

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